En la coalición que agrupa al PC, Frente Amplio y el FRVS miran con cierto escepticismo los beneficios que supone la ratificación del controversial tratado, especialmente por los obstáculos que instalaría a las reformas que necesita el país para mejorar sus estándares laborales y ambientales, entre otros, mientras que en Socialismo Democrático abundan las voces entusiastas con un acuerdo que resultaría clave para acceder a mercados en mejores condiciones arancelarias. La disputa está ahí, latente, reconoció el senador José Miguel Insulza. “Yo no quiero que ocurra eso, y por eso es necesario que la Cancillería avance en la línea de destacar los beneficios que le ha traído a Chile el comercio exterior (…) lo mejor es darle un par de meses más de discusión”, añadió.
La eventual ratificación del TPP-11 en el Senado podría abrir una brecha mayor entre Apruebo Dignidad y Socialismo democrático, y ello porque la aprobación final del controvertido tratado, denominado «Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership», es probablemente el tema de futuro que más distancia a las dos coaliciones que sustentan al gobierno de Gabriel Boric.
En Apruebo Dignidad hay quienes creen que la idea de reponerlo en la agenda es una argucia de la oposición precisamente para ocasionar un quiebre entre ambos conglomerados, por lo que llaman al Presidente a no caer en el juego y volcar su agenda legislativa en materias que le hacen sentido a la población, no a un grupo de grandes empresarios, que son los únicos que, a juicio de esas voces críticas, se ven favorecidos por una estrategia de desarrollo basada en la apertura comercial.
Uno de los que ha expresado su rechazo al TPP-11 es el diputado y exdirigente sindical Andrés Giordano. “Desde mis tiempos sindicales que soy opositor por los problemas que representa no sólo para la soberanía del país, sino por los riesgos que la ratificación del tratado representa para las transformaciones profundas que requiere Chile, como por ejemplo las condiciones laborales, o el cuidado del medio ambiente, para la seguridad alimentaria y los derechos sociales, temas que siempre entran en conflicto con los intereses del gran capital”, aseveró el diputado frenteamplista.
“Lamentablemente el tema está radicado ahora en el Senado”, agregó Giordano, recordando que el peso de su coalición en la Cámara Alta es minoritario. “Creo que esto responde a las presiones de una derecha que intenta posicionar temas que son complejos para la agenda transformadora del Gobierno”, señaló, reconociendo que sin dudas “esto genera tensiones entre las dos coaliciones”.
“En la Cámara Baja Apruebo Dignidad tiene una mirada de preocupación en torno a lo que representa para la agenda del Gobierno”, toda vez que la firma del TPP-11, con sus fórmulas de resolución de conflictos entre empresas trasnacionales y el Estado, más bien lesiona los intereses del país, toda vez que faculta a las empresas a demandar al Estado si alguna de sus acciones legislativas o administrativas se traducen en una afectación a las expectativas razonables de ganancias”, y ello en un país como Chile, donde se ha vuelto razonable, recordó Giordano, que las AFP arrojen utilidades por encima del 20% sobre su patrimonio.
“Cualquier ley que tienda a proteger el medio ambiente, cualquier regulación que afecte esa expectativa de ganancia significará un riesgo de juicio”. Giordano recordó que, en efecto, hay otros países que admiramos (Australia, Nueva Zelandia, etc.) que han firmado el TPP-11, pero se trata de países desarrollados que ya cuentan con estándares ambientales y laborales más altos. “Sería muy inoportuno ratificar algo así cuando más bien deberíamos poner en la agenda aquellas transformaciones que le hacen sentido a la ciudadanía, y no un TPP-11 que le pondrá freno a la reforma de pensiones, a la reforma tributaria y al proyecto de 40 horas”, añadió.
Asimismo, el diputado frenteamplista recordó que hasta este minuto ningún funcionario de Cancillería ni ningún economista ha logrado probar los beneficios que generaría la ratificación del TPP-11, al tiempo que pidió realizar una evaluación de esta estrategia tal y como debe hacerse respecto de cualquier política pública. Giordano recordó que la suscripción de tratados de libre comercio incidió en la caída de Chile en la cadena de valor, y ello queda de manifiesto en una matriz atada al commodity y a los bajos salarios, que son dos de los elementos sobre los que descansa la competitividad del país. Sobre la posibilidad de que el empresariado se encuentre presionando al Gobierno, Giordano sostuvo: “El sector empresarial chileno debe tomar lecciones sobre el momento político de los últimos tres años. No venimos saliendo sólo de un plebiscito de salida. Hay muchas cosas que no están resueltas y que son prioritarias y que llevaron a Gabriel Boric a la Presidencia. Si los empresarios no toman nota vamos a tener un problema social”, añadió.
Insulza apuesta por su ratificación en dos meses
En la otra orilla se encuentra un acérrimo defensor del modelo chileno de apertura al mundo. “Yo soy muy, muy partidario del TPP-11 y me parece que es una buena idea que se apruebe en el Senado”, señaló el senador socialista por Arica y Parinacota, José Miguel Insulza, quien integra la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta.
Si bien se mostró partidario de avanzar en la ratificación, pidió al Gobierno, específicamente a la Cancillería, a que realice un trabajo de socialización para ganar más adeptos y otorgarle mayor legitimidad social al controversial tratado suscrito por Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam, países que, en conjunto, suman más de 500 millones de consumidores. Hasta el momento, ocho países ya han ratificado su ingreso a este acuerdo de integración comercial.
“Yo recuerdo cuando estábamos negociando con el Congreso para aprobar el tratado con el Mercosur, y entonces había muchas dudas con algunos senadores de la entonces oposición. Hablo de la época de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y me encontré con uno de ellos y me preguntó ‘¿cómo va lo del Mercosur?’, y yo le dije ‘tengo ya suficientes votos’, y el senador me dijo ‘¿y por qué no nos junta a todos?’. Y la verdad es que le hice caso. ¿Qué quiero decir con esto? Que hay que hacer todo el esfuerzo para que vote a favor la mayor parte de la gente”, señaló Insulza, quien muchas ha desestimado los cuestionamientos a las presuntas cortapisas que impondría tal tratado a cualquier estrategia nacional basada en la industrialización y la innovación productiva.
Insulza reconoció que la ratificación puede generar roces entre las dos coaliciones. “Yo no quiero que ocurra eso, y por eso es necesario que la Cancillería avance en la línea de destacar los beneficios que le ha traído a Chile el comercio exterior como uno de los pilares de nuestro desarrollo. De esa manera esto no sería el origen de una disidencia. Por eso me parece que lo mejor es darle un par de meses más de discusión”, añadió.
“Lo ideal sería que se ratifique el TPP-11 por una gran mayoría, por eso pido que la ministra (Antonia Urrejola) y el subsecretario de Relaciones Económicas (José Miguel Ahumada) sigan por la senda de forjar acuerdos en la materia porque creo que es un buen tratado. Ojalá se apruebe”, concluyó.