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Créditos: BBC
«En sus primeros años parte de los recursos de gastos reservados iban al general Pinochet y su familia, puesto que gastaba mucha plata, porque era una persona que mucha gente hubiese querido que muriera antes de su muerte natural», señaló el excomandante en jefe del Ejército a la ministra en visita.
El procesamiento del excomandante en jefe del Ejército, Óscar Izurieta Ferrer, por parte de la ministra en visita de la Corte Marcial, Romy Rutherford, por malversación de caudales públicos y falsedad de documento militar, ha sumado una nueva arista, el general en retiro admitió una serie de delitos.
Según informó La Tercera PM, Izurieta le indicó a la jueza que formó parte de desvíos de dineros que tenían como fin actividades de inteligencia para costear otras acciones ajenas a la institución, tal como satisfacer los requerimientos de la familia del dictador, Augusto Pinochet.
«En sus primeros años parte de los recursos de gastos reservados iban al general Pinochet y su familia, puesto que gastaba mucha plata, porque era una persona que mucha gente hubiese querido que muriera antes de su muerte natural», señaló el excomandante en jefe del Ejército a la ministra en visita.
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En el detalle del procesamiento, se indicó que estos gastos de Pinochet incluían tener personal a su disposición, como médicos, enfermeros y escoltas.
Izurieta expresó en su relato que el vínculo de la familia del dictador se daba con la Comandancia Guarnición del Ejército de la región Metropolitana, ahí «se encargaban de mantener todo el sistema de escolta, de salud y de apoyo de la gente que custodiaba y atendía al general Pinochet».
La antigua autoridad castrense detalló que la cantidad de personal a disposición de Pinochet fue disminuyendo en el tiempo, pero «con este fin se destinó una cantidad importante de recursos de gastos reservados». Aunque estaba todo justificado «en el decreto supremo que avalaba custodiar a los ex comandantes en jefe».
El exsecretario general del Ejército, Andrés Avendaño -también fue parte de la investigación- indicó que se pagaron «placas, arreglos y trabajos de la placa funeraria, todo relacionado con la muerte del general Pinochet, pese a que finalmente no se ocupó».
«A veces la señora del general Pinochet (Hiriart) lo llamaba solicitando alguna ayuda económica y reconoce que le entregaba los recursos o se los enviaba con alguien, un hecho que se dio quizá en dos ocasiones en que le entregó un millón de peso cada vez», le comentó Izurieta a Rutherford.
Óscar Izurieta también admitió que los gastos reservados se utilizaron para actividades con editores, periodistas y columnistas, con el fin de asegurar que las informaciones no dañen la imagen del Ejército.
Además, señaló que creó un modelo de regalos para bodas militares, clasificando la importancia de las personas involucradas en A,B ,C. Por ejemplo, el obsequio «A» consistía en una cuchillería que costaba 90 mil pesos aproximadamente.
Por otra parte, el ex uniformado indicó que recibía entre 70 a 72 millones en gastos reservados en un sobre con dinero en efectivo, mientras él solicitaba seis millones más. «Todo ese dinero nunca se lo depositó en su cuenta corriente ni en su tarjeta de crédito», sostuvo la jueza.
Izurieta admitió haber recibido dineros de gastos reservados cuando era excomandante en jefe por una cantidad de 800 mil pesos mensuales desde abril de 2010 hasta julio de 2017.
