En el mundo, las comunidades científicas y ministerios de Salud comparten sus cifras respecto a las estrategias de aplicación de test y de aislamiento para ver cuál resulta más efectiva. En Chile, el ministro Jaime Mañalich ha mantenido un gran hermetismo sobre el número de test que se toman al día y cuánto realmente se demoran en estar los resultados. Pese a que el Minsal ha señalado a la prensa que se aplican hasta 3 mil diarios y que tardan entre 24 y 48 horas en tener los resultados, en los servicios de salud hablan de un mínimo de tres días y hasta una semana en las regiones más aisladas. Una demora que, a juicio de epidemiólogos, podría estar afectando la cantidad de casos conocidos y la curva de crecimiento del COVID-19 en el país, la que ha sido calificada como “única en el mundo”.
El lunes 16 de marzo Lucy Zúñiga (48) llegó hasta el consultorio Rosita Renard con dolores musculares, tos y un poco de fiebre. En el centro asistencial la aislaron y le pidieron que fuera a la urgencia del Hospital Salvador, no la pudieron derivar directamente, ya que la “ambulancia está reservada para casos graves”, según le señalaron. Tenían la sospecha de que podía estar contagiada con coronavirus, ya que una de sus jefas había sido diagnosticada durante el fin de semana y ella había trabajado en su casa el sábado en la mañana.
Al día siguiente, Lucy se dirigió hasta el Hospital El Salvador, esperó seis horas fuera de la sala de urgencias y decidió irise sin que le hicieran el test. Contó su situación en el grupo de Whatsapp de su cabildo, sus vecinos le hicieron una vaca, para que fuera a atenderse de forma particular. “Tenía que saber si estaba contagiada, por el bien de mi hija. Cotice en varias partes, el más barato fue el Hospital Militar”, relató.
Pese a que Lucy Zúñiga no tiene contrato, en el hospital la atendieron por la Mutual de Seguridad. La consulta, el test y los insumos médicos tuvieron un costo de $50 mil. Finalmente el test resultó negativo, pero el médico del Hospital Militar le advirtió que debe guardar cuarentena por 14 días “al menos, porque quizás el virus no fue detectado”.
Tardó cuatro días en conocer el resultado de su test PCR (que detecta el virus en las secreciones), el cual fue procesado por un laboratorio privado, que es parte de la red de laboratorios de hospitales, universidades y clínicas privadas que están siendo autorizados para reforzar el trabajo del Instituto de Salud Pública (ISP). El ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha señalado que el tiempo de espera para conocer el resultado de los exámenes varía entre 24 y 48 horas, pero desde el Colegio Médico han precisado que el promedio es de 72 horas.
Según Pérez-Acle, la situación de Chile se puede deber a dos escenarios. Por un lado, “o lo estamos haciendo maravillosamente bien” o, por otro, “enfrentamos un problema de saturación del sistema de diagnóstico. Existe un montón de problemas logísticos, que potencialmente el número que estamos viendo es un número que no necesariamente tiene que ver con la reducción de la tasa, sino más bien tiene que ver con output, con la salida del modelo de diagnóstico que estamos usando”. Explicó que “los test rápidos que se están usando masivamente en Corea, en Estados Unidos, incluso, mejoran muchísimo el output del sistema de diagnóstico. Nosotros sabemos por experiencias internacionales y han sido publicados en revistas tan prestigiosas como Science, que el número de infectados hoy en día en promedio, a nivel mundial, sería entre 10 y 50 veces más de lo que tenemos hoy en Chile”.
Según fuentes de El Mostrador, en regiones hay casos en que la demora llega hasta 7 días, principalmente en zonas extremas como Arica y Magallanes, donde deben enviar las muestras a Santiago para ser revisadas. Un problema que se debería resolver durante las próximas semanas, ya que desde el ISP se está trabajando en la certificación y habilitación de laboratorios locales en zonas extremas. Ante la demora entre 2 y 7 días para obtener el resultado del test del COVID-19, en la comunidad científica –especialmente entre epidemiólogos y epidemiologas– ha surgido la duda sobre la cantidad de test que se han realizado en nuestro país y el porcentaje de resultados positivos.
El presidente del Colegio Médico de Coquimbo, Rubén Quezada, reconoció que hay “cuellos de botella” en la cadena para obtener los resultados. En su región, con alta tasa de ruralidad, hay falta de kits para las muestras que estaban siendo tomadas solo en el hospital de Coquimbo y que luego eran trasladadas hasta San Felipe para ser procesadas por un laboratorio, lo que tardaba entre 2 y 5 días. Una tardanza en la que estaría trabajando la Seremi de Salud junto al Servicio de Salud.
“En las regiones estamos bien atrasados, hay tres regiones al menos, entre ellas Coquimbo, en que no hay capacidad diagnóstica. En este minuto, en que la estrategia es detectar precozmente y sabemos que la fiebre solo se da en el 50% de los casos, por lo tanto, ese síntoma no es el único indicador para tomar la prueba”, afirmó el doctor Quezada, quien añadió que “junto con aplanar la curva, es importante aumentar la capacidad de testear en regiones y transparentar los tiempos”.
Una de la principales críticas al Minsal es que, a diferencia de países como Argentina, Corea del Sur y hasta Brasil, en Chile no se ha transparentado la cantidad de test diarios que se realizan en el país. Hace una semana se hablaba de 800 test PCR al día, cifra que en las últimas jornadas superaría los 3 mil, según información del propio ministerio. A esta duda, se suma que el Minsal tampoco ha transparentado cuántos test se alcanzan a procesar diariamente en los laboratorios y cuántos de estos son publicados.
En la página Ourworldindata.org, uno de los más grandes depositorios de datos del mundo, se puede revisar la cantidad de test realizados por distintos países, actualizado hasta el 20 de marzo. En dichas cifras se muestra que Corea del Sur –país que ha sido pionero en la contención del virus a través del testeo masivo y rápido- ha aplicado 316.664 test, mientras que Alemania 167 mil y Rusia unos 143 mil. Por otra parte, precisa que países como Brasil habrían aplicado 13,7 test por millón de habitante (hasta el 13 de marzo), mientras que Colombia 81,7 por cada millón de habitante.
En el sitio se destaca que “las pruebas también son cruciales para una respuesta adecuada a la pandemia. Nos permite comprender la propagación de la enfermedad y tomar medidas basadas en la evidencia para disminuir la propagación de la enfermedad”, pero se añade que “desafortunadamente la capacidad para las pruebas de COVID-19 sigue siendo baja en muchos países del mundo. Por esta razón, todavía no tenemos una buena comprensión de la propagación de la pandemia”.
En Chile hay dudas sobre la transparencia respecto a la aplicación de los test. El 24 de marzo, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, informó que se registraron 922 casos de coronavirus en Chile, de los cuales 40 se encuentran en hospitalización. Agregó que “de los exámenes que hemos realizado, hasta el momento se han realizado de forma acumulativa 7.542 exámenes y en el día de ayer (23 de marzo), se realizaron 3.078 exámenes, es decir, estamos teniendo una tasa de positividad de 5%”. (Revisa los casos hasta el 23 de marzo).
El día anterior, el ministro Mañalich señaló a los medios que “en las últimas 24 horas, con corte a las 21 horas de anoche –correspondiente al domingo 22 de marzo–, se realizaron 3.463 exámenes en los laboratorios de la red pública y privada, con una positividad de 3,2%, que es muy baja, representando en realidad el hecho de que sabemos se está testeando en Chile de forma muy importante a la población, y por ello, el número de casos que aparecen como positivos, 3,2 de cada 100 exámenes que se hacen, resulta extraordinariamente bajo a lo que se reporta en otras naciones”.
Sobre la base de la información entregada por ambas autoridades se puede concluir que el domingo 22 de marzo se realizaron 3.463 exámenes en laboratorios y que el lunes 23 se realizaron 3.078. Además, actualmente habría un total de 7.542 exámenes acumulados. La duda es si estas cifras corresponden al número de test revisados por los laboratorios o son test realizados en centros asistenciales durante los días 22 y 23 de marzo.
Según fuentes que conocen el sistema de validación de test para el coronavirus en Chile, el proceso consta de tres pasos: primero, se toma el test PCR en el centro de salud, luego es procesado por un laboratorio que puede ser del ISP, del propio hospital o uno privado y, en caso de ser procesado en un laboratorio externo al ISP –clínica, universidad u hospital–, el resultado debe ser visado por el Instituto de Salud Pública. Luego de todo ese proceso, el resultado de los exámenes es entregado al Ministerio de Salud. Un sistema que, de acuerdo a fuentes del sistema privado, podría tardar hasta 7 días.
El sábado 21 de marzo, el psicólogo Santiago Torrealba llegó a la Clínica Red Salud Vitacura para hacerse el test, ya que tenía todos los síntomas del coronavirus y, no obstante estar en un centro privado, optó por que procesaran su test a través del laboratorio del ISP de manera gratuita. La doctora que lo atendió le advirtió que los resultados estarían en cinco días, pero este martes llamó directo al ISP para saber cuándo podrían estar sus resultados y le informaron que recién estarían el sábado 28, ya que el Instituto de Salud Pública tiene la capacidad de procesar 500 test diarios.
El Mostrador consultó –en off– esta situación con distintos epidemiólogos que actualmente trabajan en el sistema de salud. Concuerdan en que es muy difícil que los 922 casos de COVID-19 que tiene Chile correspondan a test realizados 24 o 48 horas antes, por lo tanto, los casos que se informan día a día corresponderían a pacientes que se hicieron el test “a lo menos tres días atrás”, destacan.
Este medio se contactó con el Minsal para consultar sobre estas cifras y tener claridad de cuántos test de coronavirus eran tomados diariamente y si las cifras de contagiados actuales correspondían a muestras de pacientes tomadas las últimas 48 horas o podían ser de hasta una semana atrás, pero no obtuvo respuesta, debido a la alta demanda que tendrían desde los medios de comunicación.
Durante el proceso de investigación para este reportaje, El Mostrador accedió a dos informes internos del Ministerio de Salud correspondientes al 21 y 22 de marzo, en donde se dan algunas luces sobre la cantidad de test aplicados en los servicios de salud y los revisados por los laboratorios privados y el ISP.
En el documento “Reporte coronavirus 21 de marzo” se precisó que el Instituto de Salud Pública había realizado 2.332 exámenes entre el 20 de enero y el 19 de marzo, con un peak de 354 test el 18 de marzo. Respecto a la capacidad de testeo, se destacó que en el sistema de salud hay una capacidad máxima de testeo de 9.450 test y que la capacidad actual era de 4.150, dividido entre Hospitales Públicos (2.100), el ISP (550) y privados (1.500).
En el informe del 22 de marzo, que tiene las cifras actualizadas hasta el sábado 21, se señaló que el ISP subió a 2.728 la cantidad de test, teniendo un peak de 408 el 20 de marzo. Además, en ambos informes está detallada la “Compra de Determinaciones de PCR Coronavirus”: para el 25 de febrero se recibieron 600 “determinaciones” del proveedor Roche; el 16 de marzo, 30 mil test del proveedor Thermofisher; 5 mil de Roche para el 23 de marzo y 20 mil de Thermofisher. Se espera que entre el 6 y 10 de abril lleguen 150 mil test de Thermofisher, danto un total de 205.600 “determinaciones”.
En el mundo hospitalario privado también hay cifras poco claras, pero –según fuentes del mismo sistema– en la última semana en las clínicas del sector oriente de la Región Metropolitana, que cuentan con mayor cantidad de pacientes contagiados, se han realizado más de 100 test al día y se estarían preparando para superar ese umbral.
Otra cifra que tampoco ha sido transparentada por el Minsal ha sido la cantidad de personas en cuarentena o “posibles contagios”.
El lunes, el ministerio publicó una actualización de la definición de caso sospechoso con vigilancia, los que deben ser notificados al Minsal a través del sistema Epivigila. El documento indicó que se deben registrar todos los casos “sospechosos”, lo que incluye a los viajeros que provienen del extranjero, aquellos con síntomas de enfermedad respiratoria aguda que hayan tenido contacto con algún positivo, los que tengan síntomas en un territorio en que haya casos de COVID-19 y quienes estén con vigilancia debido a un cuadro grave respiratorio que necesita ventilación. También se incluyen los “casos probables” a los que se les aplicó el test PCR y resultó “no concluyente” como los casos confirmados de COVID-19. Según fuentes del sistema, el conteo de sospechosos con vigilancia en Epivigila está alrededor de los 65 mil pasos.
Dentro del mundo de la epidemiología se han trabajado diversos modelos de proyección y sistematización de datos sobre el comportamiento del coronavirus en Chile. En la página de Allkun Analytica se puede revisar el desarrollo de los test realizados por el ISP en los últimos días, además de la distribución demográfica y geográfica de los casos de COVID-19 registrados en el país.
Por encargo del ministro Mañalich, el biólogo computacional Tomás Pérez-Acle, a través de la Fundación Ciencia Vida, desarrolla junto a otros científicos un modelo de georreferenciación para determinar la curva de contagios por comuna. El especialista señaló que la pregunta hoy no es qué medida es mejor para combatir al coronavirus, sino “deliberar cuál es mejor entre una y otra”.
Destacó que la curva de infectados se está aplanando de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud y que “hoy estamos creciendo a una tasa de 26%. Eso, es normal que ocurra. Todos los países comienzan con una tasa muy alta y esta se va estabilizando a lo largo del tiempo. Hoy día la mayoría de los países están creciendo alrededor del 30%, lo que vemos de Chile es que estamos creciendo por debajo de esos países, siete días después del infectado número 100”, que es la cifra a partir de la cual la curva de crecimiento comienza a estabilizarse.
Según Pérez-Acle, la situación de Chile se puede deber a dos escenarios. Por un lado, “o lo estamos haciendo maravillosamente bien” o, por otro, “enfrentamos un problema de saturación del sistema de diagnóstico. Existe un montón de problemas logísticos, que potencialmente el número que estamos viendo es un número que no necesariamente tiene que ver con la reducción de la tasa, sino más bien tiene que ver con output, con la salida del modelo de diagnóstico que estamos usando”. Explicó que “los test rápidos que se están usando masivamente en Corea, en Estados Unidos, incluso, mejoran muchísimo el output del sistema de diagnóstico. Nosotros sabemos por experiencias internacionales y han sido publicados en revistas tan prestigiosas como Science, que el número de infectados hoy en día en promedio, a nivel mundial, sería entre 10 y 50 veces más de lo que tenemos hoy en Chile”.
Por eso, agregó que “hay mirar los datos (que entrega el Minsal) con cautela y la manera de mejorar los datos de hoy es con el sistema de test rápidos”.
Línea que siguen los microbiólogos Romilio Espejo y Felipe Cabello, quienes en su columna “Coronavirus: lo que dicen y silencian las estadísticas”, plantean que “como en Chile el ensayo diagnóstico solamente se hace en algunas personas sintomáticas graves que logran ser atendidas (fiebre alta y dificultades respiratorias) y estas, según las estadísticas de la experiencia China corresponden a 20% de los infectados comprobados, debemos multiplicar el número de 746 infectados por 5, llevándose aproximadamente a unos 3.500 infectados sintomáticos”.
Agregan que “como el resultado de un examen positivo para el virus ocurre con 3 días de dilación y el número de los casos que reporta la autoridad se duplica cada tres días, el número de infectados sintomáticos hoy es al menos 7 mil personas. Considerando que alrededor del 50% o más de los infectados es asintomático, el número total de ellos sobrepasaría de esta manera los 14 mil. Si se considera también que cada infectado, asintomático o sintomático, tiene la capacidad de infectar por lo menos a dos personas más a lo largo de dos semanas, el número total de infectados en Chile probablemente se aproxima en este momento a los 30 mil”.
Para el doctor Carlos Said, máster en Salud Pública, Imperial College de Londres, la realidad de Chile no es comparable con la de Corea o EE.UU. Explicó que, además de avanzar en los test y la transparencia de sus datos, es importante fijar la trazabilidad de los contagiados: “El Comité Asesor dice que el 90% de los positivos no están hospitalizados, y sin seguimiento por personal médico, son pacientes que no se permite certificar cómo están hoy en día, si se está cumpliendo la cuarentena”.
Said agregó que “Salud Responde hoy está en estado crónico, tiene una capacidad de responder a solo 30%. Se necesita sumar la capacidad de call centers privados, va a haber miles, hasta un millón de contagiados, no sirve aumentar el testeo, si no se acompaña de supervigilancia”. Finalmente, el doctor destacó que “hay que ser realista, y avanzar a una medida, entre comillas, de bajo costo, como el aislamiento en sectores con mayores casos y aprovechar ese tiempo para avanzar en el testeo”.