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En entrevista en El Mostrador en La Clave, la directora de Latinobarómetro cuestionó la demora del Ejecutivo en tomar cartas en la postergación de las elecciones, lo que a su juicio demuestra “que esto se hace a último minuto, no se hace bien”, sobre todo tomando en cuenta que hay “una enormidad de cosas que cambiar”. En tanto, el analista Claudio Fuentes sostuvo que postergar en 5 semanas “eventualmente no va a ser suficiente si no se toman otras medidas muy fuertes”, y añade que un escenario con poca participación “le da más certidumbre a los incumbentes, los que tienen una red de clientela y una máquina electoral”. En cuanto a las medidas políticas necesarias, postulan que el “Estado va a tener que abrir la billetera” para permitir la extensión de las campañas de los candidatos con menos recursos o abrir la cancha a “franjas electorales radiales”.
La decisión del Gobierno de enviar una reforma para la postergación de las elecciones del 10 y 11 de abril para el 15 y 16 de mayo no solo ha sido blanco de cuestionamientos por parte de la oposición por la falta de medidas sanitarias y económicas para acompañar el proceso, también analistas políticos han puesto el foco en la falta de reformas de ajustes al proceso para evitar una caída de la participación y, con ello, una «deslegitimidad» del proceso constituyente en marcha.
En entrevista en El Mostrador en La Clave, la directora de Latinobarómetro, Marta Lagos, cuestionó la demora del Ejecutivo en tomar cartas en el asunto, y sostuvo que “el hecho de que se haya postergado prácticamente a 15 días de las elecciones, demuestra que esto se hace a último minuto, que no se hace bien”.
“Nosotros hemos hecho un análisis muy a fondo de lo que fue la participación electoral del 25 de octubre respecto a 2017 y las comunas donde aumentó la participación electoral en el plebiscito son todas comunas grandes de la Región Metropolitana. Si esas comunas se ven afectadas en su capacidad de ir a votar debido a la cuarentena, se desploma la participación electoral. Aquí puede pasar -incluso el 15 de mayo- lo que ocurrió en Francia el año pasado, cuando cayó la participación electoral al 40 por ciento, y eso significaría una deslegitimidad del proceso constituyente”, dijo, aludiendo al caso de las municipales en el país europeo en junio de 2020, en pena primera ola de la pandemia, que registraron una abstención histórica en torno al 60%.
El académico de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, coincidió en que el aplazamiento era una decisión correcta, pero “ahora el debate es si es adecuado del 15 y 16 de mayo o correr un poco más la fecha, porque 5 semanas eventualmente no van a ser suficientes si no se toman otras medidas muy fuertes que este Gobierno no ha tomado para el control de la pandemia, como la trazabilidad o las ayudas económicas”.
A su juicio, también está el dilema de la participación en juego, tomando en cuenta que en el plebiscito “la participación no fue tan relevante en regiones, en sectores rurales y en sectores pobres tampoco fue tan alta, y efectivamente podría verse muy mermada la participación en un contexto de cuarentenas”.
Respecto a la demora en la toma de decisiones, el analista de la UDP advierte que “un escenario con poca participación le da más certidumbre a los incumbentes, los que están en el poder, los que tienen una red, una clientela y una máquina electoral. Y que vaya menos gente a votar es una pieza del cálculo electoral que puede estar jugando en este ajedrez”.
A juicio de Marta Lagos, el aplazamiento de las fechas deja varios puntos por zanjar y “una enormidad de cosas que cambiar”, como lo relativo a las primarias presidenciales.
“El 4 de mayo se supone que era la inscripción para las primarias presidenciales y resulta que iban a ser posteriores a las elecciones del 11 de abril, iba a haber claridad respecto a las candidaturas, y ahora es previo a las municipales. Eso también va a haber que correrlo”, indicó.
Otro punto es el de la “integridad” electoral de las campañas, que a su juicio ha sido “totalmente ignorada por la clase política, y la capacidad de competencia de los candidatos que no tienen financiamiento”, además de resolver “qué pasa con los incumbentes, con los alcaldes que se quedan sin acceso a sus oficinas”. Además, postula que el “Estado va a tener que abrir la billetera” para permitir la extensión de las campañas de los candidatos con menos recursos.
Fuentes acota además que hay otras propuestas paliativas, además de “eventualmente dar algunos subsidios a campañas que son independientes o más pequeñas”, como abrir la cancha a “franjas electorales radiales, algo que se viene diciendo hace muchos años y nunca se ha querido entrar”.
Lagos añade el tema de la franja electoral en televisión debería ser reestructurada por completo a través de franjas regionales. Esto debería ir complementado con una gran campaña informativa a cargo del Estado, precisa, porque “al día de hoy tenemos más de la mitad de la población que no sabe que va a haber una elección”.
La directora de Latinobarómetro agrega que se pueden tomar otras medidas, como abrir de nuevo el padrón. “Ahí tenemos pecados capitales que nos están pesando. En una gran cantidad de países del primer mundo las personas pueden inscribirse en el registro hasta 3 semanas antes y acá son meses. El perfeccionamiento del sistema político y de los derechos políticos no ha tenido la atención que se requiere para que el sistema funcione bien y la demanda el 18 de octubre es una demanda de derechos políticos, entre otras cosas”, añade la analista.
Otro pendiente, menciona, es la falta de legislación sobre el voto anticipado. “Acá hay una negligencia respecto al perfeccionamiento de derechos políticos y eso tiene que ver con la mecánica de las elecciones que no han sido para nada tocadas en su mecanismo. El Servel de hoy día es como un elefante sin piernas, no tiene dinero para hacer lo que debe hacer, ni siquiera una auditoría al padrón”, cerró.
