Por primera vez, y en el marco del avance del informe de reemplazo de la Comisión de Sistema Político, todos los colectivos comenzaron una ronda de reuniones, con el fin de buscar acercamientos que permitan viabilizar los cambios al Congreso y al Ejecutivo que esperan incorporar a la propuesta de nueva Constitución. Esto, luego del rechazo mayoritario del primer informe, donde no hubo acuerdos en tales materias, llevando artículos contradictorios entre sí. Similar caso se da en Medio Ambiente, que hoy vota el informe de reemplazo, así como el de segunda propuesta constitucional, los que fueron rechazados en el Pleno. Transversalmente los constituyentes aseguraron que todos están realizando esfuerzos para encontrar puntos medios y pidieron a algunos sectores no atrincherarse en posturas que ya demostraron no tener respaldo en la instancia plenaria.
La deliberación política dentro de la Convención Constitucional (CC) ha sido una experiencia nueva, pues no existe un precedente con estas características: diversidad de sensibilidades políticas, independientes, constituyentes sin experiencias similares previas, representantes de los más diversos territorios y temáticas, voces de pueblos originarios que también son diversas entre sí. Por eso, dentro de la CC los acuerdos han sido más lentos, y el debate más largo. Se vio también algo que no era habitual, por ejemplo, en el Congreso, de tener diferencias sustanciales entre los resultados de una votación en una comisión y la posteriormente realizada en el Pleno.
Con eso sobre los hombros, y luego de reiterados malos resultados de informes de comisiones en la sesión plenaria, se comenzó en la identificación de los principales nudos de las negociaciones y abrir los espacios de diálogo y negociación entre los distintos colectivos. Si bien antes se consensuaban acuerdos entre colectivos, se hacía esencialmente entre quienes tienen intereses comunes respecto a determinados temas, pero desde este miércoles se instaló una especie de mesa negociadora con representación de todos los colectivos, para generar acuerdos en el informe de reemplazo de Sistema Político, a horas de que se cierre el plazo para indicaciones.
Las conversaciones continuaron ayer y probablemente proseguirán hoy. Los nudos principales ya están identificados: conformación del Congreso y estructura del Poder Ejecutivo. En lo primero, se trabaja en torno a un bicameralismo asimétrico, donde se dio un primer paso al consensuar un Congreso de Diputadas y Diputados (que primero se había pensado como Cámara Plurinacional) y un Congreso de las Regiones (y que se había planteado como una Cámara o Consejo Territorial).
Sobre lo anterior –ante la eliminación del concepto «plurinacional» del nombre–, la constituyente mapuche Rosa Catrileo destacó que «los derechos de los pueblos originarios no se juegan en los nombres sino en el contenido, por lo tanto, no tenemos inconveniente en la eliminación del concepto de plurinacional, porque la plurinacionalidad no está por una declaración, sino que por la composición de los Congresos en este caso”. Agregó que están avanzando para llegar con más votos de los 2/3 necesarios, y que «hay optimismo todavía». «Todos los colectivos que forman parte de la Comisión están siendo invitados a las reuniones, están dando sus puntos de vista y sus posturas, y esperamos llegar con un amplio consenso hacia el Pleno», enfatizó.
Pendiente está aún, eso sí, lo que se establezca como atribuciones, pues mientras algunos abogaron a favor de que el Congreso de las Regiones tuviera facultad de tramitación de ley, otros insisten en que se debe establecer la asimetría de ambos espacios, dejando dicha facultad solo al Congreso de Diputadas y Diputados.
También está pendiente lo que va a pasar con el Ejecutivo, en cuyo marco se había planteado un triunvirato compuesto por Presidente, Vicepresidente y Ministro de Gobierno. Hasta ahora, hay coincidencias en que no existe espacio para que ese diseño se apruebe, por lo que algunos plantean que se elija uno de los cargos o que simplemente se mantenga en solitario la institución de la Presidencia. En otro punto está la decisión de reconocer a los movimientos político-sociales dentro de la nueva Constitución.
El constituyente socialista Tomás Laibe valoró los esfuerzos que se están realizando, asegurando que «la buena noticia del rechazo de este informe es que lo que generó fue el involucramiento de los colectivos en la discusión. Ya hay muchos más elementos del total de los colectivos para poder llegar a un acuerdo. El acuerdo que alcancemos va a ser mejor que el que se hubiese logrado antes, porque es más representativo de la CC».
Su par de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, consideró «anticipado hablar de acuerdo. Yo creo que es positivo que nos reunamos y que nos hayan invitado, se agradece, siempre es bueno estar presente en la conversación y poder aportar, porque hay mucha experiencia y ganas de que el sistema político funcione bien».
Por su parte, el convencional DC Fuad Chahin, subrayó que «esta lógica del tira y afloja para ver cómo quedamos todos de alguna manera contentos, y no de buscar un diseño funcional y coherente, creo yo que nos va a hacer fracasar en el Pleno. Y si es que no fracasamos en el Pleno, podemos terminar con un sistema político que después no funcione en la práctica y creo que eso es un grave problema y una enorme irresponsabilidad (…). No estoy disponible para llegar a cualquier acuerdo. Yo estoy disponible para llegar a un acuerdo que realmente nos permita mejorar la calidad de nuestra democracia”.
En ese contexto, el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, valoró la incorporación de la derecha a las conversaciones, aunque cree que recién la semana pasada hubo consciencia real de la peligrosidad en la que se estaba, porque el no acuerdo significa no tener Constitución.
“Acá tiene que haber una forma de encontrar una polaridad dentro de los colectivos que permita tener un Sistema, porque sin sistema político no hay Constitución, y eso debemos tenerlo claro”, agregó Callís.
Uno de los primeros informes en fallar en el Pleno fue el de Medio Ambiente, una comisión que desde el inicio se consideró una de las más complejas, pues incorpora aspectos que despiertan posturas ideológicas contrapuestas. Se llama «Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico», y debe velar por hacer convivir el medio ambiente con el desarrollo económico, algo que en ocasiones provoca tensión.
Su informe de reemplazo se vota hoy, junto a la segunda propuesta constitucional con los artículos rechazados en particular en la instancia plenaria. En el de reemplazo se volverán a votar artículos como el de derechos de la Naturaleza, Bienes Comunes Naturales, y gestión de residuos, entre otros, mientras que la segunda propuesta incluye crisis climática, democracia ambiental y el reconocimiento de animales como seres sintientes. Todos ellos, modificados respecto a la primera redacción.
Por ejemplo, en el artículo 23 de la segunda propuesta –que fue aprobado en general pero rechazado en particular– decía que «el Estado protegerá a los animales, reconociendo su sintiencia, individualidad y derecho a vivir una vida libre de maltrato», y mañana se votará que «los animales son sujetos de especial protección. El Estado los protegerá, reconociendo su sintiencia». También, en el artículo 19 se hacía referencia al acceso público a “montañas, bosques nativos, salares, ríos y riberas, mar y playas, humedales, lagos, lagunas, y caminos ancestrales”, detalle que se quitó en parte de la redacción.
En el debate se logró reducir de 40 a 9 los artículos, en una conversación en la que se incorporó representación del Frente Amplio, que no es parte de la comisión, con el fin de hacer más amplios los acuerdos y revertir la caída mayoritaria que tuvo en su primer paso por el Pleno. Además, se revisaron articulados que decían relación con normas de otras comisiones, juntando algunos similares en un solo artículo, lo que a juicio de varios facilita en algo el debate.
En el análisis luego del primer rechazo del informe, varios constituyentes habían hecho hincapié en que la composición de la señalada comisión era predominantemente de activistas de temas de medio ambiente, lo que para algunos generó ciertas colisiones en el Pleno, pues los acuerdos dentro de dicho ámbito no eran necesariamente representativos del resto de la CC. Varios hablaron de «exceso de voluntarismo», y otros, dentro de la comisión, apuntaron a que influyeron en la misma comisión y el Pleno personas que no conocen en profundidad la realidad, por ejemplo, de humedales, ecosistemas, entre otros, y que solo primaba una visión más economicista de los recursos naturales. Por eso es que ha existido una valoración transversal a que se abriera más el debate.
Finalmente, en medio del choque de miradas, la comisión logró trabajar en torno a un acuerdo mayoritario para hoy aprobar todos los artículos en general. En los sectores de derecha hubo una valoración positiva de los avances, asegurando que la nueva propuesta es más coherente y sistémica, por lo que hoy no debería haber grandes sorpresas, pese a que hay matices aún entre los constituyentes.
Desde Movimientos Sociales e independientes, algunos constituyentes coincidieron en que se trabajó de buena manera en un acuerdo y que se debería aprobar en general hoy, aunque advierten rechazos en particular en propuestas de Bienes Comunes Naturales y acceso a la naturaleza. Algunos convencionales acusan que en la redacción de los artículos existió un acuerdo de parte de los partidos políticos, sin independientes ni Movimientos Sociales, que modificaron algunos puntos que para ellos son fundamentales, como detallar el acceso a humedales y caminos ancestrales, entre otros.
Dentro de la Comisión de Medio Ambiente advirtieron que el segundo informe será igual o más complicado, pues se incorporan temáticas tan sensibles y conflictivas como la del agua, la que adelanta un debate acalorado, aunque en general esperan que la experiencia del primer informe sirva como base para facilitar acuerdos en el segundo.