El experto aseguró en El Mostrador en La Clave que «hay dos correlaciones que están bastante claras. Una que es etaria, mientras más viejo, caes más en la trampa de las fake news, y por lo tanto las difundes más. La segunda correlación que han detectado, es que la ultraderecha son usuarios que no tienen ningún problema en difundir una fake news, en impulsar una fake news, aun sabiendo que se trata de una fake news. Esas dos correlaciones, la etaria y la política, la bibliografía especializada las está detectando bien».
«Claramente las fake news son una herramienta política de la ultraderecha». Así de tajante fue Pedro Santander, director del proyecto DEEP de la Universidad Católica (UC), al referirse al fenómenos de las noticias falsas y la relación que tiene con la extrema derecha.
En entrevista con El Mostrador en La Clave, Santander dijo que dicha relación «es real. Se ha discutido poco en Chile, pero en otras partes del mundo esta relación entre la extrema derecha y las fake news, es algo que lleva unos cuantos años siendo estudiado».
El experto aseguró que «hay dos correlaciones que están bastante claras. Una que es etaria, mientras más viejo, caes más en la trampa de las fake news, y por lo tanto las difundes más. La segunda correlación que han detectado, es que la ultraderecha son usuarios que no tienen ningún problema en difundir una fake news, en impulsar una fake news, aun sabiendo que se trata de una fake news. Esas dos correlaciones, la etaria y la política, la bibliografía especializada las está detectando bien».
«Hay sectores de la ultraderecha que conspiran. La escuela de Steve Bannon, lo que hizo Trump, lo que hace la ultraderecha a nivel mundial es una coordinación que tienen de intoxicar las redes sociales, de desinformar, de generar una profusión de fake news que les dan rédito político en muchos sentidos», agregó.
Santander puso como ejemplos el caso del diputado electo del Partido Republicano, Gonzalo de la Carrera, quien el 2018 compartió una noticia falsa en su cuenta de Twitter en la que un cuestionado sitio español señalaba en el titular que la diputada Camila Vallejo (PC) defendía el derecho a la pedofilia.
A esto se suma la imagen que compartió el parlamentario electo este fin de semana, en la que se ve al candidato presidencial Gabriel Boric tomándose una selfie una en Plaza Italia, con violencia y barricadas a su espalda. Sin embargo, la foto no es verdadera, es del año 2016, cuando el río Mapocho se desbordó debido a intensas lluvias en la capital, inundando una serie de calles en la comuna de Providencia.
Otro ejemplo fue el del supuesto carrete de la Convención Constitucional en Concepción, y en ese sentido, apuntó a la responsabilidad que deben tener los periodistas al momento de publicar una información: «Que los propios periodistas mastiquen la información que van a difundir en una época de intoxicación. Cuando los periodistas de Radio Bío Bío resuelven de calificar con el adjetivo «desenfrenado» una fiesta que nunca existió, usar el modo indicativo en vez del condicional, son decisiones en las que está el periodista solo ante su pluma o computador».
«Las fake news tienen un recorrido, suelen empezar en el mundo digital, Twitter o Facebook, y ahí hasta que llega alguien que tenga cierta autoridad de red que se llama influencer, la impulsa, y una vez que la impulsa, tiene mucha posibilidad de convertirse en trending topic, y una vez que se convierte en trending topic, muchas veces pasan a ser agenda de medios», dijo.
Por otra parte, Pedro Santander explicó que «la ultraderecha no solo usa las fake news en momentos electorales, sino que las usa permanentemente para generar ambiente tóxico. Si no dominamos las calles, las redes sociales sí las dominamos, y una de las maneras de dominarlas, es desacreditar tóxicamente al adversario y desinformando».
«A mí me da la impresión que la derecha y la ultraderecha no le teme ni a las distopías, ni a las fake news, sino que las usa en sus afanes políticos. Estamos en momentos bien complejos para quienes estamos en el tema del periodismo y la comunicación», cerró.