El vertimiento de carbón, material que es utilizado como combustible para la generación de electricidad en las plantas termoeléctricas que operan en el área, hace más preocupante la situación de esta “zona de sacrificio” ubicada al norte de Antofagasta. “El derrame de carbón viene a sumarse al efecto de contaminación y acumulación de sustancias peligrosas en el fondo marino, una condición de falta de oxígeno, de anoxia en la bahía”, explica Hernán Ramírez, investigador asociado de Terram. La Municipalidad de Mejillones presentó una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), pero los habitantes acusan que “no son hechos aislados” y que “la justicia ambiental es muy lenta”. Según Jhonatan Muñoz, activista ambiental de la zona, “el Estado de Chile ha permitido estos crímenes ambientales”. [ACTUALIZADA]
La zona de sacrificio de Mejillones vuelve a ser foco de un desastre ambiental. Un derrame de seis toneladas de carbón ocurrió en la bahía esta semana, sumándose así a los más de diez episodios similares de vertidos de contaminantes, conocidos durante los últimos dos años, ocurridos en el mismo puerto.
Este vertimiento de carbón, material que es utilizado como combustible para la generación de electricidad en las plantas termoeléctricas, se habría originado por una mala maniobra de un trabajador de la empresa Terminal Graneles del Norte S.A. (TGN), según las primeras indagaciones de la Brigada de Delitos Medio Ambientales de la PDI.
“Mejillones es una zona industrial, en la cual los desechos de estas industrias van principalmente al mar. Este lunes se conoció el varamiento de seis toneladas de carbón al mar, pero yo sospecho que es más. Esto no es algo nuevo de TGN y esta misma empresa tiene varios episodios de varamientos en la zona de sacrificio de Quintero y Puchuncaví”, asegura a El Mostrador Jhonatan Muñoz, activista ambiental de Mejillones.
La situación de esta semana es más grave aún si se consideran las condiciones de la zona, advierte Hernán Ramírez, investigador asociado y experto en carbón de Terram.
“El derrame de carbón viene a sumarse al efecto de contaminación y acumulación de sustancias peligrosas en el fondo marino, una condición de falta de oxígeno, de anoxia en la bahía de Mejillones, lo que fue confirmado por el estudio realizado por el Ministerio del Medio Ambiente hace dos años y dado a conocer en 2019. Esta situación se va a ver más complicada por el carbón que fue vertido”, indica.
Mejillones es considerada una zona de sacrificio, de acuerdo al mapa de conflictos socioambientales del INDH: en su territorio operan dos termoeléctricas (CTM1 y CTM2 de Engie), y otras dos de Aes Gener (Cochrane y Angamos). En 2018 sufrió un derrame de hidrocarburos que afectó a la playa Dos Quebradas, ubicada al norte de la comuna, en el muelle de la planta Copec.
Ante la catástrofe ambiental reciente, la Municipalidad de Mejillones presentó una denuncia ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).
Marcela Díaz, asesora medioambiental de la unidad de Medio Ambiente de la Municipalidad de Mejillones, explicó que “esperamos que con prontitud podamos recabar toda la información posible. Importante mencionar que el rol fiscalizador y de sanción y todos los antecedentes del caso pasan por el SMA. Nuestro rol es canalizar las denuncias y hacerles seguimiento”.
Pero entre los residentes cunde el escepticismo. “El Estado de Chile ha permitido estos crímenes ambientales de manera continua en las localidades. La justicia ambiental es muy lenta. Entonces esto afecta a la bahía de Mejillones, a su biodiversidad, principalmente al lado sur. Estos no son hechos aislados porque yo diría que ha habido unos diez varamientos reportados, porque no todo lo que está pasando en la zona industrial se da a conocer”, acusó.
La SMA dio un plazo de 72 horas a la empresa Complejo Portuario de Mejillones para informar sobre el plan de acción y remediación, mientras en el plano legal, la Fiscalía fijó 30 días para la investigación y los detectives de la PDI se encuentran determinando los daños que pudo provocar este derrame de material sobre la flora y fauna local.
Mientras, avanza el trabajo de recuperación del material derramado, el cual también tiene sus particularidades. “El proceso de recuperación del carbón podría resuspender elementos contaminantes que habían sido acumulados durante los años y por eso hay que ser cuidadosos con la técnica que van a emplear para este proceso”, advierte Hernán Ramírez, investigador asociado y experto en carbón de Terram.
A través de un comunicado, la Superintendencia del Medio Ambiente señaló que el Complejo Portuario de Mejillones S.A. informó hoy que la sustancia derramada corresponde a carbón de vapor o térmico australiano a granel, utilizado para la generación de energía eléctrica, y que es identificado como un producto no peligroso, de acuerdo al reglamento australiano de seguridad.
Asimismo, la entidad exigió a la compañía que deberá dar cuenta de las “medidas tomadas para documentar el suceso a través de un informe técnico de investigación, así como de las mantenciones realizadas al sistema de carguío y del monitoreo diario del borde costero”.
Asimismo, en 15 días hábiles deberá presentar resultados de un monitoreo representativo que permita evaluar el estado del área afectada por el derrame; y realizar un estudio para verificar si es factible el levantamiento del carbón del fondo marino sin producir daño ambiental mayor.