Tras un período en que solo negocios de primera necesidad estuvieron abiertos, Chile se prepara para una «nueva normalidad», destaca un reportaje de la BBC. La vuelta de los funcionarios al trabajo, el regreso de las clases y la reapertura de centros comerciales son algunas medidas que se quieren implementar. La publicación recuerda que la estratega del Gobierno no ha estado exenta de polémica: diversos sectores políticos –incluidos del oficialismo–, expertos en salud e incluso algunos empresarios las han cuestionado. “Desde la comunidad médica nosotros estamos todavía muy temerosos, teniendo el invierno por delante, donde se espera una incorporación de otros virus respiratorios (…). Es por eso que preferiríamos que todos los planes de normalización estuvieran pensados posterior a la semana 27 (última semana de junio) «, explica en la nota Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico.
Mientras los contagios siguen aumentando en América Latina, hay un país en la región que, tras haber adoptado diversas medidas restrictivas para frenar la propagación del nuevo coronavirus, ya comenzó a anunciar su plan de retorno a la «normalidad»: Chile.
De acuerdo con las autoridades, la estrategia considera una serie de nuevas disposiciones para reactivar parte de la actividad económica y escolar de forma gradual.
Así, en los últimos días, el gobierno de Sebastián Piñera ha anunciado que se buscará que los funcionarios públicos comiencen a retomar sus puestos de trabajo de manera presencial, que los escolares vuelvan a clases y que los centros comerciales reabran sus puertas bajo ciertos protocolos, entre otras cosas.
Si bien aún no se han fijado fechas específicas, se habla de que este «plan retorno» debiera producirse entre lo que queda de abril y mayo.
Las medidas no han quedado exentas de polémica: diversos sectores políticos -incluido dentro del oficialismo-, expertos en salud e incluso algunos empresarios las han cuestionado.
Y es que, según han dicho las autoridades sanitarias, el aumento diario de contagios de coronavirus aún no ha alcanzado su nivel máximo en el país.
De hecho, se espera un incremento de los casos positivos en las próximas semanas, y si así sucede, coincidiría con la apuesta de suavizar las restricciones contra la pandemia, advierten los opositores a la idea.
Sin embargo, acuñando el término de la «nueva normalidad», la administración de Piñera ha defendido la necesidad de «convivir» con el virus.
«No existe una contradicción entre proteger la salud y la vida de las personas, y proteger sus empleos, ingresos y calidad de vida, pues estos últimos también afectan la salud y la vida de nuestros compatriotas», dijo el mandatario al explicar los lineamientos de algunas de estas medidas, el domingo 19 de abril.
Detalles de las medidas
Pero ¿en qué consisten concretamente las nuevas medidas?
El regreso de los funcionarios públicos a sus puestos de trabajo apunta a aquellos que son «esenciales y fundamentales» para poder atender a los ciudadanos.
Quedarán excluidas las personas que son de alto riesgo, entre ellos, los mayores de 70 años, las embarazadas y quienes padecen algunas enfermedades, como cardíacas o pulmonares.
A pesar de que en un principio el plan era comenzar con el retorno a partir de este lunes 20 de abril, el gobierno decidió matizar su decisión y por ahora solo lo harán los jefes y directivos de servicio.
Para el resto, se impondrá un criterio de «gradualidad» del retorno presencial que se extenderá hasta el mes de mayo.
El regreso a clases, en tanto, consta de tres fases.
Primero, se reactivarán las escuelas rurales (con menos de 100 alumnos), luego lo harán los estudiantes de enseñanza básica y, finalmente, los secundarios.
Además, se estudia la opción de combinar clases presenciales con actividades virtuales.
Este retorno «escalonado» tiene como objetivo evitar aglomeraciones.
Por lo mismo, se espera que no haya más de 20 alumnos por curso, y que tanto estos como los profesores tomen las medidas necesarias de resguardo (el uso de mascarillas y el distanciamiento social, entre otras).
El denominado «Plan gradual de vuelta a clases» aún no tiene una fecha establecida (a pesar de que en un principio se hablaba de que se concretaría este lunes 27 de abril) pero las autoridades han dicho que será a partir de mayo.
Finalmente, respecto a la reapertura de los centros comerciales, Piñera ha dicho que es necesario «poner en marcha nuestra sociedad, vidas y empresas».
«No puedo ignorar que estamos enfrentando una recesión a nivel a mundial«, agregó.
Así, el gobierno presentó el viernes 17 de abril un protocolo con medidas para que los malls puedan retomar sus operaciones bajo ciertas restricciones.
Entre ellas, figura la de tener a disposición de los clientes y el personal productos de higiene; garantizar el distanciamiento social; promover que los consumidores eviten la manipulación de productos que no serán adquiridos; y el uso obligatorio de mascarillas.
Tras la publicación del protocolo, el fin de semana pasado abrió el primer centro comercial en Chile, llamado Mall Plaza del Sol de Quilpué.
A pesar de que el representante del Ministerio de Salud en esa zona dijo que cumplía con las «condiciones» para hacerlo, el establecimiento decidió cerrar sus puertas solo 48 horas después de su reapertura pues reconocieron que «involucra un riesgo importante de aumentar los contagios de covid-19».
Aun así, hay otros centros comerciales en la capital, Santiago, que ya han comenzado a abrir paulatinamente, aunque con menos locales y con cafés con servicio a domicilio.
La apuesta de Chile de comenzar con su plan de retorno a una «nueva normalidad» es arriesgada.
Así lo han señalado expertos en materia sanitaria que ven con cautela esta decisión en medio de un aumento de los casos en el país latinoamericano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió esta semana que cualquier reducción de las medidas restrictivas en el mundo se tiene que hacer con precaución para evitar un aumento exponencial de los casos positivos.
«Lo peor aún está por venir. Prevengamos esta tragedia. Es un virus que muchas personas aún no entienden», dijo el 20 de abril Tedros Adhanom, director general de la OMS, al tiempo en que varias naciones comenzaron a relajar sus medidas, como Alemania o República Checa.
Pero, al contrario de estos países europeos, en Chile todavía no se ha alcanzado el pico de contagios. Y esto es justamente lo que preocupa a los expertos.
«Todavía no hemos llegado al pico de casos, estamos en la fase de ascenso y por lo tanto hay que ser muy cuidadosos«, le explica a BBC Mundo el médico experto en enfermedades infecciosas y decano de la facultad de medicina y ciencia de la Universidad San Sebastián, Carlos Pérez.
Por otra parte, hay quienes han planteado dudas respecto a que se instale esta «nueva normalidad» antes de que comiencen los contagios de otras enfermedades infecciosas que son comunes en Chile, como la influenza.
«Desde la comunidad médica nosotros estamos todavía muy temerosos, teniendo el invierno por delante, donde se espera una incorporación de otros virus respiratorios», le dice a BBC Mundo Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico de Chile.
«Es por eso que nosotros preferiríamos que todos los planes de normalización estuvieran pensados posterior a la semana 27 (última semana de junio) donde habitualmente tenemos los períodos más altos de influenza y de virus respiratorios que pueden tensionar a nuestras unidades de pacientes críticos», agrega.
Siches asegura que, si bien hasta el momento Chile ha demostrado cierta estabilidad en el aumento de sus casos, deben estar preparados para un «escenario incierto».
De todas maneras, esta «estabilidad» es para algunos una señal de que podrían reactivarse algunas actividades.
«El equilibrio y la contención de los casos graves, hace pensar que podemos ir activando ciertas medidas. Pero estamos en un momento superdelicado y hay que pensar muy bien el cuándo, el dónde y el cómo», le dice a BBC Mundo el infectólogo de la Universidad Católica de Chile, Jaime Labarca.
Para el experto, se debe empezar por reactivar primero las actividades «críticas» para la sociedad, como la atención en salud de otras patologías o servicios básicos.
«Tenemos que pensar que esto no va a durar un mes, sino probablemente 18 meses y con rebrotes a través del tiempo entonces de alguna manera tenemos que empezar a acostumbrarnos», añade.
BBC Mundo les consultó a diversas dependencias del gobierno chileno sobre los detalles de las medidas y sus cuestionamientos, pero al cierre de este artículo no obtuvo respuesta.
El retorno al trabajo presencial de funcionarios públicos ha provocado una fuerte polémica en Chile en los últimos días.
La Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) ha dicho, incluso, que la decisión «vulnera el derecho a la vida».
El gobierno, no obstante, lo justifica asegurando que el Estado «presta servicios esenciales», como el pago de las pensiones y otras prestaciones sociales.
Por su parte, el consejo asesor chileno para el covid-19 ha señalado que, si bien apoyan un reintegro «gradual» de estos trabajadores, se debe tener en consideración la evolución del brote en las distintas regiones del país.
Para algunos expertos, si esto se lleva a cabo debe hacerse de forma progresiva.
«Debe ser con menos dotación, con distintos sistemas de turnos y las personas deben mantener medidas restrictivas», explica el médico Carlos Pérez.
«Es factible hacerlo mientras se monitoree día a día y, así, si se produce un brote, bajar inmediatamente la indicación», agrega.
En todo caso, de acuerdo con Pérez lo que más inquieta no es el tema de los funcionarios públicos sino el retorno a clases.
«Es imposible lograr que los niños pequeños tomen precauciones como la distancia social o el lavado de manos. Por eso, entre más retrasemos el retorno, es mejor».
La idea tampoco convence al Colegio de Profesores.
Sus representantes han manifestado su oposición y han señalado que «de ninguna manera» apoyarán un regreso a clases en mayo.
La reapertura de los centros comerciales también ha suscitado rechazo.
Incluso, el empresario Horst Paulmann, controlador del grupo Cencosud -que maneja grandes centros comerciales en Chile-, se ha manifestado en contra.
«Sería un grave error», dijo sobre una eventual reapertura, en entrevista con el Diario Financiero.
«Es casi imposible saber lo que pasa en cada local (…). Y vamos a tener tantos reclamos de clientes que están a favor o en contra, que va a ser muy difícil controlar el acceso y el funcionamiento con miles y miles de personas adentro», añadió.
Una opinión similar comparte el médico Carlos Pérez.
«Entiendo que hay un tema económico de por medio, pero en grandes tiendas se pierde totalmente el control», dice.
El temor frente a la reactivación de ciertas actividades también tiene que ver con instalar una sensación de seguridad en la ciudadanía que no es pertinente para el momento.
Así lo plantea Izkia Siches: «Es importante concentrarse en las actividades de primera necesidad, entendiendo que tiene un impacto económico y laboral. Lamentablemente, ha habido mensajes que dan una falsa sensación de seguridad. Y hemos visto que los ciudadanos han relajado medidas de contención».
El infectólogo Jaime Labarca, en tanto, indica que «no debemos ser triunfalistas».
«Si bien al día de hoy la situación está más o menos controlada, todo se puede echar a perder. El mensaje debiera ser de mucha cautela», agrega.
Por otra parte, en medio de este plan de «nueva normalidad», las autoridades chilenas preparan la implementación de un pasaporte de inmunidad -al que denominan «carnet covid-19»- que establece un sistema de identificación electrónico para que los pacientes recuperados de coronavirus puedan certificar que superaron la enfermedad.
Si bien su puesta en marcha iba a comenzar el lunes 20 de abril, el Ministerio de Salud decidió postergarlo «para los próximos días» pues, según explicaron, se están «afinando los detalles de su software».
No obstante, la propia OMS ha señalado que aún no existe suficiente información sobre el virus como para aplicar este tipo de medidas que, por cierto, muchos otros países están intentando implementar.
Además, expertos del organismo han indicado que no todas las personas recuperadas de covid-19 desarrollan anticuerpos y, de desarrollarlos, tampoco está claro si genera inmunidad (ni por cuánto tiempo).
Así, en un escenario que aún se ve bastante incierto, quedan dudas respecto a algunas de las estrategias que Chile está llevando adelante.
Y es que, tal como dice la presidenta del colegio médico, esta enfermedad «todavía está por delante«.