La encuesta reveló además que hay una baja en la tolerancia a la violencia de las manifestaciones. De este modo, los chilenos y chilenas están, en general, en desacuerdo con que los saqueos, la quema de edificios y la quema de infraestructura pública son medios necesarios para llamar la atención de las autoridades (84%, 82% y 81%, respectivamente). Además, se identifica a la delincuencia, desempleo, un servicio deficiente de salud y las bajas pensiones como los problemas que aquejan a los «chilenas y chilenos hoy». En cuanto a los principales problemas que les afectarán en 10 años más, se advierte que el problema de las bajas pensiones sube desde un 22% a un 31%, siendo de especial preocupación para un 59% de las personas entre 61 y 75 años.
«Chilenas y chilenos hoy: desafiando los prejuicios, complejizando la discusión» se llama la encuesta de opinión realizada desde el 2017 por Espacio Público e Ipsos, y que publicó este lunes los resultados de su primer capítulo que responde las siguientes interrogantes: «¿Cuáles son los principales problemas que afectan a las y los chilenos?, ¿somos una sociedad violenta? y ¿Qué entendemos por dignidad y desigualdad?».
De acuerdo a los resultados obtenidos -de forma online a 1.000 casos de mayores de 18 años en Antofagasta, Valparaíso, Viña del Mar, Santiago, Concepción y Talcahuano-, los consultados identificaron las pensiones (87%), el alto precio de los medicamentos (85%), la demora en atenciones de salud (85%) y la colusión entre empresarios (84%) a la cabeza de las acciones violentas, aunque experimentaron una baja en comparación con el último estudio.
En tanto, un 84% de las personas cree que tanto los malos tratos en el trabajo como el uso innecesario de la fuerza de Carabineros y las colusiones entre empresarios para fijar precios de productos, son muy violentos. Un 81% considera muy violentos los saqueos y un 65% muy violentas las barricadas. Los piropos en la calle son considerados muy violentos por un 53% de las personas encuestadas.
En la misma línea, entre los resultados de la encuesta hecha por Espacio Público e Ipsos, hay una baja en la tolerancia a la violencia de las manifestaciones. De este modo, los chilenos y chilenas están, en general, en desacuerdo con que los saqueos, la quema de edificios y la quema de infraestructura pública son medios necesarios para llamar la atención de las autoridades (84%, 82% y 81%, respectivamente).
Si bien el 71% considera que e la violencia es negativa para el movimiento, ya que desvía la atención de
las legítimas demandas sociales, hay un 36% de acuerdo con que todo proceso de cambio requiere algún grado de violencia y un 40% está de acuerdo con que es válido que la ciudadanía haga barricadas para expresar sus demandas.
Asimismo, se observa que para un 53% de los encuestados la delincuencia está entre los tres problemas que más le afectan, seguido por el desempleo y un servicio deficiente de salud, ambos con un 40%.
En cuanto a los principales problemas que les afectarán en 10 años más, se advierte que el problema de las bajas pensiones sube desde un 22% a un 31%, siendo de especial preocupación para un 59% de las personas entre 61 y 75 años. Por otro lado, el problema de la contaminación ambiental y el cambio climático crece desde un 12% a un 20%, empujado principalmente por un 35% de jóvenes entre 18 y 29 años, y un 28% de personas del segmento ABC1.
Según Pía Mundaca, directora ejecutiva de Espacio Público, los resultados de la encuesta “vuelven a recordar aquellos desafíos apremiantes que tiene nuestra sociedad, muchos de los cuales se han mantenido durante años y siguen esperando, como las cifras lo evidencian. Además de reforzar aquellas urgencias que se han acrecentado producto de la pandemia, como es la importancia del desempleo”. Del mismo modo, agrega que ve con preocupación “cómo la disposición a la integración ha ido empeorando en comparación con las anteriores mediciones, lo que refleja una tarea de primer orden para mejorar nuestros niveles de cohesión social”.
Por su parte, Alejandra Ojeda, directora de Estudios Públicos de Ipsos, indica que “la crisis de salud ha significado distintos tipos de costos para las personas, siendo la caída de los ingresos en los hogares y el aumento del desempleo los dos más evidentes en esta etapa, otros efectos están aún por dimensionarse. Observamos cómo el desempleo escala entre los principales problemas en el país, situándose al centro de las preocupaciones. Hay que entender que la importancia del desempleo no solo se relaciona con la urgencia de ingresos para los hogares nacionales, sino que también es un tema clave en un contexto donde el debate en el país ha conceptualizado a la dignidad desde asegurar mínimos niveles de calidad de vida y desigualdad, como brechas de ingresos».
En otra pregunta de la encuesta, se les consultó sobre qué entienden por dignidad. Al respecto, un 25% asocia el término a “un mínimo nivel de calidad de vida para vivir con tranquilidad”, un 23% con “el respeto hacia las personas independiente de su condición económica”, un 19% con un “trato humano hacia todas las personas”, y un 10% con “terminar con los abusos”.
Por otro lado, la desigualdad es vista por un 39% como “la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres”, un 18% vincula la desigualdad con “la discriminación hacia los pobres, migrantes, minorías sexuales u otras”, y un 18% con “la falta de oportunidades para los más pobres”.