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Analistas desmenuzan la semana para el olvido de RD tras la polémica por las donaciones: se pone en jaque la moral y el discurso político del partido PAÍS Crédito: Agencia Uno

Analistas desmenuzan la semana para el olvido de RD tras la polémica por las donaciones: se pone en jaque la moral y el discurso político del partido

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Cristian Leighton Miranda
Por : Cristian Leighton Miranda Periodista. Coordinador de Mesa Periodística y Redes Sociales de El Mostrador
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El diputado Renato Garín destapó la olla hace una semana, cuando utilizó su cuenta de Twitter para denunciar públicamente que Giorgio Jackson y el resto de la bancada de Revolución Democrática aseguran donar la mitad de su dieta, lo que no sería efectivo porque “con ese ahorro se financiarán sus campañas a la constituyente, reelección y Senado”. Las críticas de inmediato explotaron. Si bien desde la colectividad intentaron poner paños fríos al asunto –incluso calificándolo como «polémica artificial»–, el daño a la imagen de RD ya está hecho. Y apunta a dos ejes centrales, según analistas políticos consultados por El Mostrador: uno, que “obligará a un giro en el relato político de RD para lograr diferenciarse. Pues, de aquí en adelante, sus discursos van a ser leídos con la carga de una posible letra chica», como afirmó Claudio Arqueros; el otro, es su condición de referente “moral” con que han construido su bandera política, pues «deberían tener una hoja en blanco impecable y claramente esto no pareciera ser el caso”, según Kenneth Bunker, Sin embargo, no todos son tan críticos. Para Claudio Fuentes, lo más «grave» es que «eventualmente no comunicaron bien o debieron haber mejorado la transparencia respecto de hacia dónde se destinaban los fondos”, mientras Hugo Herrera considera que este traspié puede significar «un aprendizaje».


Hace una semana, el diputado Renato Garín destapaba la olla. El exmilitante de Revolución Democrática (RD) utilizó su cuenta de Twitter para denunciar públicamente que Giorgio Jackson y el resto de la bancada aseguran donar la mitad de su dieta, cuando no es efectivo, porque “con ese ahorro se financiarán sus campañas a la constituyente, reelección y Senado”.

De inmediato, las redes sociales y el mundo político se volcaron a comentar la polémica del partido, la que, de momento, no tiene fecha de término. Si bien desde RD quieren bajarle el perfil al asunto, incluso calificándolo como «polémica artificial», el daño a la imagen de la colectividad ligada al Frente Amplio ya está hecho.

Según analistas políticos, la herida dentro de RD apunta a dos cosas: la condición de referente «moral» que han enarbolado desde su creación y su discurso político.

Sobre lo primero, el analista Claudio Arqueros dijo que «es un hecho que hay una contradicción, entonces las consecuencias de esa contradicción han generado una discusión pública que en ningún caso es artificial, porque el hecho está ahí”.

“Cuando RD se mira al espejo hoy, se aparece a lo mismo que ellos criticaron y eso llama a una pregunta para una reinvención de su discurso y con explicaciones públicas previas”, explicó en entrevista con El Mostrador.

A su juicio, esta polémica “obligará a un giro en el relato político de RD para lograr diferenciarse. Pues, de aquí en adelante, sus discursos van a ser leídos con la carga de una posible letra chica«.

“Eso tiene una connotación de la cual tiene que hacerse cargo, no solo porque hay un hecho contradictorio que tiene una contradicción moral, porque el relato político con el cual se instala RD es precisamente la crítica a la forma en la que se manipula y se trata el dinero en la política. De hecho, ellos mismos sugirieron una rebaja en la dieta, porque les parecía impresentable que los parlamentarios se beneficiaran de estos dineros”, indicó.

“Eso no es una polémica artificial, pero, además tiene una connotación no menor, insisto, porque el relato político medular de RD, se sustentaba en la crítica a los hábitos de la clase política, entre ellos estos mismos a los que hoy se ven vergonzosamente expuestos. Por eso ellos propusieron (como una bandera de lucha) la rebaja del sueldo de los parlamentarios, y resulta que ahora aparecen están haciendo prácticamente lo mismo”, afirmó. “Esto va a obligar a una reinvención del relato político de RD a no ser que las presiones desde el punto de vista mediático se apaguen rápidamente o esto pase sin pena ni gloria para el resto de la clase política, y yo creo que no debería ser así, porque esto requiere explicaciones necesarias y merecidas. Si bien, desde el punto de vista legal el Servel debe pronunciarse, lo cierto es que desde la dimensión política el caso “donaciones” es equivalente a lo que su relato condenaba. Por eso es necesario explicar y girar el discurso, porque se hizo evidente la contradicción al discurso que los constituía”, finalizó.

El problema es otro

Para Claudio Fuentes, profesor de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, esta denuncia de Garín sí es una polémica artificial, ya que «se está comparando la situación que vivieron algunos partidos políticos, respecto del financiamiento ilegal de la política, con el caso de Revolución Democrática y yo creo que son situaciones totalmente incomparables y que no tienen nada que ver”.

«En segundo lugar, cuando uno observa las declaraciones de Giorgio Jackson en el pasado, él claramente y reiteradamente señaló que los recursos iban al partido y, por lo tanto, también el debate de las donaciones a mí me parece un poco artificial e inflado por parte de las redes sociales y algunos medios de comunicación, porque si uno ve la trayectoria de las declaraciones, él siempre dijo que esos recursos iban al partido”, subrayó.

Quizá lo único que se puede criticar a RD, según Fuentes, es que «eventualmente no comunicaron bien o debieron haber mejorado la transparencia respecto de hacia dónde se destinaban los fondos”.

“Pero más allá de esos errores, creo que, dado el contexto cuando partió esto, el partido Revolución Democrática no quería recibir fondos de empresarios, sino que quería reducir sus dietas parlamentarias, creo que la opción que tomó era razonable. Quizá fallaron en comunicar de mejor modo y con más transparencia el destino de los fondos”, afirmó.

Para Fuentes, esta polémica solo servirá para que se cambie el actual sistema de financiamiento de partidos. “Yo soy partidario de prohibir los aportes privados para evitar las grandes y fuertes desigualdades que hay entre el mundo privado, que tiene acceso a financiar ciertos grupos políticos y no a otros y, por lo tanto, se genera una fuerte desigualdad”, indicó.

“Creo que el Estado, al igual que el modelo europeo, debe asumir un rol más relevante al financiamiento de campaña, para evitar esta mercantilización de las campañas políticas en donde se depende más del mercado, de tu capacidad de ahorro (el caso de RD) o del acceso a recursos financieros, como es el caso de la derecha”, finalizó, agregando que «el tema de fondo es la desigualdad que existe y cómo se puede hacer política, campaña y todo lo que requiere una democracia, ya que necesitamos campañas, necesitamos información, los ciudadanos tienen que votar informadamente, pero para eso se requiere de un modelo distinto y que tenga que ver con condiciones de igualdad en el acceso a recursos y no influencia de grandes grupos de interés en el sistema político chileno”.

Juicio ético pero no legal

Kenneth Bunker, cientista político, considera que esta polémica de RD sí existe, pero no tiene nada que pueda dañarlos legalmente, sino que solo lo hará de forma ética y moral. “Esto es un juicio ético y moral, no legal, lo que se le está haciendo a Revolución Democrática. Creo que es importante porque ellos se han posicionado dentro del campo político como una voz moral, como un partido, una coalición que viene a renovar la oferta política, que presenta una alternativa nueva y más transparente que la que ha existido hasta ahora”, dijo a El Mostrador.

“Entonces, obviamente, si ellos están proponiendo una vara y un estándar más alto, deberían ser ellos los primeros que pasen esa vara con mucha holgura. O sea, si ellos estarán poniendo las normas morales de la política, deberían tener una hoja en blanco impecable y claramente esto no pareciera ser el caso”, apuntó.

“Si ellos lo hubieran hecho como lo hace el Partido Comunista (PC) no sería un problema. Lo que pasa es que el PC no anda pidiendo que los demás se comporten a cierto estándar moral, en el PC siempre los diputados han donado una parte importante de su sueldo al partido, pero a nadie le importa porque ellos no son los que andan juzgando a los demás”, precisó.

“Es más que nada una pasada de cuenta en ese sentido”, puntualizó, insinuando que «algo huele mal en esa coalición y que algo no están haciendo bien. Claramente tiene que ver con esta vara moral, sin cumplirla del todo ellos, y segundo, de una incapacidad de negociar internamente y de satisfacer todos los liderazgos distintos que se les promete desde el inicio”.

Un aprendizaje para RD

Para el analista político Hugo Herrera, «es complejo el asunto especialmente porque el FA y RD, en particular, se plantearon en una parada que no es unánime, pero que es muy fuerte, que es una parada moralizante”.

«Cuando tú te eriges en autoridad moral en la política, siempre se vuelve complicado cualquier posible cuestionamiento a tu intachabilidad y, en ese sentido, creo que esta crisis se ha acentuado y ha escalado a niveles que no lo hubieran hecho en otros conglomerados políticos, precisamente porque RD plantea un discurso político moralizante y en ese sentido quedan sujetos a ese mismo esquema moralizante”, dijo a El Mostrador.

Sin embargo, esta polémica podría significar «un aprendizaje para RD, ya que hay dos alternativas: o se deslindan como un movimiento claramente político o persisten en su camino moralizante, lo que los va a llevar a la descomposición en un último término”.

“En principio no es malo que haya un financiamiento de los parlamentarios a sus propios partidos, pero eso hay que regularlo. A lo mejor hay que adecuar la Ley de Financiamiento para que esto se permita, pero todo depende en gran medida de que RD deje esa inmadurez moralizante y ese rigorismo que le impuso de alguna manera Atria y que ha seguido también Jackson, y que entiendan que la política no tiene que ser inmoral y que se trata de cómo se puede contribuir a generar consensos y reformas institucionales y contribuir a que la institucional logre expresar y dar cauce a las pulsiones y anhelos del pueblo”, finalizó.

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