En síntesis, el proyecto busca priorizar el consumo humano, el saneamiento, el desarrollo productivo local y la seguridad alimentaria. además pretende otorgarle al agua el carácter de bien nacional de uso público, y también establece la extinción del derecho de aprovechamiento de aguas y fortalecer. En el debate, la senadora Isabel Allende (PS) sostuvo que «debemos darle prioridad (del agua) al uso humano. Hoy estamos dando ese paso». Por su parte, David Sandoval dijo que «este proyecto no resuelve todo, pero ha habido un amplio consenso en su desarrollo». En la sesión estuvo presente el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien manifestó que «el Código de Aguas no resuelve todo, pero es un pilar importante». La discusión del proyecto del Código de Aguas continuará el próximo martes.
Luego de 10 años, el proyecto del Código de Aguas podría estar viendo la luz al final del túnel. Ello porque este miércoles, la Sala del Senado comenzó la discusión en general de esta iniciativa que ingresó a la Cámara de Diputados en 2011.
En síntesis, el proyecto busca priorizar el consumo humano, el saneamiento, el desarrollo productivo local y la seguridad alimentaria. además pretende otorgarle al agua el carácter de bien nacional de uso público, y también establece la extinción del derecho de aprovechamiento de aguas y fortalecer.
Otro punto relevante de este proyecto, es que brinda atribuciones a la Dirección General de Aguas (DGA) en aras de fiscalizar la gestión y sustentabilidad de los recursos hídricos.
También se establece que los nuevos derechos de aprovechamiento sean otorgados como concesiones temporales de 30 años, y se elimina la especulación por medio de un incremento en la patente por no uso, además de ampliar la facultad de expropiar para priorizar el consumo humano, mejorando también la facultad sancionatoria de la Dirección General de Aguas, entidad donde se tendrá que inscribir obligatoriamente los derechos de uso.
En el debate, la senadora Isabel Allende (PS) sostuvo que «debemos darle prioridad (del agua) al uso humano. Hoy estamos dando ese paso». Por su parte, David Sandoval dijo que «este proyecto no resuelve todo, pero ha habido un amplio consenso en su desarrollo».
Por otra parte, el senador Carlos Bianchi destacó: «Que este proyecto proteja a la Patagonia, con sus características, es de mucha importancia», además dijo que «no podemos esperar a que la Convención defina que el agua es un bien nacional de uso público».
«No es un proyecto perfecto, pero es urgente y absolutamente necesario», agregó el parlamentario.
La senadora Yasna Provoste (DC) señaló que «el proyecto de ley que hoy venimos a aprobar es consistente (…) el Código de Aguas de 1981 ha sido ampliamente cuestionado por expertos y una amplia mayoría del pueblo de Chile».
En la misma línea, Juan Pablo Letelier (PS) sostuvo que «la exacerbación del mercado en esta área (agua) ha producido tremendas distorsiones»
En la sesión estuvo presente el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien manifestó que «el Código de Aguas no resuelve todo, pero es un pilar importante».
La discusión del proyecto del Código de Aguas continuará el próximo martes.
Previo a la sesión, la senadora Carmen Gloria Aravena hizo un llamado a debatir con seriedad y aprobar en general este proyecto. La parlamentaria explicó que se recibió a más de 80 expositores de diversas organizaciones, autoridades, académicos y profesionales, quienes manifestaron sus observaciones sobre el proyecto que fue aprobado en general por la unanimidad de los miembros de la Comisión de Agricultura.
«Le pido a mis colegas que puedan tener en consideración el enorme trabajo que se ha realizado en las distintas comisiones para sacar adelante el nuevo Código de Aguas. En la Reforma, se establece que el agua, como un bien nacional de uso público, es un derecho humano irrenunciable, por lo que se garantiza el consumo humano por sobre todos los otros usos», destacó la parlamentaria.
Dentro de los aspectos a destacar, la senadora indicó que se incorporan normas como los planes de gestión estratégica para las 101 cuencas presentes en Chile, con el fin de mantener un estudio sistematizado de ellas, más allá de las aguas superficiales.