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El conflicto entre los vecinos de Tantehue y el centro de meditación Vipassana por la instalación de un pozo de aguas subterráneas PAÍS

El conflicto entre los vecinos de Tantehue y el centro de meditación Vipassana por la instalación de un pozo de aguas subterráneas

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Cristian Leighton Miranda
Por : Cristian Leighton Miranda Periodista. Coordinador de Mesa Periodística y Redes Sociales de El Mostrador
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Tantehue, en la comuna de Melipilla, ha sido asolada, como otros sectores del país, por la sequía, haciendo desaparecer sus cursos naturales de agua. Por tanto, de acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA), el lugar queda dentro de una Zona de Prohibición, es decir, el acuífero que comprende el área es de carácter cerrado y no se otorgan nuevos derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas de ninguna especie, ni definitivos ni provisionales. En dicho lugar, la corporación sin fines de lucro Vipassana Chile pretende instalar su nuevo centro de meditación, por lo que ya comenzaron los trabajos para la instalación de un pozo, cosa que los vecinos del sector no aceptan y tachan de ilegal, además de criticar que con el centro la tranquila vida de la zona empeorará. Desde los apuntados, afirman que se trata de una confusión, ya que, si bien el pozo está instalado, no está funcionando y no lo hará sin los permisos.


La zona de Tantehue, en la comuna de Melipilla, se ubica al interior de un valle cerrado, por el oriente, contra el Macizo de Cantillana y, por el norte y el sur, por las cadenas de cerros que se desprenden de este macizo. La zona presenta una extensión de, aproximadamente, 300 mil hectáreas, con ecosistemas muy similares a los que contiene el Parque Nacional La Campana. La zona, de hecho, es reserva mundial de la biósfera y uno de los lugares de mayor biodiversidad del planeta, Área Protegida de acuerdo al Plan Regulador Metropolitano de Santiago.

Tantehue ha sido asolada, como otros sectores del país, por la sequía, haciendo desaparecer sus cursos naturales del agua. Por tanto, de acuerdo a la Dirección General de Aguas (DGA), el lugar queda dentro de una Zona de Prohibición, es decir, el acuífero que comprende el área es de carácter cerrado y no se otorgan nuevos derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas de ninguna especie, ni definitivos ni provisionales. Es, en definitiva, una zona de restricción. Solo los residentes pueden construir pozos, pero para uso doméstico.

Precisamente, la llegada de un nuevo inquilino al lugar tiene en vilo a los miembros de la Junta de Vecinos, ya que la mañana del 9 de octubre fueron sorprendidos por el paso de camiones con maquinaria pesada en dirección al fondo del valle.

Al acudir al lugar, se encontraron con las máquinas perforando un pozo profundo. El dueño de la parcela, según detallan, es la Corporación Vipassana Chile, organización sin fines de lucro, los que quieren construir allí un centro de meditación. La prohibición de la DGA solo permite los pozos para uso doméstico, pero no para otros usos, como en este caso, tal como lo señala la Ley 20.411.

«Tantehue es una zona protegida porque, por el medioambiente, es una reserva nacional, dada su fauna. Ellos quieren hacer un centro. Nosotros estamos en contra de eso. De hecho, ellos hicieron un pozo ilegal, nos juntamos con el gobernador. Se está poniendo una querella de protección porque ellos quieren construir de todas formas y van a destruir todo Tantehue. La gente está toda en contra de eso», aseguró la integrante de la Junta de Vecinos de Tantehue Alto, Francisca Cares, a El Mostrador.

«Resulta cuanto menos sorprendente que esta agrupación seguidora de la espiritualidad budista, que practica la meditación Vipassana, con seguidores en gran parte del mundo, que postulan el dominio del ego, la no violencia y la armonía con la naturaleza y el cosmos, violen las leyes del Estado chileno, no respeten a las comunidades locales y actúen de forma violenta contra su gente y su frágil ecosistema», indica la Junta de Vecinos.

«Se está realizando una acción ilegal. Ya hicieron la excavación de un pozo profundo. Eso nos significa que nos mata la naturaleza, nos mata la vida», dijo hace uno días la presidenta de la Junta Vecinal, Sonia Maldonado, al medio local Radioprensa. En ese sentido, señalan que dicha construcción «nos generaría, aparte del impacto ambiental, que ya han destruido, caminos, servidumbre, destrucción de piedras, excavación del pozo. Nunca se acercaron a nosotros. Nosotros nos alertamos cuando vimos pasar hacia arriba mucha maquinaria grande».

Ahí subieron y se encontraron con el encargado de obras, Carlos Zamorano, quien les cuenta que están haciendo un pozo profundo. Ahí ellos le recriminaron que era «ilegal y que dónde estaban los permisos de la DGA». De ahí se reunieron con el gobernador Javier Ramírez, quien «nos dio la mano y nos apoya como comunidad y quedó con gestionar fiscalizaciones al lugar».

Ramírez, de acuerdo al comunicado de la Gobernación de Melipilla del 28 de octubre, dice que «debemos poner una atención especial sobre todo lo que se desarrolla en este lugar. Hemos visto cómo lamentablemente y de forma indiscriminada se han hecho parcelas, inclusive menor a lo establecido en la ley y, de la misma forma, hay otras intenciones de poder generar acciones que puedan interferir con la vida ecológica de los vecinos del sector”.

El Centro de Meditación «Dhamma Pasanna»

El terreno que usará la corporación para construir el Centro de Meditación «Dhamma Pasanna» es de 94 hectáreas, y consta de áreas planas, montes y quebradas. El deslinde norte es delimitado por un estero que recorre todo el largo del predio. De acuerdo a la presentación de su proyecto, explican que «los alrededores de Tantehue alto destacan por su silencio y sus montañas verdes, otorgando un perfecto ambiente para la meditación». Tendrá una capacidad para 120 estudiantes y una superficie de 3.000 m2. En el lugar, según detalla, se darán alrededor de 20 cursos al año.

El centro contará con dormitorios, espacios para asearse, baños, un extenso comedor y un lugar para meditar. Solo este último es de espacio común, ya que el resto son separados entre hombres y mujeres, los que pasarán 10 días sin hablar con nadie –solo con los profesionales ante cualquier duda–, ya que la idea es que permanezcan en silencio. En una primera etapa, contemplan habitaciones para 80 estudiantes, pero buscan que cuando el proyecto esté completamente finiquitado, puedan atender hasta 120.

El mencionado Carlos Zamorano conversó con El Mostrador y explicó, además de que ya no está a cargo de la obra, que aquella vez que los vecinos vieron pasar las máquinas fue para hacer «un alumbramiento en Tantehue. Entonces, nosotros, la organización no puede sacar agua». Este alumbramiento «es como un paso, que se debe hacer para ver si es posible construir el centro y se hizo un sondeo que es una prospección de agua para ver si realmente el terreno tenía agua, porque ya tenían ese terreno como hace 15 años. Eso es solo la etapa que me contrataron a mí para poder llevarla a cabo».

«La organización que me contrató no puede sacar agua sin los derechos constituidos. O sea, el primer paso era alumbrar el agua, es como cualquier persona natural que tiene un terreno tiene derecho a alumbrar agua», explicó. ¿Qué es un alumbramiento? En resumidas cuentas, es la acción de descubrir aguas subterráneas para poder sacarlas a las superficies. Un sondeo preliminar para ver si es posible instalar un pozo de agua en el lugar, dicho de otra forma.

A su juicio, lo que ocurre es «una bola de nieve de desinformación porque nosotros no estamos actuando ilegalmente, y eso, de hecho, hablamos con el abogado que tiene la comunidad y está totalmente errado, porque nosotros no estamos sacando agua. Sí se hizo un pozo para ver si efectivamente era posible hacer la construcción del centro, pero crearon una bola de nieve, fueron a hablar con el gobernador, puras mentiras, como si estuviéramos robando prácticamente, y la intención de esta organización no es hacer daño, eso va en contra de los principios que tiene».

La respuesta de Vipassana

A través de un comunicado enviado a El Mostrador, la Organización sin fines de lucro Vipassana Chile se refirió al conflicto que sigue presente con los vecinos de Tantehue. Explican que ese terreno les pertenece desde el año 2008, cuando una exparticipante de sus jornadas de meditación donó el dinero de una venta de una de sus casas para comprar el terreno. En esa línea, explican que como es una organización sin fines de lucro, no cobran por las jornadas de meditación y todo lo hacen a través de donaciones.

«En un centro de meditación Vipassana se realizan retiros de silencio donde comparten estudiantes, profesores y asistentes, siendo estos cursos la única actividad que se realiza en el lugar. Así se propicia una atmósfera única para meditar y para que los estudiantes aprendan la técnica. Para que esto se logre exitosamente, es fundamental que el centro de meditación sea un lugar silencioso y pacífico, alejado de las ciudades, razón por la cual tras una exhaustiva búsqueda se eligió nuestro terreno en Tantehue, el que comprende aproximadamente 95 hectáreas», explican.

«Desde su adquisición, a la espera de que se den condiciones que nos habiliten para la construcción de un centro de meditación, se ha tenido que dar el adecuado cuidado al terreno, donde lo más relevante ha sido realizar su cierre, junto a labores menores que han surgido en estos años, como la reparación del cerco levantado, mantención de la entrada, realizar limpieza del terreno de piedras ubicadas en zonas peligrosas, remoción de ramas caídas, animales muertos, y basuras como latas de cerveza y casquetes de escopetas, entre otros», añaden. En esa línea, explican que no han tenido problemas con algunos vecinos del sector, principalmente con los adyacentes al terreno.

Sobre el pozo en discordia, aseguran que lo que está en la foto que comparte la Junta de Vecinos es un pozo, pero con otro fin: «Se hizo para determinar si existe agua y así saber la viabilidad de un centro, lo que se llama alumbrar, lo cual está aprobado por ley». «No lo hemos usado para extraer agua y los pasos que hagamos serán ratificados con expertos y con la autoridad para asegurar su legalidad», puntualizan.

Junto con invitarlos al diálogo, Vipassana comprende «la preocupación de vecinos por experiencias difíciles que han tenido en el pasado con relación a los recursos de agua y esperamos ellos puedan entender nuestro proyecto . Hemos intentado hacer todo con sumo cuidado, pues es parte de nuestros principios no causar daño a las comunidades y el entorno natural. Por eso cada paso cuida el aspecto técnico de cuidado del entorno y de cumplimiento de la legalidad. El desarrollo del proyecto se está realizando cumpliendo con las normas de la autoridad en todos sus ámbitos y protegiendo el medio ambiente».

En conversación con El Mostrador, el vicepresidente de la corporación sin fines de lucro Vipassana Chile, Antonio Ugalde, explicó más en detalle este consumo de agua: «Es un consumo doméstico porque es de bebida y de aseo. Nosotros no regamos, no tenemos huerto, no tenemos jardines, no tenemos piscina, no hay lavandería porque la gente tiene que llevar su ropa y a lo más lavar sus calcetines, sus prendas interiores. Por lo tanto, el consumo de agua es muy bajo, yo lo calculo entre 100 y 120 lts/estudiante al día, que es muy bajo y toda el agua que nosotros ocupamos, la tratamos y la reincorporamos a la naturaleza, en calidad acorde a la norma sanitaria, en calidad de riego al menos, el 98% del agua que consumimos para beber, para bañarnos, para cocinar, para lavar los platos luego se devuelve, por lo tanto, el uso real del agua del centro es mínimo». Con el estudio, se determinó que tienen con el pozo 1 litro de agua por segundo, y para el centro solo necesitan 0,2 litros.

En esa línea, Ugalde dice que el sueño de Vipassana al construir el centro era ver si había suficiente agua para ellos y el resto pasársela al servicio de Agua Potable Rural de la comunidad, para que la repartiera entre los vecinos, todo esto de forma gratuita. Pero tras un estudio de geofísica del sector –el que fue donado por otra participante de sus sesiones de meditación, una hidrógrafa– se determinó que, si bien había agua subterránea suficiente para el centro, no era posible entregarla al APR.

En la actualidad, están a la espera para ver si tienen que comprar los derechos de agua de alguno de los vecinos para poder usar el pozo, porque, como reitera Antonio Ugalde, no harán uso de él sin permisos. Sobre la querella que planea la Junta de Vecinos, Ugalde dice que ellos «están en todo su derecho».

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