La encuesta mostró que un 53% de los chilenos se declaran ser muy felices/bastante feliz, bajo el promedio mundial que es de un 67%. «El mundo entero ha estado remecido por la crisis de salud producto del Covid, lo que implicó en muchos países un fuerte retroceso de la felicidad», señaló Alejandra Ojeda, gerente de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
Estudio Ipsos emitió su último informe «Felicidad Mundial 2022», el que mide el nivel de felicidad entre las personas y las fuentes que consideran que les entrega mayor satisfacción.
La encuesta mostró que un 53% de los chilenos se declaran ser muy felices/bastante feliz, bajo el promedio mundial que es de un 67%.
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Con estos números, nuestro país se ubica en la cuarta posición con el porcentaje más bajo en este ámbito, siendo superado por Hungría (51%), Argentina (48%) y Turquía (42%).
En tanto, un 46% de los chilenos se considera una persona «no muy feliz» o nada feliz», lo que genera preocupación en los expertos.
Esta cifra es igual a la de Colombia, pero supera en 13 puntos al promedio mundial de infelicidad (36%).
A pesar de estas cifras, el nivel de felicidad experimentó una subida en nuestro país, ya que en 2020 solo un 35% de las personas se consideraban felices, mientras que el pasado aumentó a 53%, volviendo al nivel mostrado en 2019 (50%).
«El mundo entero ha estado remecido por la crisis de salud producto del Covid, lo que implicó en muchos países un fuerte retroceso de la felicidad», señaló Alejandra Ojeda, gerente de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
«En el caso de Chile ese retroceso fue de 15 puntos. Pero estamos en presencia de una recuperación del indicador con la recuperación del uso del espacio público, los reencuentros presenciales con familia y amistades y el retorno a las actividades cotidianas», complementó.
«Aunque se esperaba que la nueva normalidad trajera cambios muy importantes, las personas han vuelto a sus actividades, con modificación de algunos aspectos por cierto, pero recuperándolas en su esencia. Todo esto se debe principalmente a las campañas de vacunación masiva», sostuvo.
A nivel mundial, el estudio revela que el 90% de las personas basa su nivel de felicidad a la salud física, el 89% con la salud mental, un 89% lo relaciona con las condiciones de vida (agua, comida) y un 88% con la seguridad social.
En Chile, el factor clave para medir la felicidad de las personas es la salud mental, seguido por la salud física y luego «sentir que la vida tiene sentido».
Los aspectos como tener hijos y tener una relación se encuentran más atrás, clasificándose como números 7 y 11 respectivamente, a diferencia de la tendencia mundial.
Los tres elementos que menos construyen la felicidad para los chilenos es: tiempo en redes sociales, posesiones materiales y la cantidad de dinero/tiempo que se destina la gente a caridad o a ayudar a los demás.
«Producto de la crisis de salud nos sentimos en peligro que no habíamos experimentado previamente y ahora estamos observando las consecuencias de la pandemia. Por tanto, la salud tanto física como mental han sido resignificadas por las personas, entregándoles un mayor valor», manifestó Ojeda.
«Los resultados indican también que este momento es más bien individualista que colectivo, primando el interés en el bienestar propio o de la familia por sobre el de la comunidad», cerró.