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La bolsa de gatos de las oposiciones que sepultó la primaria única y tiene en vilo las confianzas políticas PAÍS

La bolsa de gatos de las oposiciones que sepultó la primaria única y tiene en vilo las confianzas políticas

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Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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El 19 de mayo vence el plazo para inscribir primarias legales presidenciales, y en la oposición priman las recriminaciones cruzadas, las dudas y la falta de un acuerdo claro para definir el puzle electoral. Hasta ahora, podrían existir dos mediciones en el bloque y para varios el salvavidas a este caos estará en los resultados de la elección de mayo. Un solo candidato en primera vuelta está totalmente desechado, pero hay coincidencias en que quien pase a segunda vuelta debe tener el respaldo completo de la centroizquierda e izquierda, para lograr ganarle a la derecha.


A pesar de que el discurso público es “buscar la más amplia primaria en la oposición”, en privado prácticamente todos dan por desahuciada la posibilidad de una candidatura única, desde la DC hasta el PC, y en la búsqueda de preprimarias, las desconfianzas y los cálculos políticos salen a relucir desde los partidos.

El primer fracaso es del PPD y el PS, que no lograron concordar una carta común, como era la intención original, que les permitiera ser más competitivos. El PPD pidió para este fin de semana una última conversación, a pesar de que ambas colectividades dan por enterrada esa posibilidad, tanto por los tiempos como por las desconfianzas cruzadas que han surgido de esta conversación. En el PPD acusan a los socialistas de no querer acceder a una encuesta, que para ellos es la única posibilidad de lograr ese objetivo, debido a los plazos y la pandemia. Los socialistas responsabilizan al PPD de no querer concretarlo a tiempo y reconocen que existe una gran desconfianza con sus socios. Muchos apuntan directamente a Heraldo Muñoz: “No cumplió su palabra”, afirman.

“No vamos a bailar al ritmo del PPD”, advierten en el PS, donde reconocen que dentro de la colectividad hay varias miradas, por lo que se realizará un debate interno. Hay quienes incluso creen que, dada la fallida unidad con el PPD, es mejor pasar directo a la primera vuelta, alejándose de la defensa de algunos sectores del partido de defender el eje con el centro y marcar una distancia con la falange. Sin embargo, en la directiva ponen los esfuerzos en una primaria con los partidos de la Lista del Apruebo, es decir, Unidad Constituyente más Nuevo Trato. El objetivo principal socialista es vencer a la carta DC, Ximena Rincón, pues hay quienes temen que, de ganar la senadora esa primaria, exista una fuga de votos hacia Gabriel Boric (FA) o Daniel Jadue (PC).

Al interior del PPD, en tanto, se habían fijado tres escenarios: el primero –ya descartado– era una medición con el PS para llevar carta única a primaria con Unidad Constituyente; el segundo, una preprimaria con el ala progresista, pero con un acuerdo programático con la DC, que hasta ahora tiene poco piso por la negativa de otros partidos; y el tercero, una primaria directa con Unidad Constituyente, que es hasta ahora la opción más viable. El senador Guido Girardi marcó un punto cuando planteó “refundar un frente de izquierda democrática y ecológica, alternativo a la izquierda comunista, y elegir en primarias legales candidato para primera vuelta. En segunda vuelta con programa común, toda la oposición unida, sin exclusiones, debe apoyar a candidato para vencer a la derecha”.

Su propuesta no tiene piso en el ala progresista, y una puerta bien cerrada, pues su idea era incorporar al Frente Amplio y no al PC. Sin embargo, los frenteamplistas no irán a ninguna medición sin el Partido Comunista. “Si vamos sin el PC, el Frente Amplio se quiebra, se acaba”, advierte un dirigente del bloque. Tampoco está claro si Gabriel Boric y Daniel Jadue podrían tener una primaria. En el PC es una de las prioridades, aunque en sectores del FA temen que el diputado no logre imponerse ante el alcalde.

Pero el desorden político de la izquierda y la centroizquierda se arrastra desde hace tiempo. La falta de acuerdos que hizo que perdieran la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, la fragmentación en las listas de convencionales y, recientemente, la posible acusación constitucional en contra del Presidente Sebastián Piñera, donde no hubo una acción unitaria ni concordada entre las colectividades. Incluso jefes de bancada salieron primero a desmarcarse de la acción, teniendo luego que salir las directivas a desdecirse. El candidato del PPD, Heraldo Muñoz, dijo en su Twitter que si el Mandatario insiste con el TC evaluarán la medida. La carta radical, Carlos Maldonado, y el candidato del PRO, Marco Enríquez-Ominami, la promueven y dicen que hay mérito, igual que Pamela Jiles. A favor también se han mostrado Gabriel Boric y Jaime Mulet. Ximena Rincón se ha desmarcado por ser senadora (el Senado actúa como juez) y Paula Narváez ha mantenido la misma línea que su directiva, que es declararse en evaluación de la situación.

En este escenario –reconocen en el bloque–, concordar un programa común para la segunda vuelta parece todo un desafío.

La DC: el convidado de piedra en la oposición

Son varios sectores opositores los que tienen una manifiesta aprensión con la Democracia Cristiana. Las confianzas con ellos están rotas, reconocen varios, por una serie de hechos que van desde los desacuerdos en proyectos y cambios en negociaciones electorales de última hora.

En esta pasada, creen que existe una excesiva confianza de la DC, por lo que buscaría acaparar varios cupos en la negociación parlamentaria. Militantes de partidos de Unidad Constituyente dicen que no hay problema con Ximena Rincón, tampoco con el sector más progresista de la DC, pero sí con la dirigencia de Fuad Chahin, a quien acusan de insistentemente negociar con la derecha a espaldas de los demás. Una militante socialista, que prefiere resguardar su identidad, es tajante en señalar que “la DC tiene algo de centroderecha”. Una postura en la que coinciden otros, que sostienen que lo confirma así el giro a la derecha que han dado exmilitantes democratacristianos que hoy apoyan a cartas de Chile Vamos, como Mariana Aylwin. “Chahin nos traicionó y destruyó a la oposición”, apuntan desde un sector del PPD.

En la Democracia Cristiana creen que esta postura reticente a ellos se explica por “el miedo que genera Ximena Rincón en la presidencial” y los buenos resultados que tuvieron en la primaria de gobernadores regionales, en especial en la Metropolitana. En varias ocasiones la DC ha manifestado estar preparada para ir a primarias o primera vuelta, pero admiten que la negociación de listas parlamentarias es relevante.

Iván Flores, diputado del partido, consideró que “es una torpeza intentar los caminos propios” y que sin las mayorías, la oposición se desintegra. No podemos darnos gustitos personales en primera vuelta para hacernos famosos”, puntualizó. Esto, porque al interior de la DC hay quienes creen que las mayores posibilidades de Rincón son cuando hay mayor número de contendores.

Elecciones de mayo: “Ahí puede salir el sol”

En medio del enredo, desconfianzas y una falta de proyecto unitario claro, hay preocupación de que esto pueda facilitarle el camino a la derecha, que con menos candidatos puede lograr aglutinarse, como lo ha hecho antes, incluso a pesar de las diferencias programáticas que existen entre sus candidatos.

A pesar de eso, los partidos siguen alargando el plazo para tomar definiciones, y la mayoría cree que después de las elecciones de mayo el panorama es posible que se aclare y “puede salir el sol”.

Hay sectores que creen que entre el 16 y 19 de mayo, cuando además se deben inscribir las primarias legales, pueden pasar muchas cosas y moverse completamente el ajedrez, incluso “desfondando” candidaturas presidenciales, si es que sus respectivos partidos tienen un mal desempeño en las elecciones de gores, municipales y de constituyentes, por lo que apuestan a que se acorte el abanico de candidatos y se reconfiguren alianzas.

El analista político de la Universidad Central, Marco Moreno, cree que este escenario no es alentador y, más bien, “debiese existir la capacidad de definir una estrategia que pueda ser elemento para unir, si no, será una apuesta electoral que no permitirá aspirar a ser gobierno”. A su juicio, “hay un sector que se siente más cómodo administrando el descontento que el poder”, donde hace referencia al Frente Amplio, el Partido Comunista y el Humanista, que “siguen en lo testimonial”, pese a que cree que Boric ha estado entendiendo mejor que hay que administrar ambos.

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