Francisco Castillo explica que el protocolo por COVID-19 es sumamente estricto y establece que las personas fallecidas salen “encapsuladas en bolsas especiales sanitarias” desde los hospitales. Además, está “absolutamente prohibido tocar o abrir las urnas”. Para los seres queridos es un momento duro, añade el dueño de Funerarias Castillo, porque “no se puede ver al familiar fallecido, y la gente queda con ese tremendo vacío de no poder ver o saber realmente si la persona que está dentro del ataúd es su padre, su madre, su hermano”. Sin embargo, el caso del funeral del obispo al que asistió el Presidente Piñera es diametralmente opuesto, y “la funeraria a todas luces incumplió el protocolo sanitario”, subraya.
La polémica por el funeral del exarzobispo emérito de La Serena, Bernardino Piñera, sigue sumando actores en el debate. Ahora fue Francisco Castillo, presidente de las funerarias del país, quien fue enfático en señalar que la ceremonia “es un lujo que no se han podido dar más de 7 mil familias” en Chile, aludiendo a las víctimas que ha dejado la pandemia del coronavirus.
La ceremonia se realizó este domingo y en ella participó el Presidente Sebastián Piñera, sobrino del religioso, y el exministro del Interior Andrés Chadwick, entre otros. De acuerdo a los videos, en el funeral se contravinieron varias normas sanitarias –como el número de asistentes o la distancia social– e incluso se abrió la tapa que cubre el vidrio del ataúd, pese a las advertencias de algunos de los presentes, considerando que el difunto falleció por neumonía por COVID.
Para el dueño de Funerarias Castillo, lo sucedido en las exequias es diametralmente opuesto a lo que ocurre con la gente “común y corriente”. “No sé cuáles son las atribuciones de la Presidencia de la República (…), pero (el protocolo indica que) no se puede ver al familiar fallecido, y la gente queda con ese tremendo vacío de no poder ver o saber realmente si la persona que está dentro del ataúd es su padre, su madre, su hermano”, dijo al programa “Hola Chile” de La Red.
En cuanto al procedimiento, Castillo acotó que “la verdad es que nosotros le hemos puesto mucho hincapié en todas las funerarias en cumplir los protocolos estrictos respecto a las urnas y a la asistencia de personas a un funeral”.
En tal sentido, explicó que “las personas fallecidas deben ser encapsuladas en bolsas especiales sanitarias”, pero en el caso del funeral del obispo “se ve que eso no se cumple”.
Castillo añadió que “las urnas son sacadas selladas desde el mismo recinto hospitalario, cerrada, encapsulada, sanitizado todo, y está absolutamente prohibido tocarla o abrirla” y así son trasladadas “directamente a los cementerios”.“La funeraria a todas luces incumplió el protocolo sanitario”, enfatizó.
Video: Via Twitter @manuelbzr
En medio de este debate, el cementerio Parque del Recuerdo se refirió este lunes a la polémica, asegurando que, de acuerdo con el Protocolo de Funerales en contexto de pandemia por COVID-19, “la urna se encontraba sellada”.
“Desde el comienzo de esta contingencia de salud pública, Parque del Recuerdo ha cumplido estrictamente con los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud para funerales por COVID-19” añadió el camposanto, en alusión a la cantidad máxima de 20 asistentes y el distanciamiento social durante las ceremonias fúnebres.