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Presidente Boric en la línea de fuego PAÍS Foto: Diego Martin, Agencia Uno.

Presidente Boric en la línea de fuego

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María Arriagada
Por : María Arriagada Periodista de El Mostrador
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Puestos en el escenario hipotético de ganar el Apruebo, el Presidente deberá conseguir acuerdos con la oposición para implementar la nueva Carta Magna y hacer las reformas constitucionales comprometidas. Para esta tarea, los analistas consultados destacan la importancia de potenciar el rol de Socialismo Democrático en el Gobierno, para encontrar la figura capaz de dialogar con los grupos “más blandos” de la derecha. Por instinto de supervivencia –aseguran–, el Primer Mandatario estaría dispuesto a colocar lo que le quede de capital político detrás del objetivo de tener entendimientos con la oposición, para construir la viabilidad política de las reformas que quiere llevar adelante. Y si logra con el oficialismo concretar, aunque sea parcialmente, algunas de las reformas comprometidas, pasará a la historia como alguien que pudo enfrentar un escenario adverso, en referencia a la correlación política de fuerzas, y que logró construir entendimientos para hacer viable su proyecto gubernamental. Pero si el triunfo es estrecho, el Gobierno quedará con una representatividad compleja: “Habría una mitad del país que no está de acuerdo con este proceso de cambios que el Presidente va a encabezar”, señala Marco Moreno. En ese sentido, la ruta política que podría dibujarse será “con muchas piedras en el camino, difícil de andar, con posibilidades de tropezarse y de equivocarse”, escenario que –asegura Kenneth Bunker– le servirá a la oposición para “marcar todos los puntos en que se equivoca Boric”. Sea el destino que sea el que depare el plebiscito, el Mandatario, desde el mismo 5 de septiembre, estará en la línea de fuego.


Un “suspiro como cuando llegó a La Moneda”, predice Kenneth Bunker, PhD en Ciencia Política de la London School of Economics and Political Science (LSE), será la primera reacción del Presidente Gabriel Boric si es que, contra todo pronóstico, gana el Apruebo. Esto, dado que las encuestas, a tres semanas del plebiscito del 4 de septiembre, le siguen dando ventaja a la opción de Rechazo al texto constitucional.

De acuerdo con la última publicación de la encuesta Cadem, el 15 de agosto, ocho puntos separan al Rechazo (que obtuvo 46%, un punto menos que la medición anterior) del Apruebo (que cuenta con un 38%, uno más que el sondeo pasado).

“Yo garantizo que como Gobierno vamos a empujar lo que los partidos que forman parte del Gobierno han acordado”, fue lo que dijo Boric la semana pasada, un día después de que el jueves las dos coaliciones que sostienen su mandato asumieron lo que el Presidente les había “instado” a realizar. Es decir, la coalición Apruebo Dignidad, conformada por el Frente Amplio (FA), el Partido Comunista (PC) y la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), y los partidos de Socialismo Democrático, como el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Liberal (PL) y el Partido Radical (PR), llegaron a un acuerdo de reformas al texto constitucional previo al plebiscito

Un documento que, como muchos explicaban, “clarifica” temas de la propuesta constitucional que –a juicio de los partidos de la centroizquierda– no han sido entendidos por la ciudadanía, como los límites del consentimiento indígena y asegurar la heredabilidad de los fondos de pensiones, además de lo relativo a la propiedad de las viviendas. Y que además se compromete derechamente a eliminar aspectos de la propuesta constitucional, como son la reelección consecutiva del Presidente y la iniciativa parlamentaria con gasto fiscal (si contaba con el patrocinio del Mandatario de turno). 

De esta forma el Presidente se echa a los hombros el cumplimiento de este acuerdo, el que él mismo ayudó a cerrar con llamadas telefónicas y mensajes a los partidos, incluso la noche en que se concretó el pacto, pasadas las 23:00 horas. 

“Por instinto de supervivencia estará dispuesto a colocar lo que le quede de capital político detrás del objetivo de tener entendimientos con la oposición para construir la viabilidad política de las reformas que él quiere llevar adelante”, asegura Marco Moreno, PhD en Ciencia Política en la Universiteit Leiden de Holanda, sobre el rol que tendrá el Primer Mandatario en el escenario de un triunfo estrecho del Apruebo. 

Lo que ganaría y perdería con un triunfo del Apruebo amplio o estrecho

“Es mucho trabajo el que se debe hacer, hay muchas cosas prometidas sobre la mesa”, asegura Bunker sobre lo que se le vendría al Presidente. 

De acuerdo con Moreno, si Boric logra parcialmente las reformas constitucionales a las que se comprometieron como izquierda y parte de la implementación de la Constitución en su mandato, “pasa a la historia como alguien que pudo enfrentar un escenario adverso, en referencia a la correlación política de fuerzas, y que logró construir entendimientos para hacer viable su proyecto de Gobierno”.

En cambio, si no consigue esto, y tampoco lleva adelante su programa gubernamental, “evidentemente la ciudadanía va a castigar a esta coalición en una próxima elección presidencial y buscará una opción distinta. Incluso ahí el fantasma del populismo de derecha emerge con fuerza. Porque de alguna manera pesa sobre sus hombros ser una generación que viene a alternar el poder”, señala Moreno.

Y agrega que, si se da el escenario de un Apruebo que gana con holgura, Boric “probablemente pueda ser recordado como el Presidente de la transición entre la Constitución del 80 y la nueva Constitución. Si hacemos un símil, sería como Patricio Aylwin. Se convierte en el árbitro para llevar adelante la implementación de la nueva Constitución, pero también el acuerdo previo al plebiscito. Del cual él es garante”. 

Moreno explica que, a su juicio, la Convención Constitucional le disputó la agenda hasta ahora al Mandatario: “Quisieron vincular (el Gobierno), incluso antes de asumir, el resultado de su gestión al proceso constituyente. Eso ha tenido costos”. Para llevar la implementación de la Carta Magna y las reformas constitucionales adelante, Boric debería construir entendimientos con un Congreso fragmentado: “Requiere de un conjunto de 70 leyes que tienen que implementarse de aquí al 2026, y las reformas pactadas”, puntualiza.

Los mayores desafíos estarán en la realización de reformas sobre aspectos que “alteren sustancialmente” el régimen político, los principios constitucionales, derechos fundamentales, el Estado regional y los mecanismos de reforma. Para conseguirlo, necesitará sumar el voto favorable de 2/3 de ambas Cámaras o de 4/7 más un plebiscito; el resto de las materias solo requerirá este último quórum.

Lo anterior significa que, para reformar temas sustantivos, la izquierda oficialista requiere en la Cámara de Diputadas y Diputados de los votos de la Democracia Cristiana (DC), el Partido de la Gente (PDG) y de Renovación Nacional (RN); y en el Senado, de la DC, RN y del independiente Karim Antonio Bianchi, según los cálculos del ingeniero en computación y PhD en Educación, Ernesto Laval. 

Moreno asegura que, aunque la opción del Mandatario –el Apruebo– gane en las urnas, si es con “un triunfo estrecho, del orden del 48%, 52%, o 49%, 51%”, el Gobierno queda con una representatividad compleja: “Habría una mitad del país que no está de acuerdo con este proceso de cambios que el Presidente va a encabezar”.

Por lo tanto, afirma que esto lo obligaría a “ser un promotor de acuerdos entre los sectores reformistas –los que desde el principio han estado más llanos a acordar reformas al texto constitucional propuesto, el Socialismo Democrático– de su Gobierno y los sectores blandos de la oposición, como pueden ser Evópoli, y algunos sectores de Renovación Nacional”. Todo esto con el objetivo –según el cientista político– de darle “viabilidad política a su Gobierno”, que le permita llevar a cabo el proceso de implementación de la nueva Constitución. 

Moreno insiste en que, si se da este escenario, se requeriría “un mayor protagonismo en el Gobierno de los sectores reformistas del oficialismo, el PS, el PPD, el PR y el PL”. 

“Tiene no solamente que controlar la delincuencia, la economía, la inmigración, el conflicto en la llamada Macrozona Sur, las rencillas dentro de su coalición, sino que más encima implementar la nueva Constitución y asegurar sus cambios”, explica Bunker. Agrega que, de existir un triunfo del Apruebo, seguramente será uno estrecho, por lo que “habrá muchas personas que van a ser muy críticas a todo lo que venga después”. 

Así, Bunker dibuja una ruta a seguir “con muchas piedras en el camino, difícil de andar, con posibilidades de tropezarse y de equivocarse”, escenario que afirma le servirá a la oposición para “marcar todos los puntos en que se equivoca Boric”. 

Agrega que el Presidente puede ser capaz de “sacar un documento de texto constitucional, pero puede ser una victoria transitoria, porque la gente después podría pedir otro proceso constituyente, porque las condiciones económicas no mejoran, es decir, que no tenga nada que ver con el texto en sí, sino que con el contexto coyuntural”.

La debilidad de Jackson

“Giorgio Jackson no tiene una buena relación con el Congreso, creo que eso está bien documentado. Eso es un riesgo para el Gobierno, haga lo que tenga que hacer. Sea implementar, reformar una nueva Constitución o pasar proyectos de ley”, asegura Bunker sobre el titular de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), quien es el enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Aunque parlamentarios integrantes de la base de Gobierno aseguran que los tropiezos de Jackson son más bien un torpedeo de la derecha, Moreno comparte esa crítica: “En cualquiera de los dos escenarios, aunque haya un triunfo consistente del Apruebo, y también si el triunfo es estrecho, el Presidente va a tener que hacer ajustes en su equipo de gobierno. Evidentemente hay ministros y ministras que están debilitados, con poca capacidad de llevar adelante las iniciativas que el Gobierno tiene que implementar. Han perdido capital político”. 

Y es que las últimas semanas no han sido fáciles para el ministro Jackson. Todo empezó con sus declaraciones en una entrevista a través de Twitch, donde aseguró que “nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del Gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió, que podía estar identificada con el mismo rango de espectro político, como la centroizquierda y la izquierda”. Por otra parte, un dictamen de Contraloría determinó que Jackson “no se ajustó a la necesaria prescindencia”, debido a su rol de receptor de las propuestas de los partidos para reformas al nuevo texto constitucional y no así de las iniciativas de los partidos que van por el Rechazo.

“El problema es uno político, porque Jackson es un buen consejero del Presidente, un aliado político fiel, honesto, entonces es un golpe directo al Presidente tener que sacarlo”, explica Bunker, mientras asegura que podría funcionar mejor en otro cargo y que, aunque es necesario hacerlo, no tendría sentido efectuar un cambio de gabinete antes del plebiscito.

“El problema con Boric es que le gusta estar involucrado en todo”, sostiene el cientista político, característica que cataloga como una “vulnerabilidad de este Gobierno”, sumado a que –en su opinión– no ve “muchas personas en primera línea con la experiencia política, que se hayan establecido como negociadores, y que puedan plantear posiciones propias con cierta autoridad frente a cualquier oposición”. 

Moreno concuerda y explica que el primer diseño de Boric era “mantenerse como Jefe de Estado y de Gobierno, imitando lo que había hecho Aylwin en su mandato”, sin embargo, asegura que dadas las dificultades entre las dos almas que coexisten en su base gubernamental, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, más un equipo político que “ha tenido dificultades en ordenar a las dos coaliciones detrás del proyecto de Gobierno, tuvo asumir más protagonismo y ejercer el rol de líder de la coalición”. 

Bunker dice que, de ganar el Apruebo por poco margen, Gabriel Boric necesitará negociadores con más experiencia política y, en este punto, subraya que el Gobierno necesita “confiar un poco más en la socialdemocracia”.

“Si insiste en la renovación generacional, se va a encontrar con muchos problemas, y lo que importa es que pasen los proyectos de ley. Lo que la gente piensa es alguien con el perfil de Carolina Tohá, una persona de la socialdemocracia, que participó de la Concertación, pero que después se arrepintió, y hoy está alineada con Boric. No sé si ella en sí es la que lo tenga que hacer, pero una persona de esa tradición es el espíritu que se necesita”, puntualiza. 

¿En qué pie queda Boric si gana el Rechazo? 

Bajo el escenario de que en las urnas se imponga la opción Rechazo, Bunker asegura que “todas las crisis se presentan como oportunidades, eso es un principio general”. Pone de ejemplo el terremoto en 2010 y la situación que tuvo que enfrentar Piñera el mismo año con los 33 mineros atrapados bajo tierra a 700 metros de profundidad. Sin embargo, admite que su desaprobación “podría bajar más” por la vinculación de su Gobierno con la opción del Apruebo. 

Por sobre todo, dice, que el Gobierno podrá ganar el control en la agenda y que así podría empezar a “manejar el debate”, ya que, si gana el Rechazo, “es el Ejecutivo el que tiene que enviar una propuesta de cómo continuar esto en el Congreso”.

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