Pese a que está fuera del Partido Socialista desde hace tres años, sigue siendo influyente a la hora de movilizar adherentes. El narco poder del edil no ha decaído e incluso se ha visto incrementado en el último tiempo. Una sola muestra: en las elecciones primarias para gobernador regional por Santiago, el postulante del PS, Álvaro Erazo, obtuvo 1.405 votos en San Ramón, muchos más sufragios que en Pudahuel o San Bernardo, donde hay alcaldes socialistas. Pero los «tentáculos» de Aguilera se extienden también a la Región de O’Higgins, donde funcionarios de su municipio han tenido importantes puestos directivos partidarios. Y a esto se suma que en la sede del PS, el alcalde continúa ostentando el poder, a través de su jefe de gabinete, un operador premium en un puesto de la orgánica nacional, cuya misión es conectarse con los sindicatos y las organizaciones sociales de base.
Miguel Ángel Aguilera ha extendido su rango de acción mucho más al sur de San Ramón, la comuna donde es alcalde desde 2012. Fuera del Partido Socialista desde el 2017 y golpeado por las pruebas de que contrató a personas vinculadas al narcotráfico, igual se las arregla para llegar a otra ciudad: Rancagua. En la Región de O’Higgins, donde los barones del PS son Juan Luis Castro (diputado hace 10 años) y Juan Pablo Letelier (parlamentario hace 30 años), Aguilera tiene a personas de confianza en puestos estratégicos de la organización política.
De este grupo, el que tiene el puesto más alto en la comuna es el abogado Walter Droguett Pino, quien es actualmente el director jurídico de la Municipalidad de San Ramón y por ese trabajo gana un sueldo bruto de $5.851.720. Como abogado de la municipalidad, salió a explicar en los medios, en 2017, por qué en San Ramón había funcionarios contratados con antecedentes penales. Algunos por narcotráfico.
En las últimas elecciones del partido, 2019-2021, Droguett Pino ganó la votación como presidente comunal del Partido Socialista en Rancagua. Pero la diferencia fue solo de un voto y decretaron un “empate técnico”, lo que en la práctica significó un acuerdo para dividirse el período por la mitad. “Hay un pacto entre mi sector que es la Nueva Izquierda y el Tercerismo [vinculado a Letelier] y para tener gobernabilidad decidimos compartir nuestra gestión y darle continuidad al comunal”, explica Droguett, quien ya salió del puesto y fue sucedido por Alejandro Román.
Cuando le preguntamos al abogado de San Ramón si el alcalde lo ayudó a escalar en la orgánica del partido, exclama un largo no. “Para nada, yo tengo una militancia mucho más antigua, de mi familia, hace 30 o 40 años. Mi hermano fue presidente. Tenemos una fuerza importante en O’Higgins”, asegura Droguett y recalca que la relación con Miguel Ángel Aguilera es muy reciente y estrictamente profesional. “Lo vi por primera vez el 2017. Aguilera me pidió involucrarme en San Ramón para ayudarlo a resolver la tremenda problemática que tenía con las contrataciones, y una serie de situaciones irregulares. Que hoy San Ramón sea reconocida por Mercado Público como una de las comunas que mejor hace sus licitaciones, es una labor mía; que los contratos se estén ajustando a lo que establece la ley, es una labor mía. Esto no es político, es absolutamente profesional”, sostiene y subraya que separa aguas completamente entre el partido y su trabajo. “Yo no hago política en San Ramón, ni en Santiago”, afirma a El Mostrador.
Quienes conocen de comicios en el PS destacan el aporte que entregó Aguilera a las elecciones primarias del 29 de noviembre para gobernador regional por Santiago. El candidato PS y exministro de Salud, Álvaro Erazo, obtuvo 18.091 votos y de ellos San Ramón le aportó 1.405, un colchón de adhesiones nada despreciable al compararse con los sufragios que le entregó Pudahuel, comuna en que el alcalde, Johnny Carrasco, es socialista, pero donde solo hubo 429 votos para Erazo. Es decir, pese a que Aguilera ya no pertenece a las filas del PS, sigue siendo un alcalde que se moviliza con mayor eficiencia que otros de sus pares que sí lo son, pero que no mostraron capacidad de «acarreo».
En San Bernardo, Erazo solo obtuvo 682 votos y en esa comuna hay un alcalde socialista, Leonel Cádiz, quien tampoco logró movilizar a sus huestes. Por otro lado, si se comparan los votos en Independencia, donde el alcalde Gonzalo Durán abandonó hace unos meses las filas del PS, los sufragios en esa comuna solo alcanzaron los 344. Número muy por debajo de los señalados 1.405 votos obtenidos por Erazo en San Ramón.
Aguilera tiene otro de sus funcionarios en el comité central del partido en Rancagua. Rodrigo Salinas Gutiérrez posee una historia más cercana con el alcalde. Se conocieron a mediados de 2006 cuando Aguilera trabajaba en la oficina de fiscalización del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y Salinas venía ascendido como administrativo desde la oficina regional en Rancagua, donde comenzó como auxiliar de aseo. Rodrigo Salinas a comienzos de la década de 2000 trabajaba con Claudio Sule, concejal de Rancagua por el Partido Radical. Pero en las elecciones de 2004 se involucró en la campaña de Pablo Pallamar, histórico dirigente del PS en la zona, como parte del equipo territorial. Pallamar –ya retirado– era parte de la Renovación Socialista, cuyos rostros son, entre otros, Ricardo Núñez, José Miguel Insulza y Marcelo Schilling. Ambos cercanos a Aguilera antes que “cayera en desgracia” a partir de 2017.
Salinas puede que no sea el más importante. Pero de este grupo es el funcionario más antiguo en San Ramón. Trabaja allí desde 2015. Actualmente figura como “Asesor Técnico en la dirección de administración municipal” por un sueldo de $1.666.819 brutos.
Salinas dice que pertenece a “la Renovación”, la misma corriente de Aguilera y de su hermana Alejandra, también del comité central en Rancagua.
Salinas, igual que Walter Droguett, asegura que no tiene ninguna relación política con Aguilera e, igualmente, que solo hablan de trabajo. “La relación es netamente laboral, no tiene que ver con Rancagua, porque yo vengo militando y trabajando antes de conocer a Miguel Ángel. Como amigos siempre vamos a hablar, pero en política, como se puede decir, no estamos en la misma parada. Cada uno tiene su independencia electoral. No voto influido por él”, explica.
El dirigente fue elegido gracias al apoyo del Tercerismo. “En este momento soy más que cercano, estamos en alianza política, para darle gobernabilidad a la región. Son alianzas políticas como en todos los partidos”, señala.
Otro funcionario de San Ramón que vive en la Región de O’Higgins y milita en el PS es Miguel Ángel Angulo Arredondo. En la última elección interna fue votado como presidente del PS en la comuna de San Francisco de Mostazal. Paralelamente a su cargo político es “Técnico de nivel superior en el Cesfam de La Bandera”, en la municipalidad de Aguilera. Recibe $837.109 brutos.
Puede que ahora, públicamente, casi nadie se reconozca amigo de Miguel Ángel Aguilera, pero el trabajo político en la Sexta Región fue intenso a partir de 2016, cuando comienzan las primeras denuncias por su gestión municipal en San Ramón. “Rodrigo Salinas cuando estaba en Santiago abandonó un poco la política en la zona y volvió en la interna de 2017, aportó su conocimiento de las zonas populares en Rancagua. Hicieron un trabajo de hormiga. Se vincularon con dirigentes vecinales, clubes deportivos, con muchas lucas como siempre. Mi impresión es que Aguilera dentro del partido está intacto”, cuenta un dirigente PS que cuestiona la presencia del alcalde a través de su gente en Rancagua.
Salinas apoya como precandidato a concejal a Pablo Baeza, en una lista donde también pelea por el cupo Patricio Droguett, hermano de Walter Droguett y con historia como dirigente en los sindicatos del cobre.
Un cercano a la campaña y que trabaja en el diseño electoral dentro del PS, afirma que “este grupo de Salinas que es cercano a Miguel se hacen llamar la Renovación, pero es una Renovación extraña, porque la Renovación se quiebra con la salida de Aguilera y quedan una Renovación pituca y una Renovación pobre. La pituca es de Marcelo Schilling y Ricardo Núñez y esta Renovación pobre son los viudos de Aguilera. Manejan el partido igual. La salida de Aguilera es de él, pero su equipo está todo adentro”, afirma.
Pablo Baeza trabajó en el Sence hasta 2008 y fue sumariado luego que se detectaran pagos irregulares en el programa Jóvenes Bicentenario, destinado a financiar la capacitación de menores del Sename. Fue descubierto un mecanismo en que inscribían gente que no recibió clases, para cobrar la subvención.
Baeza desestima las acusaciones en su contra y asegura que «hubo un error de los organismos técnicos que no hicieron lo que tenían que hacer y cobraron. Igual que en los colegios cuando ponen presente a los niños que no van a clases. En la prensa salió que eran 1.200 millones, pero al final terminaron pagando como 80 lucas, que es lo que se encontró que ellos habían fallado, que fue anotar cabros en cursos de capacitación que no habían hecho. Al final no me pasó nada. Me absolvieron. Me castigaron para trabajar en la administración pública, pero ya cumplí el plazo”, dice Baeza, administrador público.
Como los demás, se habría distanciado Aguilera, y el grupo de sus cercanos en Rancagua dice que el apoyo es oportunismo. “A mí no me pescan. Yo soy como la piedra del zapato de ellos. Soy amigo de todos, pero ninguno me suma. Soy de la coordinadora No + AFP acá y soy el que ha andado en las marchas desde octubre en adelante. Reconozco ese rol que me dieron, no es que lo haya querido y ahora, como vende la calle, la ciudadanía, son todos amigos míos. El otro día hicimos una reunión y llegó hasta Letelier. La misma gente lo echó”, asegura.
En la organización nacional del PS, Miguel Ángel Aguilera también tiene un amigo relevante. Se trata de Eduardo Bermúdez, su jefe de gabinete en San Ramón, que fue elegido en la Secretaría de Organizaciones Sociales y Populares, que en la práctica se preocupa de mantener las relaciones con las organizaciones sindicales como la Anef , la CUT. Bermúdez ya trabajó con Álvaro Elizalde cuando el actual presidente del PS era vocero de Gobierno. Pero Bermúdez ha colaborado también con Camilo Escalona, y tuvo una secretaría en la época en que Isabel Allende dirigía el partido. Sus buenas redes territoriales explican que haya sido nombrado en el cargo que tiene actualmente. Rodrigo Salinas conoce a Bermúdez de San Ramón. “Eduardo es tercerista, cercano a Álvaro. Es funcional, ha trabajado en todas partes. Está a otro nivel”, afirma.
“Esas redes en sindicatos u otras organizaciones de base hacen que sea un operador apetecido por cualquier dirigente de turno”, explica otro dirigente.
Aguilera, que va a la reelección en la alcaldía, donde el PS se omitirá, también tenía planes para las elecciones parlamentarias de noviembre. Trascendió que el alcalde apoyaría a Pablo Velozo, exdirigente del partido, como diputado en el distrito 13. Pero Velozo dice que “ya no, lo descarté definitivamente. Porque tendría que ir por el PS y renuncié al partido hace más de un año. No quiero saber nada más del PS y ellos tampoco de mí. No solo el acalde de San Ramón me apoyaba, varios más. Desde luego habría ganado”, asegura.