Municipios y Gobiernos Regionales aportaron con espacios, transporte y equipos técnicos para que la Comisión pudiera recibir 77 audiencias en las cinco macrozonas. La Comisión de Forma de Estado y Descentralización cierra el año habiendo cumplido la mitad del mandato final del Reglamento General. En dos meses sesionaron en ocho de las dieciséis regiones de Chile y en las cinco macrozonas. Hoy, dan inicio al proceso de presentación de propuestas normativas.
“No se nos envió ni un mail con información oficial, ni el horario de las sesiones, ni equipos de los que disponíamos, ni de presupuesto disponible, más allá de la presentación de dos secretarios en comisión de servicio. Consultamos a través de la Secretaría y nos dijeron que nosotros teníamos que ver cómo cumplir el mandato”.
Así recuerda la convencional Jeniffer Mella su instalación junto a Adolfo Millabur en la coordinación de la Comisión 3 sobre Forma de Estado, Ordenamiento, Autonomía, Descentralización, Equidad, Justicia Territorial, Gobiernos Locales y Organización Fiscal.
Fue hace poco más de dos meses, el 21 de octubre, cuando tuvieron su primera reunión en las mesas de picnic que instaló Segpres en el patio del ex Congreso para trabajar (dentro del edificio solo hay una sala por colectivo político disponible). Luego de presentarse, pasaron rápidamente al tema que les preocupaba: la frase de cierre del Artículo 64 del Reglamento General indicaba que debían sesionar al menos una vez en cada una de las 16 regiones del territorio nacional.
Esto, aparte de la semana territorial mensual de cada constituyente, de las tres salidas a región del Pleno y, por supuesto, de generar las propuestas de norma constitucional dirigidas a cumplir su objetivo general de descentralizar el país.
Pero tanto Mella como Millabur acumulan un largo historial en organizaciones que crecieron en la autogestión. La abogada especialista en Derechos Humanos tiene un recorrido por orgánicas de disidencias sexuales como el Bloque Lésbico y el Comité por la No Discriminación. Millabur, en paralelo a su rol como alcalde de Tirúa, lideró la organización de comunidades mapuche lafkenche (de las costas) en un gran movimiento contra la Ley de Pesca que culminó con la publicación de la Ley N° 20.249, conocida como Ley Lafkenche.
“En mi experiencia anterior como alcalde entendí con qué recursos e infraestructura cuentan estas instituciones. Eso me ayudó a recurrir a los municipios para que nos colaboraran en el despliegue y no tener que recurrir a la Convención, que no ha tenido acceso fácil a recursos que son de por sí escasos, ni ha contado con la colaboración del Gobierno en la gestión de esos recursos”, explica Millabur.
Los coordinadores activaron los convenios de la Convención con la Asociación Chilena de Municipalidades y establecieron contacto con los Gobiernos Regionales. Los convencionales que tenían buenas relaciones con algún territorio en particular, hicieron también sus propuestas, e incluso se contactó a una red de diseñadores gráficos de regiones, que se encargó de crear afiches para difundir cada visita.
“Decidimos que lo mejor era adelantar lo máximo posible las sesiones en regiones para que coincidan con el proceso de escucha de audiencias, y estas incluyan voces de todo el país. Y teníamos que hacerlo rápido, para que no interrumpan la etapa de presentación de normas y votación”, agrega el constituyente mapuche.
En Valparaíso, el gobernador Rodrigo Mundaca se mostró honrado de que les consideraran para la primera sesión fuera de Santiago y colaboró con equipos para la transmisión técnica de la instancia. Los convencionales de la región, Claudio Gómez y Cristóbal Andrade, activaron vínculos con los municipios. El alcalde de Peumo acogió a la convención en su Centro de Cultura y les consiguió un bus para transportarlos desde Santiago. El municipio de Calle Larga imprimió pendones que se colgaron de los postes, anunciando su llegada. Gestionaron el almuerzo y organizaron su sesión de la tarde en la Casa del ex Presidente Pedro Aguirre Cerda, además de un cabildo con los alumnos y alumnas de una escuela que así lo solicitó.
Fueron avanzando. La siguiente semana sesionaron en la Región de O’Higgins. Luego aprovecharon el viaje de toda la Convención a Biobío para cubrir también la vecina Región de Ñuble. A continuación, la comisión se dividió para ir a Arica y Parinacota, y Tarapacá. Entonces pidieron por primera vez apoyo a Segpres porque este trayecto requería de pasajes aéreos y alojamiento. La Secretaría indicó que solo podía costear los vuelos. El hospedaje y la alimentación debían ser cubiertos por el viático de cada convencional. El transporte, lugar de sesión, equipos de transmisión, protección contra COVID-19, y el trabajo de producción que todo esto conlleva, no estaban considerados en el presupuesto.
A su retorno, se encontraron en el Pleno con que el secretario ejecutivo, Matías Cox, había enviado un oficio a la Mesa Directiva de la Convención indicando que la comisión no les dio suficiente tiempo para comprar los pasajes y esto había significado un sobrecargo de cuatro millones de pesos. Esto abrió una discusión en el Pleno, donde sobre todo se defendieron los esfuerzos de la comisión por cumplir su mandato en los plazos establecidos.
El domingo de elecciones recién pasado, Jeniffer Mella, de Apruebo Dignidad, se enteró del triunfo de Boric en el trayecto al aeropuerto de La Serena para viajar al lugar de su próxima sesión: la Región de Aysén. Por su parte, Adolfo Millabur voló desde Temuco el lunes temprano. Organizó un nütram (conversatorio) con asociaciones mapuche de Coyhaique y luego buscó un café donde conectarse a la sesión de Comisión Indígena, mientras sus compañeros de comisión participaban de un encuentro constituyente en la Plaza Angol.
Los días siguientes sesionaron juntos en Puerto Cisnes, Mañihuales y Puerto Ibáñez, todo gestionado por los propios convencionales (en este caso, Yarela Gómez y Geoconda Navarrete del distrito 27) junto a los municipios. En el bus de camino a cada lugar, tenían reuniones revisando borradores de iniciativas de norma, además de coordinar los próximos pasos.
Con este viaje, la Comisión de Forma de Estado y Descentralización cierra el año habiendo cumplido la mitad del mandato final del Reglamento General. En dos meses sesionaron en ocho de las dieciséis regiones de Chile y en las cinco macrozonas, donde recibieron 77 audiencias, en su mayoría locales. Hoy, dan inicio al proceso de presentación de propuestas normativas.
“La precariedad en la que trabaja la Convención es grave”, denuncia Mella. “Se está haciendo prácticamente a pulso. Aquí ha habido un obstruccionismo y una negligencia grave de un Gobierno que tiene una intencionalidad de que esto fracase”.
Concluye Millabur: “La gente se imagina que funcionamos como la Cámara de Diputados y el Senado, que son muy distintos de nosotros. Pero se trata de salir adelante con la misión que nos encomendaron los pueblos de Chile, de redactar una propuesta de nueva Constitución. Y en eso estamos trabajando. El despliegue ha sido posible gracias a la disponibilidad, entusiasmo y compromiso de los territorios de sacar adelante este proceso”, recalca.