Ante el complejo escenario de minoría parlamentaria, desde el entrante Gobierno ya comenzaron las gestiones para generar acercamientos con otras fuerzas, además de Nuevo Trato Social –con quienes aún no logran dar con una estrategia de integración, para otorgar un mayor piso a la implementación del plan gubernamental–, que van desde el Partido de la Gente, pasando por Ciudadanos, los partidos Ecologista Verde y Humanista, además de independientes. Mientras las reuniones se suceden frenéticamente, se trabaja a toda máquina en la conformación del gabinete. El anuncio se llevará a cabo en tres etapas. En primera instancia serán presentados los ministros, dos días después se espera conocer a los subsecretarios y luego será el turno de seremis, delegados presidenciales y también provinciales. Si bien todavía no se han encendido las alarmas, y sin dar nombres, cercanos al Mandatario electo reconocieron dificultades para llenar los cupos necesarios, ya sea por negativas o por resguardo, pensando en un primer recambio, toda vez que “nombres fuertes no sobran”.
Entre varios más, uno de los mayores desvelos que sufre el comando de Presidente electo, Gabriel Boric –cuando faltan poco más de dos meses para asumir en La Moneda–, es cómo generar un piso político mínimo en el Congreso para poder dar curso a la implementación de su plan de gobierno. Y es que, más allá del espíritu de colaboración –que no significa garantía– que ha presentado el sector de Nuevo Pacto Social (PS, PPD, PR, PL y Nuevo Trato), y con quienes aún no tiene resuelta la oferta de integración, tienen asumido que, ni sumando a todos y cada uno de sus representantes en Valparaíso, da para sacar adelante cualquier tipo de iniciativa legislativa.
Es en este marco que personeros de Apruebo Dignidad ya comenzaron un despliegue mayor, aunque reciente, con las otras fuerzas parlamentarias, y que si bien no dan para hacer la matemática exacta de cuántos de esos votos podrían allegar en tal o cual circunstancia, saben que, dado el complejo escenario de minoría parlamentaria, cada voto cuenta. De esta manera y revisando el arco político desde el “centro” hacia la izquierda, hay al menos cinco representantes que se podrían calificar dentro del círculo de mayores afinidades políticas, y otros seis de los que nadie sabe aún cómo van a responder.
Se trata de los tres representantes del hoy Partido Humanista, quienes van a pasar a la condición de independientes, pues la tienda no alcanzó a cumplir las exigencias de la Ley Electoral para mantener el estatus de partido, y dos del partido Ecologista Verde. Y aunque los seis representantes del Partido de la Gente, de Franco Parisi, son una incógnita, aquello no ha sido impedimento para intentar construir puentes. Se sabe que los mismos seis han también recibido palabras de buena crianza desde la derecha parlamentaria, ya que, en caso de dividirse ideológicamente el Parlamento, y bajo el supuesto de que actuarían en bloque, sus bonos van al alza.
Por ahora, donde sí se puede desarrollar una planilla Excel es con los 37 parlamentarios de Apruebo Dignidad, pero que aun así no dan para alcanzar el tercio parlamentario, fijado en 52. Sumando a todos los miembros de Nuevo Pacto Social, (37), llegan a 74 votos, por sobre el tercio, pero bajo la mayoría simple (78) y siempre con un margen de discolaje que solo el tiempo sabrá dilucidar en porcentajes. Por ahora, el valor de los tres votos del Partido Humanista considera un período al mando de la Cámara, situación que varios no están dispuestos a pagar, “por ahora”, repitieron las fuentes consultadas.
Pero como la política no funciona a partir de una hoja de cálculo, desde el comando del Presidente electo, Gabriel Boric, siguen intentando dar con la fórmula para que los partidos de Nuevo Pacto Social se sientan parte de la futura administración y, en este sentido, ya se habría dado por descartada la teoría de los anillos, esa que apuntaba a niveles de incidencia y participación según el escalafón asignado. En primer término, porque no cayó bien lo que fue calificado como un tipo de discriminación y, en segundo lugar, porque políticamente no generaba el nivel de atracción que se necesita para aunar a la mayoría de las voluntades, considerando que hoy, más que nunca, las órdenes de partido o compromiso de las directivas no son garantía de nada.
A nivel de señales, desde el comando han intentado mantener la calma, reuniéndose con todas las directivas. Así, ayer fue el turno del Partido Radical, y antes ya lo habían hecho con el PL, PPD y PS, que –todos entienden– debería contemplar una membresía especial.
Pero el tiempo corre y más rápido de lo que quisieran. Desde el Nuevo Pacto Social hay algunos que han comenzado a presentar sus quejas por debajo, acusando que se encuentran en un limbo que los tiene en estado de inmovilismo, lo que por sí mismo los “desdibuja ante su electorado”. Esa sería una de las razones de por qué la serie de reuniones de presidentes y secretarios generales, donde aseguran que, más que avanzar, solo han recibido señales. En las diferentes reuniones lo que más se ha repetido es que, para sobrevivir, y pensando a cuatro años plazo, la única fórmula efectiva es mantenerse unidos, como bloque, tanto fuera como dentro del Parlamento, y de esa forma hacer de sus votos un peso específico. Una ciencia exacta, pero lejana a la realidad.
Ya descartada la teoría de los anillos, la fórmula que se vaya a presentar –y de la que no existen finas nociones aún– debe siempre considerar no tocar los intereses del conglomerado base del Gobierno, es decir, Apruebo Dignidad, donde si bien han sido claros en que se le dio plena libertad al Mandatario electo para dirimir la estrategia de integración, también la misma claridad la han tenido en señalar que son dos instancias por separado y que el núcleo político no debiese tocarse.
Para ningún Gobierno entrante es fácil la conformación de un nuevo gabinete, pero cuando no se ha sido parte de una administración previa, las cosas suelen tornarse aun más complejas. Ya lo vivió el actual Presidente, Sebastián Piñera, en su primera incursión, y que consideró el retorno de la derecha a La Moneda por primera vez desde la vuelta a la democracia y que, entre rechazos y falta de personeros, si bien no demoró en tiempo, sí tuvo que abrir bastante el abanico de posibilidades para llenar los cargos.
En este caso, aunque ya recibieron las planillas con los nombres propuestos por cada uno de los partidos de Apruebo Dignidad para llenar los cargos de designación exclusiva del Presidente, también están conscientes de que no son “un equipo largo”, y que necesitan de todos para conformar el equipo titular.
En este sentido, dos han sido las variantes e inconvenientes con que están conviviendo: por un lado, si bien aún no se encienden las alarmas, ya existe un número de personas que no habría aceptado el llamado a ser parte del futuro Gobierno, lo que acorta la lista de posibles nombres. Por otro lado, y bajo la necesidad de entrar con lo mejor que tengan a disposición, a la hora de tener que efectuar los primeros ajustes, son pocos los jugadores “de primer nivel” que van quedando disponibles para entrar a un segundo tiempo. Como ejemplo, pusieron a Sebastián Depolo, quien se habría “quemado” en su campaña a senador tras la frase de “vamos a meter inestabilidad”. Por ahora, figuraría en las carpetas de primeras reservas, junto a otros nombres que no estarían dispuestos a entrar a jugar durante los primeros 90 minutos del partido.
Hasta el momento no ha sido un tema que se haya tratado en profundidad, pero sí existe conciencia en algunos sectores aledaños de aquel déficit que tienen a su haber. En ese sentido, respecto de la alianza con Nuevo Pacto Social, si bien les da oxígeno, no existe claridad en cuanto a que sirva para tapar los futuros “hoyos” que todo Gobierno sabe que tiene que llenar, “más temprano que tarde”.
Por ahora, se espera que la penúltima semana de enero el comando dé a conocer el primer gabinete que los acompañará en su primera incursión en La Moneda –algunos creen que incluso se podría presentar antes–. Presentación que constituye la primera de tres etapas.
La segunda, días después, considerará el nombramiento de los subsecretarios y, de esta forma, cerrar las primeras líneas de contención gubernamental. Luego, será el turno de seremis, delegados presidenciales y provinciales.