Se trata de las universidades Mayor y Bernardo O’Higgins, los centros de formación técnica Santo Tomás y Lota Arauco y el Instituto Profesional Escuela de Contadores Auditores de Santiago. La decisión de estos planteles se produce en un momento complejo para el sector de la educación superior, dado que la pandemia del coronavirus ha agudizado la crisis económica que atraviesa el sistema. De aceptarse su incorporación, para el Estado representará “un aumento del gasto fiscal de aproximadamente 47 millones de dólares para el próximo año (…) que probablemente nos lleve a dejar de financiar otras iniciativas”, advirtió el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas.
El Ministerio de Educación informó que cinco planteles de educación superior pidieron sumarse a la gratuidad. Se trata de las universidades Mayor y Bernardo O’Higgins, los centros de formación técnica Santo Tomás y Lota Arauco y el Instituto Profesional Escuela de Contadores Auditores de Santiago, que suman en total unos 64 mil estudiantes.
La decisión de estos planteles se produce en un momento complejo para el sector de la educación superior, dado que la pandemia del coronavirus ha agudizado la crisis económica que ha atravesado el sistema.
La falta de recursos en las familias de los sectores más pobres ha llevado a que el gasto en la matrícula pase a segundo plano y ha puesto en jaque los aranceles, el eje central del sistema de financiamiento de universidades, Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales, tal como revela la nota publicada hoy por El Mostrador sobre las “opciones de salvataje” al sistema de educación superior.
La solicitud de los planteles que están por acceder a la gratuidad, representará un importante gasto para el Estado en un complejo momento económico. «Es un aumento del gasto fiscal de aproximadamente 47 millones de dólares para el próximo año (…). Esto significa un esfuerzo fiscal importante en un contexto complejo como el que estamos viviendo, que probablemente nos lleve a dejar de financiar otras iniciativas», indicó a El Mercurio el subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas.
De acuerdo a esta publicación, las universidades que están pidiendo acceder al beneficio argumentan que quieren entregar esta alternativa porque entre un 55 y un 68 por ciento de sus estudiantes tienen una alta vulnerabilidad y se beneficiarían con el cambio.
Según el rector de la Escuela de Contadores Auditores de Santiago, Rodrigo Cerón, “hemos llevado nuestros estados (financieros) prácticamente a pérdida, para que los chicos puedan seguir estudiando (…). Los estudiantes necesitaban el apoyo. Tenemos prácticamente 50 por ciento de chicos con alta vulnerabilidad».
En tanto, Patricio Pérez, rector del CFT Lota Arauco, sostuvo que “a las instituciones técnicas les conviene mucho la gratuidad, porque trabajamos en un segmento en que cuesta mucho pagar los estudios».
En el caso de la Universidad Mayor, recordemos que cuando partió el sistema cumplía con todos los requisitos para sumarse a la gratuidad. Sin embargo, el plantel optó por no hacerlo, argumentando posibles efectos financieros y además el temor a una posible “intervención del Estado” en su operación.
Sin embargo, decidió dar un giro y solicitó a la Subsecretaría de Educación Superior entrar al sistema, en una decisión marcada por el impacto del estallido social y la pandemia. “Es una muestra de empatía y comprensión con el 55% de nuestros actuales estudiantes, quienes hoy calificarían para optar al beneficio», señaló la casa de estudios en una comunicación interna.