De los 71 diputados de derecha, por lo menos 40 estarían a favor de votar el tercer retiro del 10%, lo que pone más presión al nuevo ministro del Trabajo Patricio Melero quien tiene sobre sus hombros el peso de tratar de convencer a sus filas. En RN, el candidato presidencial Mario Desbordes dijo que más de la mitad de los diputados va a votar a favor y reiteró el llamado al Gobierno para que haga el proyecto suyo y lo arregle. En tanto, en la UDI, el presidente del partido, Javier Macaya, se mantiene como un abierto detractor del proyecto y señaló que parlamentarios oficialistas que votarán a favor terminen votando en contra «si el Gobierno entrega una señal respecto de lo que significa una alternativa, como el usar los fondos de cesantía».
El Gobierno le dio al nuevo ministro del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero, una difícil labor una vez que llegó a la cartera: frenar el avance del tercer retiro del 10% de los fondos previsionales. La tarea para el exdiputado UDI, a la fecha, está cuesta arriba porque son varios parlamentarios oficialistas los que ya han manifestado su apoyo a la iniciativa.
Por ejemplo, de los 71 diputados de derecha, por lo menos 40 estarían a favor de votar el tercer retiro, según lo dicho por los mismos parlamentarios y por sus anteriores votos en la materia. Melero tiene sobre sus hombros el peso de revertir la decisión de los que están con dudas. Pero el plazo no es eterno: tiene que lograrlo en unos tres días, antes que se vote en Sala. El mismo ministro ya da por perdida la labor, en una forma de quitarle peso a una nueva derrota del Gobierno: “no me hago grandes expectativas, lo más probable es que se apruebe”.
En el Gobierno trabajan en paralelo en lo últimos detalles del requerimiento que presentarán a mediados de semana al Tribunal Constitucional para frenar el avance del tercer retiro. En La Moneda contemplan hasta alternativas de argumentación. Para esto, ficharon hace algunos días a la expresidenta del mismo TC, Marisol Peña, quien trabaja en forma paralela a los constitucionalistas Gastón Gómez y José Francisco García. Clave para el Ejecutivo en esta materia es lo que ocurra con el informe de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, que debería estar listo mañana martes.
Dentro de los partidos oficialistas, Renovación Nacional es el que está más a favor de este tercer retiro. Según estimaciones del Gobierno, en RN votarían a favor 26 parlamentarios. Sin embargo, el Ejecutivo da por perdida esta labor debido al factor Mario Desbordes.
El candidato presidencial del partido ha estado a favor de los anteriores retiros, lo que ha movido los ánimos dentro de la coalición. De hecho, en esta ocasión, aseguró que el Gobierno «debe ser menos dogmático y más pragmático”. Es decir, piden que el Gobierno haga suyo el proyecto del tercer retiro y que no recurra al TC, como días antes pidió la Comisión Política del partido.
La situación en esta ocasión puede sumar algunos votos que no se contabilizaban antes, como el de Catalina del Real, quien según reporta el diario La Tercera, le dijo a sus pares que votará a favor porque sus electores de Vitacura y Las Condes se quejan que necesitan el tercer giro para suplir los pagos en colegios particulares pagados. O Diego Schalper, quien el fin de semana dijo que «iba a votar en rebeldía».
El mismo Desbordes volvió a reiterar esta jornada en entrevista con Tele13 Radio que el tercer retiro «es necesario -pese a que no es el ideal- porque la ayuda fiscal no le llega a todo el mundo». Y también reiteró el llamado al Gobierno para que haga el proyecto suyo: “Yo lo que planteo no es aprobarlo tal como está. ‘Arréglelo’ le digo yo al gobierno, pero establezcan mecanismos para recuperar el dinero, para que las personas que sacan su plata no tenga al final de su vida laboral un forado que le deje una pensión muy mala”, declaró.
Sobre los votos de los diputados RN, Desbordes añadió que ha conversado con ellos y muchos «más de la mitad va a votar a favor, para que por último dejemos constancia de cuáles son las fórmulas, ponerle y pedirle al Gobierno que las patrocine, si no las patrocina, qué le vamos a hacer, el proyecto se va a probar igual”.
Los cálculos del Gobierno apuntan a que en la UDI, votarían a favor 14 diputados. A estos hay que sumar otros tres, Sandra Amar, Virginia Troncoso y Álvaro Carter, quienes renunciaron al partido tras su voto a favor del segundo retiro debido a las amenazas de llevarlos al tribunal supremo.
Hay nombres que votarán a favor, como Cristhian Moreira (ya lo hicieron en el segundo retiro) y Juan Antonio Coloma, quien de hecho ya votó a favor en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. Los argumentos a favor del retiro se repiten entre los diputados: que las ayudas del Gobierno no han llegado a un grupo amplio de personas de clase media, y que es complejo postular y calificar a éstas. Queda en la duda lo que ocurra con Cristián Labbé Martínez, quien reemplazó a Melero en la Cámara y que alcanzará a votar.
Lo que más preocupa a la coalición, según el citado medio La Tercera, es que se produzca un «efecto contagio» de cara a las elecciones de este año. ¿Qué quiere decir esto? A algunos les ha complicado la situación cuando su compañero de distrito RN se ha declarado a favor del retiro.
El presidente de la UDI, Javier Macaya es un abierto detractor del proyecto. Así lo manifestó esta jornada en entrevista con Radio Pauta, donde aseguró que «si sigue avanzado el sistema previsional chileno termina de firmar su sentencia de muerte».
Ante tamaña advertencia, Macaya dijo que la situación puede cambiar -que parlamentarios oficialistas que votarán a favor terminen votando en contra- «si el Gobierno entrega una señal respecto de lo que significa una alternativa, como el usar los fondos de cesantía», la idea planteada por uno de los presidenciables del partido, Joaquín Lavín. Sin embargo, reconoció que el proyecto, «en el Congreso va a ser aprobado».
En Evópoli, partido que cuenta con 6 diputados, la cosa es más clara para el Gobierno. Al menos cuatro votarán en contra del retiro.
De los que queda, Sebastián Keitel se inhabilitaría por nexos familiares con las AFP. El que queda en el aire es Sebastián Álvarez.
La preocupación dentro del partido es quedar tildados como el partido que está en contra de los retiros. Esta preocupación aumenta más debido a la cantidad de votos oficialistas que podrían inclinar la balanza a una aprobación.