La aprobación en la Sala de la Cámara de Diputados del proyecto de retiro del 10% de los fondos de AFP dolió en el alma en La Moneda. Aunque la iniciativa está en su primera etapa legislativa, el Presidente puso a todo su comité político de cabeza a trabajar para contener la fuga de votos de Chile Vamos. Esfuerzos liderados por los ministro Blumel y Briones, que no lograron su cometido, ya que 13 diputados de la coalición respaldaron el proyecto y solo 25 la rechazaron. Según personeros oficialistas, el resultado deja a La Moneda en una posición debilitada y confirma la idea de que al interior de Chile Vamos hay un “desgobierno”.
La derrota de ayer fue tremenda para La Moneda, pocas veces vista, más aún después de todo el intenso despliegue que realizó el comité político para alinear a las huestes del oficialismo y la oferta concreta que puso el Gobierno sobre la mesa, de mejorar el Plan Clase Media. Pero, a pesar de todo eso, el proyecto de retiro del 10% de los Fondos de las AFP se aprobó anoche en la Sala de la Cámara de Diputados gracias a 13 votos de parlamentarios de Chile Vamos, un hecho que vino a constatar el “desgobierno” que impera al interior de la Chile Vamos y la “falta de autoridad” absoluta por parte del Presidente Sebastián Piñera y sus ministros.
Los problemas para mantener ordenadas a las huestes de Chile Vamos se han arrastrado hace tiempo, a pesar del cambio que se hizo en el elenco del comité político, con la incorporación de Claudio Alvarado en la Segpres y Cristián Monckebeg en Desarrollo Social. Solo en la última semana, el Gobierno fue notificado de la molestia al interior de RN y la UDI por el no envío del veto presidencial al proyecto que puso fin a la reelección de autoridades, recibió un iracundo llamado de atención –que tuvo más tono de amenaza– del gremialismo, que apuntó sus dardos contra el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y no logró convencer ni a su propia coalición con el Plan Clase Media para enfrentar los efectos económicos de la crisis sanitaria. El proyecto causó tal rechazo en el oficialismo, que La Moneda tuvo que presentar en tiempo récord una nueva propuesta, que dio a conocer ayer y que tampoco convenció a todas las bancadas.
Todo esto fue la antesala de lo sucedido ayer en el Congreso, Según personeros de Gobierno, la aprobación del proyecto de retiro de fondos de las AFP para afrontar la crisis económica por la pandemia, tiene dos dimensiones que ponen a prueba la “viabilidad de la estructura actual del Gobierno”.
Por un lado, con esta votación el Presidente Piñera habría puesto en juego su imagen como un Mandatario “capaz de gobernar”, ya que desplegó a todo su equipo político para contener la fuga de votos y no tuvo éxito. Por otro lado, el proyecto de retiro de las AFP es visto como un atentado al valor simbólico del ideario de la centroderecha y su legado de los últimos 30 años en el país. Tan importante, que varios viejos próceres del sector se lo habrían hecho ver personalmente a Piñera y a sus ministros más cercanos. Hasta el exministro y extimonel gremialista, Pablo Longueira, envió una carta a sus compañeros de la UDI pidiendo que rechazaran la moción parlamentaria e invocando el legado de Jaime Guzmán que los rige como colectividad.
[cita tipo=»destaque»]En la Cámara de Diputados recalcaron que en esta pasada “la principal figura fue Briones”, que el ministro intentó hasta último momento dar vuelta a los parlamentarios de Renovación Nacional, pero que su dogmatismo “le jugó una mala pasada», porque «no abrió lo suficiente la cartera”. Un punto al que nunca lograron llegar a acuerdo fue el monto del Ingreso Familiar de Emergencia Plus que integró el Gobierno en las mejoras del Plan Clase Media. Además, su acotación al Registro Nacional de Hogares, hacía que “su cobertura fuera marginal”, precisó un parlamentario de Chile Vamos. El ministro Blumel se quedó en Santiago, porque según explicaron en Palacio había plena conciencia que su figura en estos momentos genera «muchos anticuerpos», por lo que siguió la votación y las negociaciones desde La Moneda junto al Presidente Piñera. Fuentes de derecha afirmaron que durante las reuniones en Valparaíso, el Jefe de Estado mandó un par de mensaje directos a sus ministros políticos para monitotear las negociaciones.[/cita]
En el oficialismo reconocieron que la derrota en la Cámara de Diputados terminó por sobreexponer la figura del Presidente Piñera, no solo ante la ciudadanía como un líder sin control de la agenda, sino que también instaló su nombre en diferentes círculos del empresariado, que ven con preocupación no solo el avance de este proyecto en particular, sino la señal de descontrol interno que se proyecta desde La Moneda. Por eso anoche no pocos pusieron el acento en que la administración piñerista está hoy en su momento político más débil, con una pandemia en desarrollo, un posible estallido social 2.0 y con el proceso constituyente a la vuelta de la esquina.
Desde los círculos más duros de la derecha vieron en esta derrota del Gobierno una muestra de “debilidad” y falta de liderazgo del comité político. La exministra Marcela Cubillos consignó, vía Twitter, que “este es el resultado de enfrentar con populismo, buenismo y sin coraje a la izquierda ideológica. O alguien cree que van solo por el 10%?”, palabras que según personeros gubernamentales marcan “una división ideológica” con el manejo que está teniendo el Presidente Piñera.
El diputado Jorge Alessandri (UDI) dijo que ayer Chile Vamos vivió “la peor noche desde su existencia», porque el proyecto “se aprobó durante la conducción política de este Gobierno» con votos de la UDI y RN y recalcó que la coalición necesita revisar la forma para frenar «una ola populista que reconoce que no va por el 10% sino que va a terminar con el sistema de pensiones de la cuenta individual”
El decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, explicó que el resultado de anoche en la Cámara de Diputados «es una seria derrota política para el Gobierno”, que expone y pone como tema “la continuidad del ministro del Interior (Gonzalo Blumel) y del ministro de Hacienda (Ignacio Briones), ambos de Evópoli”. Dos liderazgos que han estado en el foco de las críticas al interior del oficialismo, principalmente desde Renovación Nacional y la UDI, pero que han contado en todo momento con el blindaje del piñerismo al interior de La Moneda y especialmente del influyente jefe de asesores del segundo piso, Cristián Larroulet.
Todo el despliegue para enfrentar la jornada de este miércoles en el Congreso fue diseñado por la “dupla BB”, los ministros Blumel y Briones. Temprano ayer en la mañana hubo una reunión en las oficinas del ministro de Hacienda en Teatinos 120, a la que arribaron los ministros Monckeberg, Blumel y Alvarado, junto a los jefes de bancada de Chile Vamos. Un encuentro que había dejado un sentimiento de satisfacción y cierta tranquilidad en La Moneda.
Luego vino todo un despliegue en terreno con Briones, Monckeberg y Alvarado en el Congreso y, según parlamentarios de Chile Vamos, la presión “fue brutal”. El diputado Andrés Celis (RN) –uno de los que votó a favor del proyecto– señaló que el despliegue le “pareció entre curioso, especialmente extraño y poco criterioso. No vi ese lobby ni para la acusación constitucional de (Andrés) Chadwick, es primera vez en mi vida que te llaman amigos o militantes de RN que trabajan en ministerios para tratar de convencerme. Eso les jugó una mala pasada”.
En la Cámara de Diputados recalcaron que en esta pasada “la principal figura fue Briones”, que el ministro intentó hasta último momento dar vuelta a los parlamentarios de Renovación Nacional, pero que su dogmatismo “le jugó una mala pasada», porque «no abrió lo suficiente la cartera”. Un punto al que nunca lograron llegar a acuerdo fue el monto del Ingreso Familiar de Emergencia Plus que integró el Gobierno en las mejoras del Plan Clase Media. Además, su acotación al Registro Nacional de Hogares, hacía que “su cobertura fuera marginal”, precisó un parlamentario de Chile Vamos. El ministro Blumel se quedó en Santiago, porque según explicaron en Palacio había plena conciencia que su figura en estos momentos genera «muchos anticuerpos», por lo que siguió la votación y las negociaciones desde La Moneda junto al Presidente Piñera. Fuentes de derecha afirmaron que durante las reuniones en Valparaíso, el Jefe de Estado mandó un par de mensaje directos a sus ministros políticos para monitotear las negociaciones.
Constatada la derrota en la Sala, Piñera se reunió anoche con Larroulet, el ministro del Interior y la vocera Karla Rubilar para diseñar la estrategia para hoy, considerando la ola de críticas y que el proyecto de retiro de fondos se revisará esta tarde, desde las 17:00 horas, en comisión mixta de Constitución. El objetivo de La Moneda sería tratar de retardar su tramitación, para ganar tiempo y así evitar que el mismo resultado se replique en el Senado.
Durante el mismo instante que se aprobó el proyecto en la Sala, se instalaron los rumores de la salida del ministro Blumel del Gobierno, ya que su permanencia en el gabinete se hace insostenible después de la feroz derrota política que sufrió ayer La Moneda y los cuestionamientos a su falta de liderazgo político desde el gremialismo. Incluso, durante la noche se dijo que habría presentado su renuncia y que esa carta ya estaba sobre el escritorio del Presidente, pero fuentes de Palacio le bajaron el perfil al asunto: “Este es un importante partido de fútbol del campeonato, se jugó un primer tiempo intenso, con jugadores del Gobierno que lo dieron todo en la cancha, y que se perdió por un autogol de la UDI. Aún queda el segundo tiempo, y los penales”, plantearon en La Moneda.
Frente a este panorama, el analista Marco Moreno aseguró que “la permanencia de los ministros de Evópoli se ve muy difícil, el Presidente está en una situación de debilidad por el estallido social, la crisis de la pandemia, eso lo va a obligar a tomar medidas y creo que se va a expresar en un necesario cambio de gabinete para lograr retomar el control de la agenda”.
Pese a que a la hora de almuerzo el comité político transmitió noticias alegres a Santiago, luego que el ministro Alvarado confirmó que el gremialismo rechazaría la iniciativa para retirar fondos de la AFP, al final de la jornada cuatro parlamentarios –Cristhián Moreira, Celso Morales, Pedro Álvarez Salamanca y Virginia Troncoso– hicieron caso omiso de las presiones del ministro Briones y votaron a favor. Si bien ese desmarque generó críticas contra el ministro de la Segpres, dada su condición de militante gremialista, al interior de la UDI todas las culpas están centradas en el ministro Blumel, en su mal manejo político y la “poca autoridad” que ha demostrado en el último tiempo.
En el Gobierno saben que en la UDI tienen cuentas pendientes con Blumel por no haber gastado todos los cartuchos para salvar a Andrés Chadwick de la aprobación de la acusación constitucional en su contra o haber bloqueado –acusaron– la gestión de Felipe Ward mientras estuvo en la Segpres. En la derecha afirmaron que las críticas a Blumel, en todo caso, constituyen una estrategia y la única forma para criticar el trabajo político del propio Presidente, porque no lo pueden decir directamente y por eso atacan al jefe del gabinete de ministros.
Los que defienden a Blumel dijeron que sacrificó su imagen y reputación al haber aceptado el Ministerio del Interior en pleno estallido social y que ha sido fiel en la primera línea con el Presidente y con uno de sus protectores, Cristián Larroulet.
RN no estuvo ajena a los coletazos políticos tras la votación del proyecto para retirar el 10% de los fondos de pensiones. El partido dirigido por Mario Desbordes aportó con 9 –Eduardo Durán, Miguel Mellado, Leonidas Romero, Ramón Galleguillos, Érika Olivera, Hugo Rey, Aracely Leuquén y Andrés Celis, además del independiente pro RN Pablo Prieto– de los 13 votos de la derecha que aprobaron el conflictivo proyecto, además de varias abstenciones, como la del propio Desbordes y la vicepresidenta Paulina Núñez. La moción parlamentaria, a pesar de todo el despliegue del Gobierno, tuvo solo 25 votos de rechazo, un conteo que dejó preocupado al Ejecutivo.
Tras el resultado, cinco parlamentarios del sector más conservador renunciaron a la bancada de RN, Diego Paulsen, Diego Schalper, Cristóbal Urruticoechea, Leopoldo Pérez y Harry Jürgensen y la decisión la oficializaron a través del grupo de WhatsApp de dicha bancada. «Hoy ha quedado de manifiesto que hay diferencias insalvables dentro de la bancada, tanto en asuntos de fondo, como en maneras de proceder. Se trabajó arduamente para que el Gobierno acogiera nuestras posturas y propuestas, y pese a que se logró en gran parte, se nos pidió reciprocidad y no hubo forma», escribió el diputado Schalper. Según fuentes de RN, el número de parlamentarios que renuncien podría aumentar y ya con 7 diputados podrían levantar un “comité alternativo” a la dirigencia actual del partido.
Una señal que no causó mucha sorpresa al interior de dicha colectividad, ya que antes de la votación un grupo de 14 parlamentarios había advertido que renunciarían a la bancada de RN si uno de los suyos votaba a favor de la iniciativa. En la tienda reconocieron que hubo “varias amenazas”, que incluso corrió la información que el diputado Paulsen renunciaría a la presidencia de la Cámara si se aprobaba el proyecto, todo con el fin de “amedrentar a los parlamentarios”, acusaron.
La renuncia es simbólica, política, porque en la práctica los parlamentarios no pueden renunciar a la bancada y permanecer en la colectividad. El problema con estas bajas, explicaron desde RN, es que se está rearmando un bloque “anti-Desbordes” en vista de las próximas elecciones internas, el que estaría dirigido por Schalper, quien sería candidato a presidente. El diputado Celis señaló que es una pena la decisión de sus compañeros, pero que “Schalper no representa el alma de RN. Yo preguntaría qué significa que renuncien a la bancada, porque no renuncian al partido y cuando uno renuncia a un partido es mayor”.
Celis agregó que “yo no soy vocero del partido, pero creo que Mario Desbordes va a seguir insistiendo con la misma tesis, que el gran responsable del tremendo daño que el Gobierno ha sufrido en la parte de pacto-político, es Cristián Larroulet y tiene que salir como jefe del segundo piso”.