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Crédito: Agencia Uno
El ex presidente de la Democracia Cristiana y miembro de lo que él mismo llama una «iniciativa ciudadana», Ignacio Walker, explicó en conversación con El Mostrador cuál es la meta de este compendio de personajes de la política, entre otros sectores. «Esto está muy vinculado al trabajo de la Convención y la elaboración de una nueva Constitución. Por eso es una iniciativa ciudadana que tiene un objetivo muy concreto, que es tratar que no impere esta lógica refundacional e identitaria que claramente nos coloca al margen de la tradición Constitucional chilena y que está dominada por una izquierda dura o radical», subrayó.
«La denominación ‘amarillo’ surgió hace mucho tiempo en nuestro país como una denostación hacia
quienes estaban por los cambios, pero de manera gradual y responsable, y preferían el camino de las
reformas al de la revolución».
Así, comienza el manifiesto expuesto durante esta jornada de «Amarillos por Chile», un grupo de políticos, exministros, economistas y premios nacionales que se unieron para actuar como abiertos detractores de la Convención Constitucional. Esto, en el marco de las votaciones que ha sostenido toda esta semana el órgano para establecer los primeros artículos que serán parte de la propuesta de la nueva Carta Magna.
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A raíz de esto, el expresidente de la Democracia Cristiana, Ignacio Walker, miembro de esta «iniciativa ciudadana», como el mismo llama, rechazando así el término «movimiento político», detalló las razones del nacimiento del colectivo y su principal objetivo, aludiendo a la existencia de una «fiebre refundacional e identitaria» dentro de la Convención Constitucional.
«Más que un movimiento político, esto es una iniciativa ciudadana, de un grupo bastante transversal de personas que nos hemos identificado en los último 30 años con el espacio político de la centro izquierda y que vemos con mucha preocupación como la Convención ha ido cayendo en una suerte de ‘fiebre refundacional e identitaria’, al margen de cualquier noción de bien común y de espaldas a la tradición constitucional chilena», sostuvo en conversación con El Mostrador.
Por otro lado, el ex diputado mostró su malestar con lo que se está votando actualmente en la Convención, resaltando negativamente su carácter «refundacional».
«Hemos decidido auto convocarnos con el objetivo de abogar por cosas tan simples como el diálogo, el respeto, la búsqueda de acuerdos, evitar las descalificaciones y tratar que esto entre en una tierra derecha del punto de vista de una visión reformista, gradualista que reivindique el valor de los acuerdos, para evitar que esta Constitución, que está surgiendo del trabajo de la Convención, devenga en el mismo pecado de origen de la Constitución de 1980», expresó. «Esa es nuestra preocupación. Lo que está apareciendo no es la Constitución de todos y todas», agregó.
Por otro lado, ante la posibilidad de buscar establecerse como una opción política, Walker desestimó el hecho, asegurando que, a pesar que se ha mencionado el tema dentro del grupo, el objetivo en común que comparten las personas que son parte de «Amarillos por Chile» es sobre «el trabajo de la Convención y la elaboración de una nueva Constitución».
“Es un tema que lo hemos conversado y yo creo que no es el sentido de esta iniciativa ciudadana. Hay partidos políticos, muchos de nosotros nos identificamos con distintos partidos políticos, principalmente los que pertenecieron o pertenecimos a la Concertación. Por lo tanto, yo no quisiera ni siquiera atribuirle la característica de un movimiento político: esto es una iniciativa ciudadana, de un grupo transversal, que quiere invitar al dialogo sobre la base del respeto, la búsqueda de acuerdos y este es el sentido de este documento», planteó.
«Yo creo que uno puede opinar y puede influir desde las ideas y creo que la calidad y diversidad de las personas de centroizquierda, claramente, que firman, que suscriban esta declaración, demuestra desde donde hablamos», agregó.
Ante la posibilidad de expandir «Amarillos por Chile» y la llegada de otras personalidades al grupo, el excanciller aseguró que hay constantes conversaciones y no cerró le cerro la puerta a la posibilidad, asegurando que «está abierto a todas las personas».
“Aquí hay muchos chats, muchos WhatsApp, muchas redes sociales. La verdad es que nos impresiona en el día de hoy las respuestas que estamos recibiendo de gente que pertenece a esa mayoría silenciosa de la cual nosotros hablamos, pero que no tiene un referente que la exprese», declaró.
“Yo creo que es muy importante crear un espacio donde distintas personalidades, o personas o ciudadanos y ciudadanas, que miran con preocupación el giro que está tomando esta Convención, puedan aportar y la verdad que no tiene otro objetivo que ese. Esto es muchas conversaciones”, concluyó.
