Sectores de la CC creen que los frenteamplistas deberían dejar espacio a otras fuerzas para la presidencia y la vicepresidencia que deben asumir el 4 de enero, dado el rol que ya tuvo Jaime Bassa, y que uno de los suyos, Gabriel Boric, será el próximo Presidente de la República. De eso dicen estar conscientes en el FA, pero también del hecho de que, reeditando a uno de sus miembros o de su confianza, se asegurarían más y mejores nexos con el Ejecutivo, esto de cara al plebiscito de salida, que es el objetivo principal de la Convención en este segundo tiempo. Ahí suenan nombres como el de Amaya Álvez y Christián Viera e incluso, como una carta constante, Fernando Atria. En otros espacios ya anunciaron su candidatura Cristina Dorador (Movimientos Sociales Constituyentes), Patricia Politzer (Independientes No Neutrales) y Bárbara Sepúlveda (PC). En el PS suenan Ricardo Montero y César Valenzuela, mientras que en la centroderecha apuestan por respaldar a una carta de la centroizquierda, con el fin de recibir un apoyo de vuelta para una vicepresidencia adjunta con Cristián Monckeberg, entre los nombres que se barajan.
Una de las 25 mujeres más influyentes del mundo –de acuerdo a The Financial Times– y una de las 100 mujeres del 2021 –según la BBC–, fueron algunos de los reconocimientos que tuvo la presidenta de la Convención Constitucional (CC), Elisa Loncon, que finalizará dicho rol el 4 de enero, tras seis meses en el cargo, junto al vicepresidente Jaime Bassa. Una dupla que complementó el aspecto técnico con lo simbólico, distinto a lo que se requiere en este «segundo tiempo», según creen algunos sectores de la Convención, que apuestan ahora a una muñeca más política y comunicacional, en conjunto con el tinte técnico, de cara al plebiscito de salida.
Ya distintos colectivos y agrupaciones han dado a conocer sus nombres, sin embargo, dentro del Frente Amplio (FA) algunos de sus constituyentes reconocieron que todavía están analizando el escenario, donde por ahora hay dos visiones. Una de ellas es tomar distancia de la mesa ejecutiva, por tener ahora a Bassa en la vicepresidencia, y ante la mirada crítica de algunos sectores por la existencia de una especie de «hegemonía» del Frente Amplio y «concentración de poder político», teniendo ahora a un frenteamplista como Presidente electo de la República. En varios de los demás espacios políticos de la CC piensan que es importante que otros actores tengan la posibilidad de conducir el proceso que viene.
La segunda visión dice relación con las ventajas de tener a Boric en La Moneda, pues será quien conduzca el país cuando se realice el plebiscito de salida. En este contexto, ven que sería positivo tener esta vía directa con La Moneda, y por la posibilidad de hacer gestión política también en el Congreso con los partidos que se le han declarado en colaboración. «Sabemos que algunos pueden pensar que se está concentrando el poder en un puro actor político y es entendible, y eso está en la mesa hoy día, pero también lo está el pensar que la presencia del Frente Amplio en la directiva puede ayudar mucho en el entendimiento y la bajada política del plebiscito de salida», dijo uno de los integrantes de esta bancada en la CC, que agregó que «no tenemos nada cerrado aún».
En esa línea, el constituyente Daniel Stingo sostuvo que esto «es muy opinable» y que «no hay recetas absolutas». «Alguno podría decir ‘pero, oye, es mucho poder político para un mismo grupo’, va a estar el Presidente de la República y va a estar el presidente o vicepresidente de la Convención. Pero, por otro lado, tú puedes verlo como un complemento, qué mejor que sean del mismo grupo y trabajen a la par, mancomunados, coordinados, porque ya ha declarado el Presidente electo que no va a influir ni pautear en nada, pero sí para trabajar coordinados. Algunos se pueden preguntar ‘pero por qué como Frente Amplio no vas a querer competir, si puedes llegar a acuerdos con otros’, pero algunos pueden decir ‘oye, ya pues, deja un poco para el resto'», puntualizó.
Nombres, en todo caso, ya han estado barajando, como el de Amaya Álvez, quien –dicen en el FA– podría no estar tan interesada. Christián Viera también es un nombre que ronda, y el de Fernando Atria «siempre está presente», admitieron.
El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que el Mandatario electo, Gabriel Boric, «firmó una doctrina» cuando dijo que no quería una Convención partisana. “Una Convención partisana, al servicio de nuestro Gobierno, no corresponde”, señaló Boric. En esa línea, el analista puntualizó que, dada esa declaración, «a las claras significa que quiere marcar una razonable distancia de dos trabajos, de dos funciones que son distintas».
Por lo anterior, Moreno sostuvo que «lo que más le puede ayudar al Gobierno es que no se mezcle por lo demás, de manera que en el Gobierno no se abra un frente de conflicto o algo que le genere una tensión más, porque tendrá suficiente (…). Lo más razonable sería que el Frente Amplio pudiera apoyar a otros representantes con quienes han tenido un entendimiento en el último tiempo, como el Colectivo Socialista, Independientes No Neutrales, de tal manera de mostrar una cierta voluntad de buscar acuerdos con otras fuerzas y no caer en una lógica hegemónica», planteó.
Ayer la primera en oficializar su candidatura a la mesa fue la constituyente y científica antofagastina Cristina Dorador, por los Movimientos Sociales Constituyentes. Subrayó estar «convencida que puedo aportar en abrir espacios y diálogos transversales que permitan abordar la complejidad de los desafíos actuales y futuros”. Su nombre es valorado en otros sectores, en especial por ser independiente y por ser mujer, en el contexto de la paridad. También sinceró su opción la periodista Patricia Politzer, constituyente de Independientes No Neutrales, quien manifestó que “si concito una mayoría grande de la Convención, aquí estoy disponible a trabajar con toda la energía y la fuerza que tengo”. Su nombre genera apoyos entre independientes, sectores de la centroizquierda y centroderecha, que destacan el manejo comunicacional que podría tener.
En el caso del Partido Comunista, levantó la carta de Bárbara Sepúlveda, aunque aclarando que puede ser también para alguna de las vicepresidencias adjuntas, como lo dijo el constituyente del PC Marcos Barraza, quien enfatizó que «no estamos aferrados a una idea que sea excluyente». Afirmó que el FA es su «socio privilegiado» para llegar a acuerdos y que, para perfilar la nueva mesa, «la consideración del perfil técnico no es suficiente, tiene que haber un compromiso expreso con las transformaciones que el pueblo y los pueblos de Chile están demandando».
Los nombres de Ricardo Montero y César Valenzuela son los que se barajan por ahora dentro del Colectivo Socialista , espacio donde la centroderecha ve con buenos ojos a alguien para respaldar, al igual que en el Colectivo del Apruebo, pues en el oficialismo ya dan casi por descartado llevar un nombre propio para la presidencia y vicepresidencia ejecutiva, centrando el interés en hacerlo con una carta para las vicepresidencias adjuntas, espacio que en la primera etapa ocupó el UDI Rodrigo Álvarez. Ahora, Renovación Nacional y Evópoli apuestan por que sea uno de sus filas, de la «derecha más dialogante», quien tenga representación en una de esas vicepresidencias adjuntas.
“Nosotros aspiramos a tener una de las vicepresidencias adjuntas. En el periodo anterior le correspondió el nombramiento a un representante de la UDI y nosotros pensamos que debe corresponder a un militante nuestro. Si alguna de las candidaturas a la presidencia o vicepresidencia de la CC nos respaldara para lograr obtener alguna vicepresidencia adjunta contaría esa candidatura con un respaldo nuestro”, dijo el constituyente de RN Raúl Celis. El nombre que más suena es el del constituyente y exministro Cristián Monckeberg (RN), aunque también hay otras cartas en esa colectividad, como Manuel José Ossandón Lira.
El apoyo del oficialismo a alguien de la centroizquierda, eso sí, tiene ciertas «condiciones», como que el nombre que apoyen tenga conocimiento jurídico y que esté por ser eficiente con los tiempos, además de dar ciertas garantías de diálogo con la centroderecha, en un contexto complejo para el sector oficialista por los roces internos tras las elecciones. La idea es, además, que a cambio de ese apoyo a la presidencia o vicepresidencia ejecutiva de alguna figura de centroizquierda, ellos reciban el mismo apoyo para posicionar a Monckeberg en la vicepresidencia adjunta.
La Coordinadora Constituyente Plurinacional (integrada por escaños reservados y exintegrantes de La Lista del Pueblo) levantaron la opción de Eric Chinga (Pueblo Diaguita) para la presidencia y el de Natividad Llanquileo (Pueblo Mapuche) para la vicepresidencia.
Manuel Woldarsky, integrante de dicho grupo, manifestó que en su visión el resultado electoral no debe permear completamente esta elección. «Creo que lo que ocurra con los otros órganos del ejercicio del poder del Estado debe ser tenido en cuenta, mas no debe ser la única circunstancia a tomar en cuenta. Soy de la opinión de que la CC viene a proponer a Chile una mirada mucho más actual y, en ese sentido, mi motivación está basada en que se ejerza la plurinacionalidad y el liderazgo, que se entienda como algo que debemos abrazar. Creo que una candidatura desde un pueblo originario es un buen punto de partida, un excelente candidato es Eric Chinga», afirmó.
Sobre la necesidad o no de tener más «muñeca política», puntualizó que en «las circunstancias de que lidere el debate inédito de la historia de Chile, creo que ofrece ese capital político (…). Mientras la persona elegida sea con capacidad, con pensamiento crítico, que proponga, que no base sus opiniones en mentiras y desinformación, el país va a avanzar».
Quienes se postulen para la presidencia y la vicepresidencia ejecutiva, requerirán 78 votos a favor, es decir, mayoría absoluta de las y los convencionales constituyentes en ejercicio.