El exministro de la Corte Suprema criticó la iniciativa que se aprobó en la Comisión de Sistema de Justicia de la Convención Constitucional, que busca limitar el tiempo en los cargos de los jueces y someter a concurso público las repostulaciones. «Es absolutamente inadecuado lo que se pretende», subrayó. Eso sí, Valdés afirmó que «en la Corte Suprema, yo siempre lo he sostenido, que los ministros deben tener una duración determinada, que a mi juicio debiera ser de 10 años, con una jubilación una vez que salga del Poder Judicial, a la edad de los 75 años». Sobre la Constitución en general, opinó que «las buenas constituciones son las que no son extensas, y que todo quede determinado en la ley, porque eso es mucho más fácil de modificar».
El lunes la Comisión de Sistema de Justicia de la Convención Constitucional (CC) aprobó en general la idea de acotar la duración de los cargos de los jueces. En el caso de la Corte Suprema, a un periodo de 10 a 15 años, según las iniciativas, mientras que, en el caso de la Corte de Apelaciones y jueces de primera instancia, el periodo bajaría a 8 años, con reelección. Un día después, los ministros del máximo tribunal del país emitieron una declaración en la que aseguraron que «en la regulación de la función jurisdiccional se ha expresado que integra la independencia de las juezas y jueces de instancia el principio de inamovilidad”.
«Establecer períodos acotados de tiempo para su desempeño no solo contradice las recomendaciones internacionales, sino que pone en riesgo un elemento fundamental de toda sociedad democrática, como es el contar con jueces independientes, y por tanto inamovibles hasta la edad de jubilación, en tanto mantengan buen comportamiento, de manera que no estén ni aun teóricamente sujetos a presiones de grupos de poder de cualquier orden, de quienes pudiera llegar a depender su futuro laboral o profesional», señala la declaración.
El constituyente Mauricio Daza, que integra la Comisión de Sistema de Justicia, explicó que la propuesta «no afecta la inmovilidad ni la independencia de los jueces», sino que en lo esencial establece que las repostulaciones a los cargos deben realizarse a través de un concurso público, efectuado por un órgano técnico y autónomo con rango constitucional, que sería el Consejo Supremo de Justicia.
En este contexto, exministros de la Suprema respaldaron a los actuales miembros del máximo tribunal, entre ellos, el exministro Patricio Valdés, quien en entrevista con El Mostrador ahondó en los efectos que –a su juicio– podría tener el avanzar en esta medida, destacando que existen mecanismos de suspensión y destitución si es que un determinado magistrado no cumple con su labor de una manera adecuada. En su visión, lo que se busca es eliminar el Poder Judicial como Poder del Estado y reducirlo a un servicio. Sobre la creación de juzgados comunitarios, dijo que es revisable y que en Chile han existido tribunales con este tipo de competencias.
-El lunes la Comisión de Sistema de Justicia de la Convención aprobó discutir la duración.
-El Poder Judicial, como poder del Estado, que creo que en este momento en la Convención se ha discutido, y han tratado de prácticamente eliminarlo y convertirlo en un servicio de justicia.
Lo que sucede es que el pilar básico del Poder Judicial es su independencia y, para ello, se necesita la inamovilidad de los jueces. ¿Qué significa esto? Significa que un juez que es elegido en un momento determinado –podemos discutir cuál es el sistema de elección que tengan– debe ser inamovible, mientras mantenga la conducta adecuada como tal, pues siempre las leyes van a establecer cuándo un juez puede ser sancionado o removido de su cargo, pero no puede ser que se establezca que sea por un determinado periodo de tiempo y que después de eso tengan que volver a concursar. Eso termina, a mi juicio, con la independencia de los jueces, porque van a tener que estar expectantes de lo que está sucediendo en el resto de la sociedad para ver cómo van a tener que en un determinado caso resolver determinados asuntos.
El problema es que, una vez el juez elegido, debe ser inamovible hasta la edad de jubilar, siempre que cumpla con sus funciones en forma adecuada. ¿Y si el juez se quiere quedar en el cargo? Lo nombraron juez de Letras, por ejemplo, en una comuna o agrupación de comunas, en un lugar del norte. Si quiere estar durante toda su carrera ahí, que esté toda su carrera.
Es absolutamente inadecuado lo que se pretende. Yo no quiero ofender a nadie, pero hay una falta de conocimiento muy importante, salvo algunos convencionales que son los que conocen realmente la materia.
Cuando se habla de Consejo de la Magistratura, a mí me da un poco de resquemor el asunto. A mí, como presidente del Tribunal Calificador de Elecciones, me tocó viajar bastante y vi cómo en todos los países decían «la suerte de ustedes de no tener Consejo de la Magistratura, porque siempre están los políticos metidos adentro». Incluso, lo mismo pasa en España y también me tocó verlo en Portugal, una vez que fuimos invitados por la Corte Suprema de ese país.
-¿Y qué le parecieron las acusaciones de intromisión que realizaron algunos constituyentes?
-Yo creo que no hay ninguna intromisión en eso. Lo que está defendiendo la Corte Suprema, el meollo de lo que defendió en la declaración, es la independencia del Poder Judicial, a través de la inamovilidad de los jueces. Eso es.
-Y hablando estrictamente de la Corte Suprema, ¿usted cree que se debe limitar el paso de ministros por ese cargo?
-En la Corte Suprema, yo siempre lo he sostenido, que los ministros deben tener una duración determinada, que a mi juicio debiera ser de 10 años, con una jubilación una vez que salga del Poder Judicial, a la edad de los 75 años. Pero para no tener una persona que entró muy joven y se tenga que ir a los 10 años, yo pondría una edad mínima, que también creo que es una edad adecuada, por la experiencia, que debiera ser entre los 60 y 65. Y si a uno lo eligen a los 70, va a estar hasta los 75. Si lo eligen a los 60, va a estar hasta los 70.
Eso es importante para darle, en términos simples, tiraje a la chimenea, porque si la gente se queda durante muchos años dentro del máximo tribunal, a los que vienen de abajo, como esto es piramidal, les cuesta más subir.
-Otra de las cosas que se busca es terminar con la jerarquía de los jueces. Dicen constituyentes que quieren igualar a los jueces de la Corte Suprema, de la Corte de Apelaciones. ¿Cómo ve lo anterior?
-Eso en palabras es muy fácil de decirlo, pero de hacerlo es muy difícil. Porque cuando alguien es superior jerárquico, impone criterio. Por ejemplo, cuando un juez de Letras falla de determinada forma y la Corte de Apelaciones le revoca esa resolución, le está imponiendo su voluntad, y eso ya es jerarquía.
Usted me puede decir que hay problemas de administración, de calificación, y se puede discutir muchas cosas al respecto. Yo creo que los jueces, y le digo una cuestión de carácter personal… a mí, cuando era ministro de la Corte Suprema, me tocó estar a cargo de la reconstrucción de todos los tribunales después del terremoto y lo más bien que se hizo, y nadie dijo qué mal lo hicieron. Pero todo eso se puede ver, cuáles son las funciones.
-Hay varias propuestas en la comisión que están o estarán en discusión, y una es que no sea requisito para un juez de la Corte Suprema haber pasado antes por la Corte de Apelaciones. ¿Lo ve de buena manera?
-Yo llegué a ser ministro de la Corte Suprema y fui dos o tres años abogado integrante de la Corte de Apelaciones no más, y yo fui externo. Ahí tiene una excepción. Eso se puede conversar. Yo creo que es bueno que exista gente de afuera, que lleve los conocimientos… en un momento, yo cambié del lado del mostrador, porque en un momento yo era abogado que ejercía la profesión, entonces, conocía muchas cosas.
Entonces, yo creo que fuimos o que somos un aporte al Poder Judicial y eso le demuestra que una persona que no es del escalafón puede llegar a ser ministro de la Corte Suprema, obviamente cumpliendo ciertos requisitos. Yo estuve en la Universidad de Chile durante 42 años, fui profesor de la Escuela de Carabineros durante 22 años, profesor de universidades. Estuve 30 años en la Junta Nacional de Aduanas. Algunos requisitos debe cumplir uno, pero también sería injusto que la Corte Suprema pudiera ser llenada siempre con jueces de afuera, porque eso les corta la cabeza a los que vienen de abajo, que tienen todo el derecho a ser ministros de esa Corte.
-¿Qué puntos cree usted que sería importante discutir en la Comisión de Sistema de Justicia para incorporar a la nueva Constitución?
-Tendría que ver cuál es la estructura que le quieren dar. Las constituciones deben ser bastante escuetas. Es mucho más fácil de modificar la ley que la Constitución. La Constitución no está dada para un lavado y un fregado. Piense usted que la Constitución de 1925, la primera vez que se modificó fue el año 43. La segunda vez fue el año 59, dos veces. Después vino la modificación para la reforma agraria, y de ahí para adelante las constituciones han tenido una forma de modificarlas que a mí no me cabe en la cabeza. La Constitución es una cosa muy importante para estar modificándola todos los días.
-Hay una propuesta que habla de juzgados comunitarios de justicia para resolver temas vecinales, comunitarios…
-Recuerde usted que antiguamente aquí existían los jueces de subdelegaciones y distritos, existían los Juzgados de Letras de Indios, los Juzgados de Abastos, y no hace tanto tiempo. Esto de que existan diferentes tribunales con diferentes competencias, habría que verlo, hay que ver el detalle.