En La Semana Política, el abogado constitucionalista y académico Javier Couso analizó si procede la suspensión del Presidente Piñera en caso de que la acusación constitucional sea aprobada en la Cámara de Diputados. De acuerdo a su interpretación, «hay buenos argumentos” para ambas tesis (si procede la suspensión del Presidente o no), sin embargo acotó que «tengo la convicción -a estas alturas jurídica- de que no procede la suspensión en el caso de que se apruebe la acusación contra el Presidente Piñera, como por lo demás ocurre en el país desde donde copiamos la acusación constitucional (Estados Unidos)”. El abogado explicó, sin embargo, que esta situación quedaría a criterio del Congreso, y en caso de que existieran diferencias de opinión entre la Cámara y el Senado, se desataría una crisis. En relación a las reglas de sucesión ante una eventual destitución de Piñera, Couso dijo que «en mi interpretación, se sigue aplicando las reglas habituales. Primero el ministro de más alta jerarquía (Interior), luego el ministro de Hacienda (…) y solo si faltan todos los ministros, entra la presidencia del Senado». Por otra parte, la politóloga Pamela Figueroa consideró que «hay bastantes posibilidades” de que el libelo pase la valla de la Cámara, sobre todo por los propios parlamentarios de la coalición de Gobierno que “están en campaña, entonces verse asociados a un Presidente que no tiene respaldo (…) para ellos no es ningún aporte”.
La acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera y el escenario en torno a su posible destitución fue el tema principal de este miércoles en La Semana Política, donde el director ejecutivo de El Mostrador, Federico Joannon, junto al abogado constitucionalista Javier Couso y la politóloga Pamela Figueroa analizaron sobre este nuevo libelo acusatorio que presentó hoy la oposición en contra del Mandatario, luego de los antecedentes revelados de la compraventa de la minera Dominga en el marco de los Pandora Papers.
Una discusión que está en el aire es si procede la suspensión del Presidente Piñera en caso de que la acusación constitucional sea aprobada en la Cámara de Diputados, por la mitad más uno de los parlamentarios, antes de que pase al Senado para la decisión final, que debe ser adoptada por dos tercios de sus integrantes.
De acuerdo a Couso, «hay buenos argumentos” para ambas tesis –tanto la suspensión o no del Presidente. Sin embargo, acotó que “a mi juicio la Constitución debe interpretarse como que en el caso del Presidente no queda suspendido».
El abogado explicó, sin embargo, que esta situación quedaría a criterio del Congreso, y en caso de que existieran diferencias de opinión entre la Cámara y el Senado, se desataría una crisis constitucional: «Técnicamente la interpretación es de la Cámara. Va a haber una crisis si el Senado tiene una interpretación distinta a la Cámara».
«Si hay una divergencia de opinión entre la Cámara y el Senado en este aspecto, tenemos una crisis constitucional», volvió a reiterar.
«Estamos en un terreno ignoto, desconocido y sin precedentes, porque en la historia constitucional no hay precedentes de presidentes cuyas acusaciones hayan sido aprobadas. Arturo Alessandri tuvo una en el año 38, Carlos Ibáñez del Campo tuvo una, pero fracasaron en la Cámara, entonces no tenemos precedentes de cómo se interpretó la Constitución del 25», sostuvo.
Agregó que «ni está en las atribuciones del Tribunal Constitucional para arbitrar esa diferente interpretación que podría haber entre la Cámara y el Senado. Estamos en una situación muy compleja porque no tiene precedentes».
“Tampoco tenemos claro qué haría el Presidente. Supongamos que la Cámara es de la teoría de que cabe la suspensión, ¿cómo logra que eso se implemente si el Presidente piensa distinto? Estamos en una situación muy compleja”, indicó.
En relación a las reglas de sucesión ante una eventual destitución de Piñera, Couso dijo que «en mi interpretación, se sigue aplicando las reglas habituales. Primero el ministro de más alta jerarquía (Interior), luego el ministro de Hacienda (…) y solo si faltan todos los ministros, entra la presidencia del Senado».
Por último, insistió en que «tengo la convicción -a estas alturas jurídica- de que no procede la suspensión en el caso de que se apruebe la acusación contra el Presidente Piñera, como por lo demás ocurre en el país desde donde copiamos la acusación constitucional (Estados Unidos). En los casos de Bill Clinton y Donald Trump, el impeachment se aprobó en la Cámara Baja, pero siguieron gobernaron «.
Por otra parte, la politóloga Pamela Figueroa brindó su visión respecto al panorama político que se abre con esta acusación contra Piñera. En primer lugar, sostuvo que «estamos en una crisis de legitimidad y confianza hacia las instituciones políticas que viene hace bastantes años, pero que ha cristalizado a partir del año 2019 en adelante, por eso estamos en un proceso constituyente, y cualquier tipo de situación como esta, donde se afecta la probidad y la honra, horadan aún más la legitimidad y confianza hacia las instituciones, y eso es muy complejo en un entorno de un sistema presidencial».
Figueroa señaló que «hay un presidencialismo exacerbado, y cuando hay crisis política es muy difícil encontrar una solución, porque el contexto institucional no te lo permite, y eso hace que las diferencias políticas se acrecienten».
«Tenemos un régimen presidencial que tiene una fuerte tensión con el Congreso, y estamos además en un proceso de mucho cambio político. Están dadas todas las condiciones políticas para que esta acusación pueda tratar de saldar ciertas situaciones de recuperación de confianza institucional, de mayor transparencia», manifestó.
Respecto a la posibilidad de que la acusación se apruebe en la Cámara, Figueroa estimó que «hay bastantes posibilidades de que esto avance, sobre todo porque los propios parlamentarios de la coalición de Gobierno están bastante complicados con la situación, porque un grupo de ellos están en campaña, entonces verse asociados a un presidente que no tiene respaldo (…) para ellos no es ningún aporte a su campaña o a las propuestas que ellos quieren hacer hacia adelante».
«Eso -agregó- acompañado de que el candidato presidencial de la coalición oficialista también está bastante debilitado (…) Si se constituye la argumentación a favor de la acusación constitucional, va a ser muy complejo para ellos no aprobar».
«En el Senado es mucho más complejo, porque no hay una mayoría de las oposiciones, y probablemente eso va a estar muy asociado a como el Presidente se comporte», cerró.
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