De acuerdo al reporte de hoy entregado por el Minsal, quedan solo 132 camas disponibles, por lo que la cartera ha dispuesto medidas excepcionales. A través de una resolución publicada en el Diario Oficial, el ministerio, junto con mandatar la suspensión de las cirugías electivas en todo el país salvo casos excepcionales, instruyó a prestadores públicos y privados aumentar la dotación de camas a partir de mañana miércoles 31 de marzo. La situación es preocupante tanto a nivel público como privado. En el Biobío, quedan solo 13 camas UTI y 25 camas UCI disponibles, y en la Clínica Indisa aseguran que «ya hemos convertido todo”. “Hoy día se abren 12 camas más, el lunes otras 8 y, después de eso, lo que nos queda son los pabellones quirúrgicos. Es el mayor esfuerzo que se puede hacer y, después de esto, ya no hay más», dijo el Jefe de Urgencias del recinto privado, Leonardo Ristori.
La situación de las camas especializadas para tratar a los contagiados de COVID-19 sigue al límite, lo que añade un elemento de máxima preocupación al manejo de la pandemia. De acuerdo al reporte diario entregado por el Minsal, hoy a nivel país hay 3.647 camas críticas habilitadas, pero de ellas solamente 132 están disponibles, por lo que la cartera ha dispuesto medidas excepcionales.
A través de una resolución publicada hoy en el Diario Oficial, el Ministerio de Salud instruyó a prestadores públicos y privados aumentar la dotación de camas un 30% sobre el máximo de la primera ola, instrucción que se hará exigible a partir de mañana miércoles 31 de marzo.
La resolución exenta N°334, que incluye además suspender cirugías electivas y regular porcentaje de ventilación invasiva, considera que “se exigirá a todos los prestadores aumentar las camas con ventilación mecánica invasiva y, además, las camas con terapias ventilatorias no invasivas complejas».
El decreto establece que «el porcentaje de pacientes con ventilación mecánica invasiva sobre el total de pacientes en camas habilitadas UCI sea superior al 70% en cada prestador público y privado».
Asimismo, mandata a todos los prestadores de la Red Integrada Público-Privada a suspender las cirugías electivas en todo el país, exceptuando aquellas cuyo retraso implique un riesgo grave para la salud o que genere secuelas funcionales claves, además de las cirugías oncológicas o dirigidas a pacientes pediátricos y aquellas que se realizan en cumplimiento de alguna garantía GES, precisa la resolución.
Las medidas llegan en un momento de la pandemia en que la situación ha sido catalogada como “catastrófica” por especialistas. Darwin Acuña, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), advirtió incluso acerca de un eventual colapso hospitalario, señalando que los números sobrepasaron todas las proyecciones.
“Ninguno de nosotros pensó que finalmente la demanda por camas iba a ser tan alta y que nos tiene en estos momentos al borde del colapso», admitió esta mañana en declaraciones a Radio Cooperativa.
La situación es preocupante tanto a nivel público como privado. En la Región del Biobío, el seremi de Salud, Héctor Muñoz, explicó que “en la red regional de salud pública y privada tenemos un total de 287 camas UCI y 143 camas UTI, con 13 y 25 disponibles respectivamente, que equivalen al 5% y 17% de disponibilidad”.
En el sector privado, las cosas no son distintas. Según declaró a TVN el jefe de Urgencias de la Clínica Indisa, Leonardo Ristori, en dicho recinto «ya hemos convertido todo. Hoy día se abren 12 camas más, el lunes otras 8 y, después de eso, lo que nos queda son los pabellones quirúrgicos. Es el mayor esfuerzo que se puede hacer y, después de esto, ya no hay más».
«Ya estoy amaneciendo con 6 pacientes que están esperando cama. Afortunadamente están estables, pero que sí requieren hospitalizarse y no tengo las camas para hacerlo. Espero que las altas y movimientos del día permitan absorber eso (…). El mayor tiene 49 años y la menor 20, para que vean el rango de edad en el que estamos enfrentando la enfermedad. Ya no son los adultos mayores», añadió.
Sus pronósticos son sombríos. “Las primeras semanas de abril todavía vamos a tener una tensión en el sistema hospitalario y, espero, y lo digo con toda honestidad, que podamos dar respuesta a la demanda de pacientes graves» dijo.