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Voto antiizquierda en la zona oriente de la capital sentenció triunfo de Claudio Orrego en la Gobernación de la RM PAÍS

Voto antiizquierda en la zona oriente de la capital sentenció triunfo de Claudio Orrego en la Gobernación de la RM

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Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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El candidato de Unidad Constituyente se impuso con 80.796 votos a Karina Oliva, de Apruebo Dignidad, concentrando el crecimiento de su votación en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, donde la derecha tiene protagonismo, y en donde salieron a votar movilizados para impedir que la izquierda se hiciera de la Región Metropolitana, así como lo hizo con la Municipalidad de Santiago. Las durísimas derrotas consecutivas de Chile Vamos –que tienen a la alianza de partidos de derecha reducida a su mínima expresión– y el enfrentamiento en las oposiciones entre una izquierda más moderada con otra más dura, hicieron que la segunda vuelta en la Región Metropolitana se polarizara al punto que figuras oficialistas anunciaron que votarían por un adversario político. Ante la proyección presidencial que se otorgó a este balotaje, la derecha se aglutinó contra la izquierda, que afiló el discurso en el segundo tiempo de la campaña.


El ambiente era de confianza en cada uno de los comandos minutos después de cerradas las mesas. Un escenario, banderas y confianza era lo que tenían en común. Fueron pasando los minutos, sin embargo, y la tensión se tomó los comandos. Como esperaban en el Frente Amplio (FA), Karina Oliva lograba buenos resultados en comunas populares, pero no así en aquellas del sector oriente, definidas como “las comunas del Rechazo”. Siempre hubo consciencia de que allí los números no los iban a acompañar. Antes de los resultados definitivos, en Comunes, el partido de Oliva, ya daban por perdida la gobernación ante los resultados altísimos de Claudio Orrego en las referidas comunas. Ese mismo cuadro fue visto por la contraparte como la señal definitiva del triunfo, uno que al principio parecía incluso esquivo.

Según los datos del Servicio Electoral (Servel), Orrego (DC) triplicó holgadamente sus votos en la tríada del sector oriente: Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. En dichas comunas, creció de 53.273 votos en primera vuelta a 182.394 en segunda vuelta, es decir, 129.501 votos más en el balotaje. El alza más relevante lo tuvo en Las Condes, donde pasó de 34.433 a 102.855 votos, y donde Karina Oliva tuvo apenas 13.189.

Un antecedente importante es también que en esas tres comunas hubo una alta participación de su electorado: Las Condes con cerca del 44%, Vitacura en torno al 53%, y Lo Barnechea, 47%, a diferencia de las comunas donde Oliva obtuvo mejores resultados (Puente Alto, Pudahuel, Quilicura, Lo Espejo, La Pintana, Maipú y La Granja), en las que la participación fue inferior al 20%. Tampoco la candidata del FA logró traspasar los votos de comunas como Santiago, donde se esperaba una mayor distancia respecto de Orrego, tras el triunfo de la comunista Irací Hassler.

Todos los sectores, de acuerdo o no en que así fuera, coincidían en que esta definición en la Región Metropolitana (RM) podría dar luces sobre la presidencial. El discurso de Apruebo Dignidad contribuyó en el llamado a elegir entre antineoliberales y neoliberales, elegir entre los perpetuadores de «los 30 años» y nuevos políticos. La guinda de la torta fue el apoyo público de sectores de Chile Vamos que apostaron por Orrego, lo que llevó a plebiscitar aún más esta consulta, entre la izquierda radical y la moderada.

El temor de que con un triunfo de Oliva se fortaleciera el hasta ahora mejor evaluado presidenciable, el comunista Daniel Jadue, movilizó a la derecha, y así lo reconocen en el oficialismo. A pesar de que Orrego ha arremetido contra La Moneda, diciendo que Chile no merece otro Gobierno de derecha o celebrando su derrota en esta elección, generando resquemores en Chile Vamos, la idea de que la izquierda más dura no se fortalezca fue preponderante. El candidato presidencial independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel, graficó en parte el escenario. «Más bien, es un voto de rechazo a la poca seriedad con la que ha enfrentado la campaña Karina Oliva», dijo cuando anunció su apoyo al exintendente.

El protagonismo del alcalde de Recoleta para varios fue el detonante de este voto antiizquierda, por sus declaraciones punzantes incluso contra la DC, como la reciente polémica por el anuncio que hizo, en cuanto a pedir un estatuto de garantías a esa colectividad y el Ejército. Tanto en la Democracia Cristiana como en el oficialismo acusaron que esto refuerza la idea de instalar una polarización a los niveles de la Unidad Popular, y del todo o nada.

En el análisis de Marco Moreno, académico de la Universidad Central, «el error de Karina Oliva estuvo en presidencializar esta elección, convertirla casi en un plebiscito sobre las opciones presidenciales, que era lo que no estaba en juego. A eso contribuyeron las declaraciones que hizo (Jadue), que fueron desafortunadas, porque las decía y se retractaba y terminaba confundiendo”.

Pese a este dato concreto, en la falange le hacen el quite a reconocer la influencia de la derecha y prefirieron echarle mano al eufemismo, al “voto ciudadano, más allá de los colores”. Que los prefirieron por la experiencia y para elegir un proyecto por sobre otro. “Claudio no recibió ningún apoyo público de la derecha, no le pidió los votos, no los fue a buscar. Los contendores se ocuparon también de generar un debate que a la gente no le gusta, esto de un clima de enemistad, de los neoliberales contra los antineoliberales”, enfatizaron en la DC.

El nuevo gobernador metropolitano, Claudio Orrego, incluyó en su discurso un tono convocante, asegurando que trabajará codo a codo con todos los alcaldes, independientemente de su color político. “Quiero convocar a las personas que no votaron por nosotros para que se sumen a nuestro proyecto, un proyecto de justicia urbana y territorial para la región entera. Aquí no somos enemigos, somos todos compatriotas, habitantes en esta región y nos necesitamos para trabajar por la justicia que tanto necesita la gente», añadió.

Karina Oliva hizo el punto. “Quiero agradecer a las comunas de la región que nos dieron su confianza, comunas populares, de trabajadores, que dieron el Apruebo, que nos dieron sus votos, que fue donde ganamos, porque nosotros no ganamos en otras partes que no sea el pueblo. Le felicitamos y esperamos que construya una Región para todas y todos, no solo para las comunas del Rechazo», expresó.

El respiro a la ex Concertación y las autocríticas de la izquierda

“Nosotros somos parte de una coalición de centroizquierda que muchos quisieron darla por muerta, y veo que hoy día está viva. Unidad Constituyente está viva, no solamente en la Región Metropolitana, sino que en todo Chile”, manifestó Orrego. Y así lo ven en las colectividades, donde subrayaron que la segunda vuelta de gobernadores los posiciona como la primera fuerza de oposición, con un segundo aire que los fortalece ante la presidencial.

En la interna democratacristiana están divididos. Algunos creen que este resultado de Orrego y de Unidad Constituyente tornará inevitable apurar una definición presidencial de Yasna Provoste y, con ello, la urgencia de conversar en los próximos días con el PS para buscar una candidata única. Otros le pasan la cuenta a la presidenta del Senado, porque en su región, Atacama, el candidato del bloque perdió ante un independiente. La senadora, sin embargo, mantuvo su indefinición y reiteró que su rol es como líder de la Cámara Alta.

En el caso de Apruebo Dignidad, hubo un balance positivo sobre el logro de llegar a segunda vuelta y disputar voto a voto con un partido grande y con historia, como la DC, siendo Comunes una colectividad nueva, y dejando además fuera a la derecha de este balotaje. “Es una derrota con olor a triunfo hacia el futuro”, manifestó el presidente del PC, Guillermo Teillier.

“Orgullosos , satisfechos. no podemos estar contentos, pero creemos que este es un gran primer paso. No basta solo con la protesta en la calle, también hay que participar”, manifestó el candidato presidencial del Partido Comunista, Daniel Jadue. Y esa fue la misión en que en el FA y en el PC coinciden: lograr capitalizar “el voto transformador”, pero pasando del mero manejo del descontento al manejo del poder también.

Sin embargo, este resultado tuvo asimismo mea culpa, y en el Frente Amplio reconocieron que el tono no fue el mejor. Incluso dio el pie para marcar diferencias. El candidato a La Moneda del FA, Gabriel Boric, las marcó. “No sirve convocar solo a los que están convencidos de lo mismo que nosotros, llenar de descalificativos a quienes piensan distinto a nosotros en este momento no resulta”, señaló a CNN-CHV.

Y ahí estará el desafío, según Marco Moreno, quien enfatizó que el trabajo de los candidatos debe estar en quienes no se sintieron convocados a votar. «La próxima elección presidencial la definirán los abstencionistas, el 80% que se restó de esta disputa. Ahí deberán concentrar sus esfuerzos los comandos y candidatos presidenciales», sostuvo.

Durante esta semana –dicen en las oposiciones– comenzará una nueva etapa, donde los candidatos de Apruebo Dignidad buscarán diferenciarse en el fair play y, en el caso de Unidad Constituyente, definir la forma de llegar juntos a noviembre.

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