Ante un cambio de Gobierno y renovación del Congreso, constituyentes analizaron algunas de las medidas para autoproteger el proceso constituyente y la nueva Constitución, que van desde señales con la nueva directiva –que se elige en enero– hasta acelerar los debates de los temas de fondo. Todo esto ante la falta de certezas del candidato José Antonio Kast respecto a resguardar este proceso, condicionando el apoyo que otorgue un eventual Gobierno suyo a las características de la propuesta que resulte, y los intentos de deslegitimar la CC de sectores de la derecha dura, también, si es que quien llega a La Moneda es Gabriel Boric. Si bien no han realizado un debate en torno a nombres concretos para asumir la posterior mesa directiva, sí algunos constituyentes han apostado a liderazgos transversales, con más experiencia política y con determinación para defender el trabajo de la CC.
En masivos cabildos y reuniones han estado por estos días los constituyentes en la Región del Bíobío, que forma parte del trabajo territorial. Tendrán un proceso de audiencias hasta los primeros días de enero y, luego de eso, esperan avanzar en la elección de una nueva directiva para la Convención Constitucional (CC).
Ese es uno de los flancos donde algunos constituyentes esperan poner atención para hacer frente al proceso electoral, que puede terminar permeando el trabajo de la CC, dependiendo de quién llegue al Gobierno y cómo se relacione con ellos el renovado Congreso. Hasta ahora, hay preocupación por el obstruccionismo que podría surgir desde un eventual mandato de José Antonio Kast, quien no ha dado garantías de proteger lo que resulte del proceso.
«El desprestigio en que cae día a día la Convención Constituyente nos hace augurar un mal resultado (…). Si el proyecto es malo y yo salgo electo Presidente, claramente trabajaré por que en el plebiscito de salida gane el Rechazo», dijo Kast el 6 de octubre, en Enagro.
En caso de que quien gobierne sea Gabriel Boric, que se comprometió a respaldar el trabajo de la Convención, constituyentes creen que podrían continuar los intentos de boicot de la derecha dura, tanto desde dentro de la misma CC como desde el Congreso.
En este contexto es que varios convencionales analizaron las herramientas que podrían permitirles subsistir y fortalecer la legitimidad del órgano constituyente, independientemente de quién asuma el próximo año la Presidencia.
«Se viene un momento distinto en la Convención Constitucional, debe estar preparada para un Gobierno que la apoye, como el de Gabriel Boric, pero también para uno que sea contario o adverso», puntualizó el constituyente del PC Marcos Barraza.
Uno de los flancos relevantes es la mesa directiva, que debe cambiar en enero, y donde la mirada común es que debe ser una dirigencia con experiencia, que tenga experticia, que pueda generar consenso tanto dentro de la CC como fuera de ella, en la ciudadanía, pero que además posea experiencia y manejo político. Para algunos, la actual directiva estuvo marcada por simbolismos relevantes, pero estos no son lo esencial en una nueva etapa.
Hay distintas miradas, eso sí, de características concretas. Todos recalcaron que no se han puesto aún sobre la mesa nombres, aunque sí algunas apreciaciones. Un constituyente de centroderecha manifestó que figuras más técnicas y transversales podrían ser un buen aporte, con nombres como Agustín Squella, Cristián Viera o bien algún representante del Colectivo Socialista, que para varios ha tenido un rol de bisagra dentro de la CC.
En otros sectores no se aventuraron con nombres, pero sí aseguraron que es probable que el Frente Amplio no se repita la primera vicepresidencia ni tampoco ocupe la presidencia, dado el rol que ya tuvo el ahora vicepresidente Jaime Bassa. Dentro de un sector de Apruebo Dignidad ven con buenos ojos que pueda ser nuevamente una dupla que se complemente, de mundos distintos que puedan enriquecer la conducción de la CC. En el caso de que se instale un eventual Gobierno de Kast, varios agregaron a las características el que sean personas con ímpetu para hacer frente, decididamente y con «muñeca política», a posibles emplazamientos o críticas.
El constituyente DC Fuad Chahin apuntó a la necesidad de tener «una mesa directiva donde se combine un buen perfil técnico con experiencia política, para que la conducción de la Convención se ahorre algunos errores no forzados». Mientras, su par del Colectivo Socialista, César Valenzuela, dijo que «lo simbólico es siempre importante, pero creo que la habilidad política va a ser relevante en este nuevo periodo».
Por su parte, la convencional constituyente Jennifer Mella – independiente del pacto Apruebo Dignidad – sostuvo que la nueva directiva, además de generar consenso dentro de la CC, «debe tener una legitimidad fuera de la Convención, social, política y que le permita conducir hasta la firma de la nueva Constitución».
Pese a que la apuesta es a que el trabajo de la CC no termine siendo permeado por las elecciones, varios admitieron que es casi inevitable que afecte. Para otros, hay una relación indudable. El constituyente de RN Raúl Celis lo planteó así y, en tal sentido, detalló que «el mejor ejemplo es que se ha evitado entrar en las materias de fondo hasta el término de la segunda vuelta. Eso es evidente y ahora se produjo un resultado sorpresivo y debe ser asumido por la Convención, en el sentido de moderar el contenido de la Constitución, de buscar grandes acuerdos».
A su juicio, llegar a los máximos consensos posibles será fundamental para tener un proceso exitoso, y apuntó a no caer en un conflicto con el Ejecutivo y el Legislativo, porque «el riesgo de la legitimidad de la Constitución es enorme. Se arriesga el resultado del plebiscito de salida, e incluso si el resultado fuese positivo, se corre el riesgo que terminemos con una Constitución de baja aprobación de todo el electorado potencial».
Otro flanco que ven como fundamental en la CC es cumplir los plazos estipulados, para evitar que se generen críticas en dicha línea, como ya ha ocurrido. Incluso, luego de que el presidente de RN, Francisco Chahuán, manifestara que «no hay que desestimar a priori una extensión».
«Extender el plazo de la CC es una trampa, porque al final si nosotros damos esa señal vamos a terminar debilitando la imagen de la Convención ante la opinión pública», enfatizó Fuad Chahin, quien agregó que un elemento fundamental será avanzar más rápido en normas constitucionales y «que tenga un mayor sentido de realismo». Tema en el que coincidió el constituyente César Valenzuela, quien subrayó que, cuando se entre a los temas de fondo, «la Convención se va a revitalizar». Añadió que «lo principal es que tratemos de evitar errores no forzados y, en ese sentido, el cumplimiento de los plazos».
Si bien hay una percepción mayoritaria en cuanto a que un Gobierno de Kast podría hacerles la vida difícil, y que críticos internos como Teresa Marinovic seguirán cuestionando el espacio, los constituyentes defendieron con uñas y dientes la legitimidad del espacio per se. Marcos Barraza llamó a quienes tengan dudas a «segurizarse de que hay un mandato popular ratificado en las urnas, que tiene amplia legitimidad, y no dejarse someter a las presiones que está ejerciendo la derecha y el conservadurismo».
El tema comunicacional y el de las polémicas también son claves, en especial después de golpes duros como el de Rodrigo Rojas Vade, las discusiones por las fake news y los cuestionamientos por gastos.
«La mayor fuerza que tiene la Convención es el arraigo en la gente. Debemos seguir concentrados en el trabajo. Mientras menos estridencia y polémicas públicas generemos, va a ayudar a seguir dándole la legitimidad social y popular que es el mayor capital que tiene la Convención», sostuvo Ignacio Achurra.
«La mejor manera de proteger este proceso es llevarlo adelante de manera seria, con un mejor nivel comunicacional de lo que está haciendo, pero también en la convocatoria y lo participativo que está resultando», sumó Jennifer Mella.