El analista del Instituto de Estudios de la Sociedad habló de lo que realmente se está jugando de trasfondo en la derecha con las candidaturas presidenciales del sector y, más allá de sentenciar que el Chicago-gremialismo estaría “más malherido que nunca”, puso el acento en si la derecha social va a ser o no capaz de construir un programa “sustentable de transformación”. Sobre las opciones de Sebastián Sichel de imponerse o no en las primarias de Chile Vamos, dijo que “obviamente la tiene difícil, pero, incluso si no gana, acumula tonelaje político”. De Piñera sentenció que «no saldrá de La Moneda como un jugador político relevante»
Uno de los debates que ha generado más tensión en la derecha durante esta segunda administración del Presidente, Sebastián Piñera, ha sido la discusión sobre hacia dónde debía apuntar el sector en una serie de hitos que han cambiado el escenario político: el estallido social, el acuerdo por la paz, el retiro del 10% de fondos de las AFP y ubicarse en la vereda del Apruebo o Rechazo a una nueva Constitución en el plebiscito del 25 de octubre. Todas, definiciones que no solo implicaron una coyuntura puntual, sino que también dejaron en evidencia que en Chile Vamos conviven –de manera muy tensa– varias derechas, varias visiones, desde la social hasta la más conservadora, de lo que debe ser el sector a futuro.
Una pugna que está reflejada en las distintas candidaturas presidenciales de Chile Vamos, pese a que, como parte de su estrategia, hoy todos sin excepción miran hacia el centro. Algo que para el antropólogo social y analista del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar, “tiene que ver con el desfonde del discurso Chicago-gremialista, debido a su poca renovación intelectual y a su captura oligárquica. Hoy las ideas más elaboradas y más sintonizadas con la realidad chilena no están a ese lado de la cancha. ¿Quién se imaginaba al presidente de la Sofofa planteando un ingreso universal garantizado en Enade?”.
[cita tipo=»destaque»]»El peor escenario para el Presidente es no llegar a entregar la banda presidencial a quien sea y retirarse tranquilo de una vez a descansar un poco. En verdad, lo que pase en la presidencial será más a pesar de su Gobierno que gracias a él. No saldrá de La Moneda como un jugador político relevante. Aunque, claro, en política nada está escrito en piedra».[/cita]
-¿Qué es lo que realmente se está jugando la derecha en esta carrera presidencial?
-Esa es siempre una buena pregunta. En política el triunfo más sustantivo no es hacer lo que uno quiere desde el Gobierno, sino que tus adversarios lo hagan. La gran pregunta para la derecha es cuáles son esas ideas, esa visión de futuro. Eso es lo que está realmente en juego. Es un momento ideológicamente crítico para el sector.
-¿Qué reflejan las distintas candidaturas presidenciales de la derecha? ¿Una pugna de poder? ¿Cuál sería?
-Las últimas elecciones se ganaron con eslóganes de la derecha social, pero se gobernó con el Chicago-gremialismo de siempre. Hoy ellos están más malheridos que nunca, pero la pregunta es si la derecha social tiene realmente un programa sustentable de transformación social o no. Y en mi opinión, eso depende de alianzas pragmáticas entre los distintos sectores con agendas sociales fuertes, pero que discrepan en otros ámbitos.
-Dado que Sebastián Sichel es un «cercano» y «favorito» del Presidente Piñera, ¿qué papel crees que está jugando el Mandatario en la carrera presidencial de Chile Vamos?
-Creo que bastante poco. El piñerismo hace rato apagó las luces. Obviamente hay un margen de influencia directa, porque sigue en el Gobierno, pero es un sector golpeadísimo. Merecidamente.
-¿Por qué crees que Sichel incomoda tanto en el sector? ¿Por ser independiente? ¿El tipo de gente que está detrás de él?
-No veo que incomode a nadie, realmente. De hecho, a muchos nos parece un gran aporte. Otra cosa es que no lo reciban con aplausos, alfombra roja, ostras y champaña. Los liberales, a los que les gusta tanto el mérito, tienen que acostumbrarse a competir. Y en política eso incluye, incluso dentro del propio pacto, dar y recibir algunos golpes. La política, en cierto plano, es un deporte de contacto. Otra cosa es enojarse por golpes debajo de la cintura o maleteros, que está bien. Pero la lucha honesta en la interna es clave para llegar fuerte a cualquier elección. Tanto Sichel como Sylvia Eyzaguirre deberían tenerlo claro. Blumel también: nunca debió decir que en política hay que tragarse sapos. Se tragan no más. De eso se trata. Y se da la pelea hasta el final. Quizás la única y mayor virtud política del Presidente Piñera está en ese plano, recibir golpes, nunca quejarse, no guardar rencor e insistir hasta ganar.
-Hay quienes creen que lo de Sichel es más una apuesta para ganar musculatura política y apostar luego por llegar al Senado. ¿Tiene posibilidades reales de ganar una primaria, donde todos los demás tienen a sus partidos de respaldo?
-Obviamente la tiene difícil. Pero, incluso si no gana acumula tonelaje político, influye eventualmente con ideas y queda bien posicionado para la ronda siguiente. La carrera presidencial, en muchos casos, dura décadas.
-¿Cuál de los candidatos que hay crees tú que le hace más sentido al electorado tradicional de la derecha?
-No es obvio. Depende del diagnóstico que se instale. Algunos en la derecha creen que el problema del Gobierno actual fue no ser “más de derecha”. Otros creemos que no, que el problema fue enfrentar un escenario muy transformado con la misma caja de herramientas de siempre. Hoy el campo ideológico y del diagnóstico está muy abierto. Por lo mismo, las ideas y la claridad de diagnóstico sociopolítico jugarán un rol central en las elecciones.
-¿Queda espacio aún para pensar que alguno puede mejor perfilarse, dependiendo del resultado de la elección de los constituyentes?
-Ciertamente el perfil de los constituyentes que ganen resultará una buena aproximación al tipo de candidatura presidencial que conformará la derecha. Y yo creo, honestamente, que será un perfil más del Apruebo que del Rechazo. La derecha que a mí me gustaría que ganara se relaciona a candidatos con el perfil de Tomás Mandiola (distrito 24), Alejandro Fernández (13), José Luis Ossa (26) o Magdalena Barriga (16).
-¿Cuál es el peor escenario para Piñera o quién es el candidato que menos le convendría que lidere la carrera de Chile Vamos?
-El peor escenario para el Presidente es no llegar a entregar la banda presidencial a quien sea y retirarse tranquilo de una vez a descansar un poco. En verdad, lo que pase en la presidencial será más a pesar de su Gobierno que gracias a él. No saldrá de La Moneda como un jugador político relevante. Aunque, claro, en política nada está escrito en piedra.