El debate sobre la continuidad del proceso constituyente vive al interior de Chile Vamos un momento crucial. La idea de un consejo mixto, integrado por convencionales y expertos, todos con derecho a voto –y los segundos elegidos según representación parlamentaria–, empieza a tomar fuerza al interior de la coalición. Sin embargo, todavía hay amplias divisiones en cuanto a si los expertos deben ser nombrados por el Congreso, votados por la ciudadanía o si deben ser exautoridades. Hay acuerdo en que un comité establezca ciertos “bordes” antes de que comience el proceso constituyente, y de estos puntos dependería que el grupo de expertos tenga –o no– voto durante dicha instancia. El Partido Republicano ha decidido restarse de este espacio de diálogo. Consideran que Francisco Chahuán, Javier Macaya y Luz Poblete están presos de su compromiso previo al Rechazo, lo cual podría complicar la relación con sus bases militantes, eventualmente en contra de concebir una nueva Convención.
Más allá de la crispación que generaron las palabras de las ministras Camila Vallejo y Carolina Tohá y que motivaron públicamente la decisión de no asistir a la reunión con los partidos programada inicialmente para este jueves, Chile Vamos tomó la medida para llegar a la próxima cita –la semana que viene– con una propuesta común desde la coalición de centroderecha. Renovación Nacional ha sido el primer partido en adelantar sus principales lineamientos, que incluyen un “comité político técnico”.
Sobre este órgano –que acompañaría al constituyente elegido por la ciudadanía– no hay acuerdo aún dentro de las bancadas de RN en torno a cómo debería conformarse (si sobre la base de la representación de las fuerzas del Congreso, exrepresentantes o bajo algún sistema de democracia directa), y si debería tener voz y voto en el proceso constituyente. Todo esto, aseguran, dependerá de qué tan detallados puedan ser los “bordes” de la Constitución que se pongan antes de que inicien su tarea los convencionales.
“Lo que estamos haciendo con el presidente del Senado es tratar de reconstruir los puentes de diálogo que en los últimos días se han visto dañados”, señaló Soto la tarde del miércoles.
Lo dijo cuando, junto a la cabeza de la Cámara Alta, Álvaro Elizalde (PS), anunciaron que la reunión fijada para el jueves –la que Chile Vamos pidió que fuera reagendada para el viernes 23 de septiembre– quedaba suspendida hasta la próxima semana.
Al interior del Congreso distintos parlamentarios aseguran que Francisco Chahuán ya maneja un borrador con una propuesta de Renovación Nacional. Este lo habría recogido –detallan– de las distintas reuniones que han mantenido. Sin embargo, cuentan que “se le ha pedido que no lo comparta” para evitar su difusión.
“En nueve días hemos realizado cuatro jornadas de reflexión, con los diputados, cientistas políticos (…). Tuvimos a Genaro Arriagada, por ejemplo, hemos tenido cuatro encuentros con nuestros senadores, tres comisiones políticas”, relató el senador a El Mostrador.
Por ahora lo que se ha conversado al interior de RN es que, antes de que se voten los representantes para un órgano constituyente, se conforme un “comité político técnico” –una opción es sobre la base de la representación política en el Congreso– que elabore un borrador con puntos de encuentro o “límites” para quienes escribirán la nueva Constitución.
Según los parlamentarios consultados, habría acuerdo en torno a que se conforme un “comité político técnico” con estas funciones, sin embargo, hay distintas opiniones sobre cómo debería constituirse. Lo que se escucha es que sea partir de la representación política en el Congreso, o que debería estar integrado por ex Presidentes, excabezas del Congreso, de la Contraloría, de la Corte Suprema, entre otros expersoneros.
Se han planteado como límites, por ejemplo, “el carácter unitario del país para evitar el tema de la plurinacionalidad”; “que se asegure la existencia del Senado y la Cámara”; “que haya solo un Poder Judicial”; la protección de un Banco Central autónomo; la consagración de Carabineros; y la protección de ciertos derechos fundamentales, entre otros que han surgido en las conversaciones.
El segundo punto es que el grupo de expertos se integre al órgano que redacte la nueva Constitución con voz y voto. Sobre la opción de que sean designados por el Congreso, un representante RN aseguró que “a algunos les da vergüenza, no estamos los parlamentarios para elegir. A lo más que el Parlamento nombre a expertos con derecho a voz”.
Agregó que hay una parte de Renovación Nacional que tiene claro que “es poco presentable que el órgano no sea 100% electo”, por lo que habría distintas posibilidades para sumar a expertos. Entre ellas, explicó que se han propuesto listas cerradas de expertos, “característica difícil de definir”, o que sea la comisión de expertos antes planteada con ex Presidentes y otras exautoridades.
Otro parlamentario en conversaciones de pasillo explicó que hay acuerdo en que se conjugue el derecho a voz y voto de los expertos con “un espacio de legitimidad ciudadana que lo daría el órgano electo”. Sin embargo, añadió que algunos creen que también se podría avanzar en una “fórmula intermedia”, si es que se establecen “bordes claros” antes de que empiece a trabajar el órgano elegido por la ciudadanía (y que en este caso los expertos no tuvieran voto como los elegidos democráticamente).
En conversación con El Mostrador el presidente de RN destacó la complejidad que supone sostener un diálogo de estas características “dentro del partido más grande Chile, con una diversidad interna muy grande”. Así es como los parlamentarios de la colectividad consultados apoyaron fórmulas diferentes.
“Creo que la elección debe ser 100% democrática. Si me hablas de técnicos o expertos, creo que hay tres opciones”, planteó el diputado Andrés Celis (RN).
“Nadie impide que un especialista, técnico, experto pueda ir de candidato, fueron varios electos en la Convención. Segundo, puede ser que se coloque una cuota de expertos, técnicos, como quieras llamarlos, con ciertos requisitos, en listas cerradas, 20 o 30 por ciento. La otra posibilidad es que la elija un órgano, una comisión de ex Presidentes de la República, por ejemplo, y en este caso que tengan un derecho a voz, no a voto. No están los tiempos para que alguien tenga derecho a voto que no sea por la vía del voto ciudadano”.
Mientras tanto, el independiente RN Juan Castro sostuvo que “la decisión de abrir un nuevo proceso no está en la mayoría de los senadores de Renovación. (…) Pero entre los parlamentarios de la centroderecha hay un compromiso de hacer una buena y nueva Constitución”, precisó.
Castro fue uno de los senadores que la semana pasada anunciaron que no respaldarían un mecanismo de las mismas características de la disuelta Convención y que, por el contrario, preferían avanzar en la redacción de una nueva Carta Fundamental mediante una comisión de expertos o una reforma a través del propio Congreso.
“Propuestas hay varias que se han conversado dentro de las reuniones que hemos tenido, pero todavía no hay nada confirmado para un futuro proceso”, agregó, quitando peso a que haya lineamientos comunes todavía.
Parlamentarios de la centroderecha afirman que, sobre los independientes, hay cercanía con los lineamientos que han expresado los partidos de Socialismo Democrático (PS, PPD, PR). Esto es, que vayan en listas de partido o de forma autónoma, como es para la elección del Congreso.
Acerca de escaños reservados para pueblos indígenas, representantes de la centroderecha en el Parlamento aseguran que estarían por que “sean proporcionales a sus electores inscritos”. Fórmula que otros apuntan que dejaría a algunas etnias fuera del proceso.
Según parlamentarios UDI, fue Javier Macaya, presidente del partido, quien empezó a postular que se establecieran “bordes” para la nueva Carta Magna antes de elegir a los representantes para elaborarla. Así, el lunes al salir de la reunión el senador expresó que “ese órgano, a diferencia de lo que fue la Convención (…), tiene que tener definidos contornos que permitan que el proceso sea exitoso”.
Desde Evópoli –partido que los parlamentarios RN describieron como el menos de acuerdo con una comisión mixta de convencionales y expertos–, cercanos a las directivas señalan que se han abierto a que el grupo de expertos tenga mayor incidencia. Incluso usan el concepto “comité político técnico”.
“No descartamos que tengan voz y voto”, dijeron. Y lo describieron como un grupo que “dé seguridad y certeza del trabajo constitucional”.
Sin embargo, tal como plantearon algunos parlamentarios de RN, en Evópoli indicaron que el derecho a voto no sería necesario si se llega antes a acuerdos en torno a los “bordes necesarios” sobre los que trabaje el órgano constituyente. “Si el trabajo previo de este comité es vinculante, se permiten los límites, y la asesoría de este grupo al órgano ciudadano bastaría. El grupo de expertos no necesitaría tener voto”, explicaba un militante Evópoli que ha seguido de cerca las conversaciones.
Desde un principio, el Partido Republicano se ha mostrado contrario a que la continuidad del proceso constituyente sea a través de una Convención de estructura similar a la que fue disuelta en julio pasado, y que la nueva Carta Fundamental sea redactada por un órgano 100% elegido por la ciudadanía. En la colectividad fundada por el exdiputado y excandidato presidencial José Antonio Kast apuestan por reformas a la actual Constitución –a través del quórum de 4/7– o por alguna instancia similar en el Congreso.
Es por esta razón que los republicanos decidieron restarse de las conversaciones y bajarse de la mesa de negociación convocada por los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputadas y Diputados. Dicen no sentirse representados por el diálogo que conducen los timoneles de Chile Vamos, debido a que –a su parecer– estos cedieron a la presión impuesta por el Gobierno, en cuanto a acelerar el ritmo de la conversación con el fin de llegar a un acuerdo lo antes posible. Ahora bien, aseguran que seguirán opinando y participando de la discusión, pero ahora desde fuera de la mesa de negociación.
Una fuente al interior de dicho partido aseguró que las bases de las tres colectividades que conforman Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) no se sienten representadas por la decisión –a su juicio– apresurada de responder a la convocatoria oficialista. Al respecto, la misma fuente agregó que en la derecha siempre se transparentó la posición contraria a la Convención Constitucional, que fue uno de los argumentos base del Rechazo, y que, por lo tanto, no se condice con el supuesto acuerdo de cinco puntos que anunció este lunes el presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Raúl Soto (PPD), y del cual rápidamente se distanciaron las directivas de los partidos de oposición.
Según afirmaron desde el Partido Republicano, Chile Vamos ahora se encuentra en un escenario complejo, en donde resultará clave el liderazgo de Javier Macaya (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Luz Poblete (Evópoli) para conducir las negociaciones con sus bancadas, y que estas busquen reflejar la postura de las bases de sus respectivas colectividades. Si esta situación termina por empantanar la discusión sobre una nueva Constitución, será algo que se terminará de dilucidar en los próximos días, donde la derecha pone como condición que el Gobierno del Presidente Boric se mantenga al margen de las conversaciones y que tampoco pautee los plazos sobre un eventual acuerdo.