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El nuevo mecanismo propuesto por el Demre consta de tres pruebas de selección: Competencia Lectora, Competencia Matemática y Competencia Científica y dos pruebas de caracterización de las Competencias de Escritura, además de un Cuestionario de Habilidades Transversales. De acuerdo a los resultados, todas las brechas se reducen con las nuevas pruebas en comparación con la PSU. El caso en que más se revela esta reducción es en los resultados de Matemática entre alumnos de colegios particulares pagados y particulares subvencionados, en donde la brecha en la PSU era de 157 puntos y con esta nueva prueba es de 91 puntos. En el caso de la prueba de Ciencias, la reducción en este grupo también fue una de las más relevantes: mientras en los resultados PSU la brecha alcanzó los 164 puntos, con esta propuesta se redujo a 102 puntos.
Tres pruebas de selección: Competencia Lectora, Competencia Matemática y Competencia Científica y dos pruebas de caracterización de las Competencias de Escritura, además de un Cuestionario de Habilidades Transversales. Esa es la propuesta del Demre para sustituir la cuestionada Prueba de Selección Universitaria (PSU), proyecto que -aseguran- «disminuye brechas socioeconómicas y de género.
El proyecto -señalaron desde el Demre- fue desarrollado desde 2017 a través de una larga investigación y diálogo con expertos, actores sociales y presentada en junio pasado a través de un seminario al que asistieron autoridades del Ministerio de Educación y una exposición ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el pasado 1 de julio, en que se detallaron los próximos pasos: una aplicación a mayor escala y el establecimiento de una agenda de cambios, en línea con las recomendaciones de expertos.
Los nuevos prototipos de pruebas elaborados por el Demre evalúan competencias y habilidades que son centrales en el currículo escolar de 7° Básico a 2° Medio, y que son relevantes para un desempeño exitoso en la educación superior. Además, a diferencia de la PSU, estas pruebas distinguen las modalidades educativas de la enseñanza secundaria, es decir, la humanista-científica (HC) y técnico-profesional (TP).
El Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) de la Universidad de Chile comparó los resultados obtenidos en ambos exámenes, consiguiendo alentadoras conclusiones, en las que se evidencia una reducción de las brechas de género, socioeconómicas y entre la educación TP y CH, en línea con un sistema de acceso a la educación superior más diverso.
De acuerdo a los resultados, todas las brechas se reducen con las nuevas pruebas en comparación con la PSU. El caso en que más se revela esta reducción es en los resultados de Matemática entre alumnos de colegios particulares pagados y particulares subvencionados, en donde la brecha en la PSU era de 157 puntos y con esta nueva prueba es de 91 puntos. En el caso de la prueba de Ciencias, la reducción en este grupo también fue una de las más relevantes: mientras en los resultados PSU la brecha alcanzó los 164 puntos, con esta propuesta se redujo a 102 puntos.
Los hallazgos también revelaron importantes resultados en el área Matemática entre los alumnos de colegios CH con el de TP, donde se detectó una brecha de 131 puntos en la PSU y de 98 con la nueva prueba. En Lenguaje la diferencia fue de 173 y 112 puntos, respectivamente.
La propuesta para reemplazar la PSU inició con el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico “Habilidades y Competencias para la Educación Superior. Desarrollo de instrumentos y propuestas que aporten a un Nuevo Sistema de Admisión”, iniciado en 2017. Los resultados fueron presentados en seminarios con participación de figuras como el exministro Harald Beyer y el actual Subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, entre otros.
El Demre explicó que para elaborar las 5 pruebas, se buscó participación activa y sistemática de los principales actores de la educación secundaria y superior, junto con la producción y análisis de evidencia empírica.
Así, se desarrollaron dos líneas de trabajo en forma paralela y continua: la primera fue la construcción de un marco de evaluación de la PSU, que incluyó tres jornadas de trabajo con 120 actores del sistema educacional en las regiones Metropolitana, Coquimbo y de la Araucanía y diez mesas de trabajo con 150 académicos y académicas. En estas mesas, además de un seminario de presentación de resultados, participaron actores clave del sector universitario, técnico profesional, académico e integrantes de comunidades educativas de todo tipo de colegios.
La segunda línea de trabajo consistió en el levantamiento de datos empíricos para ajustar los nuevos instrumentos. Así, se llevaron a cabo procesos participativos de construcción de ítems (es decir, preguntas de la prueba) y dos aplicaciones piloto con 8.987 estudiantes de 4° Medio de todo el país.
La primera de estas aplicaciones piloto se realizó en agosto de 2017 con aproximadamente 6.300 estudiantes de 4° Medio de 56 establecimientos educacionales de 4 regiones del país. El segundo pilotaje se realizó en agosto de 2018 con 2.800 estudiantes de 4° Medio y 228 estudiantes de 2° Medio para el caso de la prueba de competencia científica.
Además, participaron como consultores extranjeros Li Cai, Director del Centro de Investigación en Evaluación CRESST de la Universidad de California en Los Ángeles y Rebecca Zwick del Educational Testing Service (ETS). Esto sumado al apoyo de la Universidad de O’Higgins, el Liceo Mariano Latorre de La Pintana, el Instituto Nacional, la Agencia de Calidad de la Educación, el Consejo de Rectores de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados – Vertebral, el Ciae de la Universidad de Chile y el Australian Council for Educational Research.
