“Voy a seguir teniendo todas las reuniones que sea necesario”, dijo el presidente RN, saliendo al paso de las críticas levantadas en el oficialismo por su encuentro con los timoneles de la exConcertación. Desbordes demostró así que no tiene ánimo de retroceder ni un centímetro en su estrategia de diálogo con la oposición, enfatizando que “los costos de la violencia los paga la democracia”. También cerró filas con Desbordes la vicepresidenta del partido, Paulina Núñez, quien cuestionó el giro de la vocera de Palacio, Karla Rubilar, en este tema. Pero el ministro del Interior Gonzalo Blumel reforzó la tesis de La Moneda, señalando que «el diálogo siempre es bienvenido, pero sobre la base de la unidad de la coalición» [ACTUALIZADA]
En medio de las críticas lanzadas desde Chile Vamos y el propio Gobierno por su reunión con los timoneles de los partidos de la exConcertación, el presidente de Renovación Nacional Mario Desbordes salió a justificar su decisión y responder a sus detractores.
“Es muy fácil rechazar el diálogo cuando no se baja de barrio alto o cuando se anda rodeado de escoltas. Es muy fácil exigir solo mano dura cuando se hacer desde Twitter o una radio”, dijo el diputado RN a La Segunda.
Desbordes nuevamente está bajo el fuego cruzado de sus socios de la UDI y Evópoli por su acercamiento con la oposición. Al interior de su partido, el timonel RN ha sido blanco de ataques de parte de su antecesor Carlos Larraín, quien no desaprovechó la oportunidad para “golpearlo”, tal como lo hizo antes del consejo general de la colectividad. A juicio del exsenador, “no hay puente posible con la izquierda», y Desbordes con su actitud «le abre un nuevo problema al Gobierno”.
El Ejecutivo, en tanto, en primera instancia valoró el ánimo de entendimiento, pero rápidamente se sumó a los cuestionamientos señalando que “el diálogo tiene que partir por casa y después acercarse a la oposición», según dijo la vocera de La Moneda, Karla Rubilar.
Además, esta jornada, el ministro del Interior Gonzalo Blumel reforzó esta tesis de palacio, señalando que «el diálogo siempre es bienvenido, pero sobre la base de la unidad de la coalición».
Ante esto, la respuesta de Desbordes es clara y notificó a sus críticos que “voy a seguir teniendo todas las reuniones que sea necesario para buscar un proceso de paz. Hay que aislar a los violentistas”.
Acto seguido, señaló que “los valientes de escritorio se esconden detrás de las polleras de carabineros. Los costos de la violencia los pagan cientos de personas que no tienen acceso a los medios, los costos de la violencia los pagan cabros que se suman a los anarcos de la primera línea, los costos de la violencia los pagan los carabineros y sus familias, los costos de la violencia los paga la democracia”.
En RN, Desbordes ha sido defendido por dirigentes como el senador Manuel José Ossandón, quien aseguró que el presidente del partido “está haciendo lo que tiene que hacer por obligación y por sentido común, el resto es una pataleta que no tiene ningún sentido”.
También cerró filas con Desbordes la vicepresidenta del partido, Paulina Núñez, quien catalogó como “extraño que a alguien le impresione que uno tenga que dialogar, que pueda conversar y tender puentes con otros actores políticos, porque al final del día es lo que nos está demandando y nos están exigiendo los chilenos”. “Sin mayoría en el Congreso y con un gobierno que no tiene una aprobación que le pudiera permitir empujar una agenda con más fuerza, necesitamos dialogar, lograr acuerdos”, argumentó.
En particular, la diputada cuestionó el giro de la vocera de Palacio, Karla Rubilar, señalando que “cuando ella habló por primera vez (y valoró las conversaciones) habló con sentido común”. “Pero, a lo mejor, la segunda vez puede que le haya llegado una instrucción distinta”, comentó.