Un estudio que extrajo 245 muestras del suelo cercano al complejo industrial de Quintero y Puchuncaví para determinar las concentraciones de cobre, arsénico, plomo y zinc, detectó que «el riesgo carcinogénico debido a la exposición al arsénico fue superior al valor umbral de 10-04 en la población de niños pequeños (1-5 años) en el 27% del área de estudio». Los resultados del informe realizado por ocho científicos chilenos y extranjeros fueron recibidos por Katta Alonso, dirigenta del Movimiento Mujeres en Zona de Sacrificio como una confirmación de las denuncias con las que han venido emplazando al Estado desde hace años. Por eso, volvieron a pedir al Presidente Sebastián Piñera que cumpla con lo que dijo en la ONU: que terminará con las «zonas de sacrificio».
«Lo único que hace es corroborar lo que nosotros venimos diciendo hace tanto tiempo». Para Katta Alonso, fundadora y dirigenta del Movimiento Mujeres en Zona de Sacrificio Quintero y Puchuncaví la publicación de un nuevo estudio que concluyó que existe un riesgo de cáncer en los menores debido a las altas concentraciones de compuestos tóxicos en la zona ratifica sus emplazamientos al Gobierno para que tome cartas en el asunto y cierre Ventanas.
El estudio, que extrajo 245 muestras del suelo cercano al complejo industrial de Quintero y Puchuncaví para determinar las concentraciones de cobre, arsénico, plomo y zinc, y que fue financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) del Ministerio de Educación, fue realizado por ocho científicos nacionales e internacionales. La conclusión fue que «el riesgo carcinogénico debido a la exposición al arsénico fue superior al valor umbral de 10-04 en la población de niños pequeños (1-5 años) en el 27% del área de estudio».
Al respecto, Alonso dijo a El Mostrador que «no puede haber termoeléctricas de carbón al lado de una fundición, porque la sinergia produce cáncer y eso está comprobado científicamente y todos lo han dicho y en ningún país del mundo existe. Solo aquí».
Las muestras extraídas por los científicos determinaron que los valores obtenidos de estos compuestos están en el rango de «inaceptables», respecto a los parámetros establecidos en la EPA (Enviromental Protection Agency) de Estados Unidos, por lo que recomiendan al Gobierno de Chile «una intervención específica».
Lo mismo pide Alonso, quien agregó que «los niveles de metales pesados, de arsénico, de plomo son insostenibles y además tenemos el problema de las termoeléctricas, con todos los peak de SO2 que significa la sinergia entre la termoeléctrica y la fundición, y los varamientos a carbón. Esto es impresentable. Necesitamos que se cierre la fundición y las termoeléctricas ahora».
En ese sentido, Alonso recordó que el Presidente Sebastián Piñera y la Primera Dama Cecilia Morel tienen el eslogan «los niños primero», por lo que «necesitamos que los nuestros estén también en esa línea, que sean ‘primeros’ realmente y no se siga invisibilizando esta grave situación».
Finalmente, pidió que Piñera cumpla su promesa que hizo ante la ONU: que va a terminar con las zonas de sacrificio, pero, en la actualidad, «no ha hecho nada».
«Lo que necesitamos es la intervención urgente del Gobierno porque una vez más un estudio científico corrobora lo que nosotros venimos diciendo hace tanto tiempo», sentenció.
Las altas concentraciones que reveló el estudio se repiten en cobre y plomo, elementos que tienen distinta presencia en el suelo debido al viento. Pero todas se originan desde un lugar: la fundición Ventanas de Codelco.
Los expertos precisaron que las concentraciones de fondo de cobre fueron de 100 mg/kg, de arsénico 16 mg/kg, plomo 35 mg/kg y zinc 122 mg/kg. «Las concentraciones de cobre, arsénico y plomo se correlacionaron positivamente entre sí, sugiriendo que su fuente es» la división de la cuprífera estatal.
Por otra parte, afirmaron que «las correlaciones para zinc fueron más débiles que para otros, lo que sugiere un bajo impacto de la fundición de cobre Ventanas sobre distribución espacial de zinc. De hecho, sólo el 6% del área de estudio exhibió concentraciones de zinc por encima del fondo nivel».
En cuanto a otros metales pesados, el estudio determinó que también existe peligrosidad para la salud de los niños. La recomendación internacional es que tendrían que haber niveles bajo los 80 mg/kg en los suelos estudiados. En el estudio, 19 muestras alcanzaron una concentración mayor.
Los autores del estudio son Jaime Tapia-Gatica, Isabel González-Miranda, Eduardo Salgado. Manuel A. Bravo, Catherine Tessini, Elvira A. Dovletyarova, Anna A. Paltseva y Alexander Neaman.