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EL personal de Gendarmería trasladó al machi hasta el sector Lleupeco en la comuna de Padre Las Casas, donde Córdova mantiene registrado domicilio. Se espera que regrese al recinto donde cumple condena -Centro de Estudio y Trabajo de Vilcún- antes de las 22:00 horas, como lo estipula el beneficio otorgado.
El machi Celestino Córdova comenzó hacer uso de su beneficio carcelario a partir desde las 07:00 horas de este martes. Este consta de una salida trimestral desde el Centro de Estudio y Trabajo de Vilcún, esto tras haber postulado al beneficio otorgado por el Consejo Técnico de Gendarmería.
Cabe señalar que Córdova se encuentra cumpliendo una condena de 18 años de presidio por su participación en el atentado incendiario que terminó con la vida del matrimonio Luchsinger – Mackay el 3 de enero de 2013.
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Según informó La Tercera, personal de Gendarmería trasladó al machi hasta el sector Lleupeco en la comuna de Padre Las Casas, donde Córdova mantiene registrado domicilio.
Se espera que regrese al recinto donde cumple condena antes de las 22:00 horas, como lo estipula el beneficio otorgado.
Bajo esta línea, la vocera de la autoridad ancestral mapuche, Cristina Romo, indico sobre la situación a través de un comunicado. «Efectivamente nuestra autoridad ancestral espiritual en el día de hoy ha salido a su rewe para estar junto a su familia y comunidad. Nuestro machi solicita en esta oportunidad privacidad para poder realizar todos los asuntos que como machi debe realizar. Agradece el interés y en otra oportunidad prestaremos declaración en nuestra comunidad invitando al que quiera acompañarnos», sostuvo.
A destacar que al machi también se le fue otorgado el beneficio de la salida dominical, se espera que se haga uso el próximo 15 de mayo.
En entre otros de los hechos que ha obtenido Celestino Córdova en su presidio, fue la realización de un guillatún -ceremonia religiosa mapuche- al interior del CET de Vilcún. La actividad contó con la presencial de 200 personas, por lo que se solicitó personal de refuerzo de Gendarmería a la región Metropolitana para tareas de custodia y resguardo.
La situación fue duramente criticada por los familiares del matrimonio Luchsinger – Mackay, así como de otros sectores de la sociedad.
