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Crédito: Agencia UNO
Una hora y media duró la reunión de emergencia del comité político tras el fracaso del Gobierno en la Cámara de Diputados con la reforma que autoriza el retiro del 10% de los fondos de la AFP. Tras la cita, la ministra vocera Karla Rubilar fue la encargada de dar la versión oficial, que se resume en tres conceptos: por un lado, asumir el “traspié” por el que atraviesa el Gobierno y la coalición; descartar cualquier posibilidad de renuncia por parte de los ministros que han llevado las negociaciones; y además refrendar que La Moneda seguirá cuestionando el proyecto de retiro de fondos previsionales –que se ve desde el viernes en la Comisión de Constitución del Senado–, insistiendo en el camino del plan clase media reforzado y la reforma previsional. “Tenemos momentos duros, lo reconocemos, pero estos son los momentos en que gobiernos y coaliciones prueban su temple”, dijo en un claro tono de arenga tanto para la golpeada coalición oficialista como para el propio Gobierno.
Luego de la aprobación en particular del retiro de fondos de las AFP en la Sala de la Cámara de Diputados, los ministros del comité político partieron raudos directo desde Valparaíso a La Moneda para participar en una reunión extraordinaria convocada por el Presidente Sebastián Piñera.
Una hora y media duró la reunión, tras la cual la ministra vocera Karla Rubilar fue la encargada de dar la versión oficial, que se resume en tres conceptos: por un lado, asumir el “traspié y los momentos duros” por los que atraviesa el Gobierno y la coalición; descartar cualquier posibilidad de renuncia por parte de los ministros que han llevado las negociaciones; pero además refrendar que La Moneda insistirá cuestionando el proyecto de retiro de fondos previsionales y seguirá en el camino del plan clase media y la reforma previsional.
Rubilar insistió en que como Gobierno están convencidos de que “la alternativa del retiro de ahorros previsionales no es justo, no es justo que los trabajadores con sus ahorros paguen los costos de esta crisis. Es un proyecto que puede ser popular, pero no es correcto”.
A renglón seguido, y en alusión a la votación donde nuevamente 13 diputados oficialistas inclinaron la balanza a favor de la reforma, la ministra añadió que “tenemos momentos duros, lo reconocemos, pero estos son los momentos en que gobiernos y coaliciones prueban su temple”, dijo en un claro tono de arenga tanto para el Gobierno como para Chile Vamos.
Aludiendo a la popularidad de la reforma, añadió que “sabemos que es difícil ir contra la corriente y tomar decisiones contra proyectos que tienen alto nivel de apoyo, pero estamos convencidos de que hay que estar a la altura de las circunstancias”.
Consultada por la continuidad del comité político, aún más debilitado tras el fracaso de hoy, Rubilar fue enfática en que “estamos convencidos de que en la crisis las personas no renuncian ni abandonan los lugares difíciles. Lo más fácil probablemente sería dar un paso al costado, pero estamos en una pandemia y estamos en una crisis política y social desde el 18 de octubre”, por lo que deben actuar con responsabilidad, planteó.
El artículo clave que autoriza el retiro de fondos proyecto fue despachado por la Cámara por 95 votos a favor, 36 en contra y 22 abstenciones, y nuevamente fueron 13 los votos oficialistas (8 de RN y 5 de la UDI) que inclinaron la balanza.
Ni las gestiones de los ministros ni el plan de clase media reforzado presentado ayer por el propio Presidente pudieron convencer a sus parlamentarios. Tampoco le resultó a Gobierno el mensaje de la “crisis” institucional que advirtieron los ministros en el hemiciclo de aprobarse el proyecto.
De hecho, el ministro Briones advirtió sobre un “deterioro institucional de horribles consecuencias” y, en el mismo tono, Blumel –quien llegó al Congreso pasado el mediodía– calificó la reforma “como una alteración de las reglas de nuestro sistema democrático”. “Esta no es la forma de hacer política pública (…) puede marcar el comienzo de una crisis institucional”, subrayó.
El Ejecutivo necesitaba que tres de los 13 diputados del oficialismo que votaron a favor la idea de legislar cambiasen de posición, pero fueron incapaces de amarrar sus votos. Por eso, el resultado además pone más presión sobre el funcionamiento del comité político de Gobierno, sobre todo ahora que se viene la valla del Senado, donde el proyecto parte su trámite este viernes en la Comisión de Constitución.
Para ser aprobada en la instancia, la reforma necesita 26 votos. Con los parlamentarios de oposición, que ya suscribieron una declaración de apoyo al proyecto, ya suman 24 a favor del retiro de fondos de pensiones. A ellos podrían sumarse los UDI David Sandoval, José Durana o Iván Moreira, o el RN Manuel José Ossandón.
En esa instancia, el Gobierno insistirá con sus cartas. De acuerdo a Rubilar, el retiro de fondos es “falta de protección para hoy y para mañana”, y apeló a que “en el Senado puedan ejercer su liderazgo, capacidad de diálogo y entendimiento” para avanzar tanto con el proyecto de clase media como con la reforma de pensiones.
“En el Senado hay una nueva oportunidad”, apostó la ministra, tras una nueva jornada para el olvido de La Moneda.
