El próximo ministro de la Secretaría General de la Presidencia adelantó que se implementará una reforma tributaria progresiva, en donde esperan alcanzar un pacto tributario para que los sectores con mayor recurso paguen más. “Queremos tener una política de recaudación acorde a la política de expansión del gasto que tenemos prevista en el programa. Pero al mismo tiempo queremos tener responsabilidad fiscal, para que el servicio de la deuda no nos termine comiendo los ingresos”, aseveró. Ante la pronta llegada al Gobierno, Jackson adelantó que “Hay un sentido de la responsabilidad y se siente un peso muy grande”.
A casi un mes de la llegada del nuevo Gobierno al Palacio de la Moneda, el futuro ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, se refirió a los obstáculos que deberán superar en los distintos frentes. La crisis migratoria, el conflicto en la zona sur y la propuesta de una reforma tributaria aparecen como los principales escollos a vencer una vez se instalen como Gobierno el 11 de marzo.
En conversación con el diario uruguayo La Diaria, el brazo derecho del Presidente electo, Gabriel Boric, comentó la intención que tiene sobre poder lograr las grandes transformaciones propuestas, en donde, a pesar de contar con minoría en el congreso, espera se consigan acuerdos para impulsar las diversas materias.
Consultado por su llegada al Ministerio Secretaría General de la Presidencia y las expectativas de la población ante el futuro mandato de Gabriel Boric, Jackson aseguró que “hay un sentido de la responsabilidad y se siente un peso muy grande. Hay muchas expectativas”, señaló. Asimismo, manifestó que la población sabe que los cambios no ocurrirán de forma fácil.
“Hay expectativa, pero también comprensión de que no va a ser sencillo. Hemos intentado, creo que, con mediano éxito, instalar la idea de que esto no es una carrera de 50 o 100 metros, sino que una carrera para la que hay que estar preparados”, aseveró. “Es una carrera larga y con muchos obstáculos”, agregó.
Una de las medidas que tiene prioridad para el próximo Gobierno es la implementación de una reforma tributaria, en donde esperan alcanzar un pacto “para que los sectores con mayores recursos paguen más”, sostiene.
“Queremos tener una política de recaudación acorde a la política de expansión del gasto que tenemos prevista en el programa. Pero al mismo tiempo queremos tener responsabilidad fiscal, para que el servicio de la deuda no nos termine comiendo los ingresos”, declaró. “Confío bastante en que podamos tener una agenda económica progresista y al mismo tiempo responsable”, agregó.
En la misma línea, planteó que hay que asumir el desafío desde la mirada de un objetivo en común y con un esfuerzo de síntesis. “Tenemos la directriz de que tiene que ser progresiva, que los sectores de más altos ingresos tienen que aportar más. Creemos que es posible una agenda del progresismo o de la izquierda del siglo XXI sin que esto implique que Chile deje de ser un país atractivo para la inversión y el desarrollo”, enfatizó.
Esto, supondría un margen de negociación con los legisladores, lo que a parecer de Jackson abre “un espacio interesante para darle viabilidad a la reforma tributaria”. “No hay que verlo con rigidez en términos políticos porque en cada una de las propuestas de reformas vamos a tener diálogos con la oposición, que tienen muy distintas agendas y aproximaciones”, estimó.
En cuanto al manejo de la crisis de seguridad que atraviesa el país, donde cada vez se hacen más notorios y comunes los asaltos, secuestros y homicidios, Giorgio Jackson asumió la responsabilidad en la materia y emplazó al Presidente Sebastián Piñera.
«Sebastián Piñera hizo campaña en 2009 con el eslogan ‘delincuentes, se les acabó la fiesta’. Piñera tuvo años para terminar la fiesta de los delincuentes y la fiesta sigue. No hay nadie en Chile que pueda decir que la receta que plantearon ambos gobiernos de Piñera haya funcionado y que hoy tengamos mayor seguridad o control migratorio en las fronteras», espetó. Asimismo, reconoció que «las izquierdas no han encontrado formas efectivas de ser firmes en la persecución del delito y al mismo tiempo no negar la incidencia de las condiciones sociales», adicionó.
Ante la crisis que se mantiene en la zona sur del país y que ha conllevado la prórroga del Estado de Excepción durante ocho oportunidades, el futuro ministro declaró que «probablemente sea lo que concita más atención».
«Se mezclan problemas de crímenes organizados con reivindicaciones históricas del pueblo mapuche. Deberíamos poder separarlas, pero por lo general todo se mete en una misma discusión. En materia de crimen organizado tenemos que seguir la ley y perseguir el delito», afirmó. «El conflicto político entre el Estado chileno y el pueblo-nación mapuche no puede abordarse desde una lógica policial. Es un conflicto político y necesita espacios de dialogo para alcanzar la paz duradera», concluyó.