La percepción de gravedad de la variante Ómicron tuvo un aumento de un 11 puntos porcentuales en comparación al mes de diciembre 2021. En enero 2022 un 75% consideró la llegada de esta cepa como “grave”, siendo las mujeres (81%) y las personas sobre 50 años (82%), quienes tienden a tener una mayor percepción de gravedad.
Ipsos publicó la cuarta edición de su informe mensual llamado “Claves Ipsos”, medición que tiene como fin entregar una mirada actual del acontecer nacional y ciudadano.
En esta versión se consultó la opinión de 801 personas mayores de 18 años, de todas las regiones del país. Para esta entrega, el tema analizado fue: Ómicron en Chile.
La percepción de gravedad de la variante Ómicron tuvo un aumento de un 11 puntos porcentuales en comparación al mes de diciembre 2021. En enero 2022 un 75% consideró la llegada de esta cepa como “grave”, siendo las mujeres (81%) y las personas sobre 50 años (82%), quienes tienden a tener una mayor percepción de gravedad.
Pese a esta alza, un 53% de los encuestados dijo sentirse protegido frente al virus, siendo las personas vacunadas con dosis de refuerzo las que más seguras se sienten frente a la variante Ómicron (79%), seguido de los que tienen una o dos dosis donde la sensación de protección alcanza a 70%, y por último los que no se han aplicado ninguna vacuna (50%).
“Gran parte de la sensación de protección que tiene la población nacional frente al contagio de la variante Ómicron descansa en el exitoso proceso de vacunación que se ha desarrollado en el país. Pero, es preocupante que el grupo de personas que no se ha vacunado, e incluso quienes no tienen sus dosis de refuerzo, también presenten altos grados de sensación de protección. Los datos oficiales son definitivos al respecto al establecer que la vacunación en la principal herramienta de protección frente al contagio para no avanzar en cuadros de gravedad”, comenta Alejandra Ojeda, gerente de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
De los encuestados, un 70% ya ha adoptado algún cambio para protegerse de la llegada de la variante Ómicron y solo un 30% no ha hecho nada. De los que sí han tomado medidas, un 65% dice estar saliendo menos a espacios públicos o comerciales, un 60% intensificó el uso de mascarillas y un 56% disminuyó sus encuentros sociales y/o familiares.
Ante la pregunta “¿cuál es la cifra a la que usted pone más atención para determinar el nivel de gravedad del COVID en Chile?”, un 46% mencionó el número diario de nuevas personas contagiadas, un 23% el número de casos activos y un 14% el número diario de personas internadas en camas UCI.
“La variante Ómicron ha demostrado ser especialmente contagiosa, de ahí que algunos expertos han llamado a tener como foco la ocupación de camas UCI o la cantidad de personas fallecidas como indicadores de gravedad. Sería importante en este sentido que desde las fuentes oficiales en la materia se educara a la población respecto de cómo leer los indicadores que son difundidos diariamente y publicados por los diversos medios. Es importante graduar entre la alarma, la comunicación de riesgo y también las condiciones que van generando avance hacia normalidad en las prácticas cotidianas”, indica Ojeda.
Respecto a la implementación de una cuarentena para frenar el avance de Ómicron, 6 de cada 10 chilenos (63%) piensan que será necesario decretar un nuevo confinamiento y un 26% cree que no es necesario tomar esta medida.
En cuanto a la implementación de una nueva dosis, un 77% de los entrevistados cree que es muy probable que se aplique la cuarta dosis y un 11% lo ve como algo nada probable.
Pese a que en diciembre el gobierno tuvo su mejor evaluación respecto al manejo de la pandemia (47% lo evaluó positivamente), en enero volvió a bajar a un 36%, siendo los chilenos con 51 años o más quienes le entregan mayor respaldo a lo realizado por Sebastián Piñera y su equipo (49%).