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La Subsecretaría de Prevención del Delito del Gobierno de Sebastián Piñera puso en marcha un programa financiado por más de $500 millones de pesos y que consistía en el despliegue de drones de vigilancia. El supervisor de la iniciativa terminó siendo integrante de una banda de narcotraficantes y, además, un reconocido operador político de Renovación Nacional en la zona. Se trata de Wladimir Pizarro, militante activo, que incluso participaba en campañas y colaboraba con algunas figuras políticas locales. Además, se fotografiaba con distintas personalidades de RN como las senadoras Paulina Núñez y Marcela Sabat o el ex presidente de RN, Cristián Monckeberg, quienes tras conocer su condena a 13 años y un día de presidio efectivo, prefirieron guardar silencio y desligarse completamente de Pizarro. «Es una foto en el contexto de una reunión de RN a nivel nacional y uno se saca fotos con militantes que lo piden, pero uno no los conoce a todos», dijo la senadora Sabat.
«¿Qué es un operador político? No es un extraterrestre, tampoco un mafioso, es una persona que dice que trabaja, pero en realidad su pega es hacer activismo en la sombra de los servicios públicos, nunca está trabajando en su escritorio, pero llega a fin de mes a cobrar su sueldo». La definición corresponde a una campaña de Renovación Nacional (RN) llamada «Chao operadores», lanzada en 2018 por diputados de la colectividad para identificar operadores políticos en el Estado. Nada hacía presagiar que, tres años después, uno de sus militantes, funcionario regional de la Subsecretaría de Prevención del delito y reconocido precisamente por ser un operador político sería un narcotraficante encubierto, hoy condenado a 13 años por tráfico de drogas y porte ilegal de armas.
Hablamos de Wladimir Pizarro Baltras, quien hasta el 26 de octubre de 2021 —fecha en que fue detenido— se desempeñó como funcionario de la Delegación Presidencial en la Región de Antofagasta y al mismo tiempo como supervisor de operadores de drones en la Subsecretaría de la Prevención del Delito liderada en ese entonces por Katherine Martorell. Estaba encargado de ayudar a combatir la delincuencia y desarticular distintas bandas narcotraficantes a través de la operación de drones. Sin embargo, el exfuncionario del gobierno de Sebastián Piñera en lugar de combatir ayudaba desde dentro a las organizaciones de narcotraficantes.
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Pizarro Baltras, antes de su detención, era un conocido operador político en la zona. Por ser bastante reconocido, era un activo miembro de Renovación Nacional, participando en campañas y siendo estrecho colaborador de diferentes figuras políticas de la región. Así lo atestiguan diversas fotografías que el propio narcotraficante publicara en sus redes sociales y que puede ver al final de la nota.
En algunas de ellas, aparece con importantes figuras de RN, como las senadoras Paulina Núñez y Marcela Sabat, y el exconvencional y expresidente de RN, Cristián Monckeberg. Lo anterior, muy acorde con su función como figura relevante para la labor territorial y electoral. Todos ellos, sin embargo, ahora de conocida la condena y ante los llamados de El Mostrador, la mayoría de ellos prefirieron guardar silencio y desligarse de quien fuera un reconocido colaborador político en la zona. Fuentes de RN aseguran, incluso, desconocer quién es la persona que lo trajo a RN.
La única que contestó a El Mostrador fue la senadora Sabat, quien rechazó todo vínculo con Pizarro Baltras, asegurando que la foto en la que aparecen juntos se la tomó en una reunión con otros militantes RN. «Es una foto en el contexto de una reunión de RN a nivel nacional y uno se saca fotos con militantes que lo piden, pero uno no los conoce a todos. Por la foto supe que era él (Pizarro), pero no lo conozco. No lo conozco en nada», enfatizó. Ni Núñez ni Monckeberg se refirieron al tema, guardando completo hermetismo.
Cabe mencionar que el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta condenó el sábado 17 de septiembre de 2022 a Pizarro Baltras a la pena de 13 años y un día de presidio efectivo tras ser declarado culpable como autor del delito consumado de tráfico ilegal de estupefacientes y tenencia ilegal de arma de fuego y municiones. Pizarro fue condenado junto a Bernardo Alexander Rojas Reyes, Cristián Andrés Orellana Báez y Pablo Antonio García Pacheco por integrar una banda criminal dedicada al tráfico de drogas, en vehículos con logos del gobierno.
Cabe mencionar que el caso de Wladimir Pizarro no es el primero de su tipo que remece a RN. En 2019, el concejal de La Calera Karim Chahuán fue detenido por saqueos durante el estallido social y se destaparon sus vínculos con el narcotráfico.
Tras ser detenido, Pizarro Baltras cambió el nombre de su perfil en Facebook, pero se mantuvo activo increpando a figuras de otras tendencias políticas, a las que incluso asociaba con el narcotráfico. Emitió duros epítetos contra la presidenta de la Convención Constitucional Elisa Loncón, descalificó al Presidente Gabriel Boric, y cuestionó las movilizaciones sociales y el feminismo.
Su último mensaje antes de ir preso fue una fotografía con un sujeto portando un cartel con la frase «Fuera la ONU, los payasos constituyentes y los comunistas».
Además de las críticas que lanzaba en redes sociales, también hacia figuras como Daniel Jadue, Karol Cariola o Camila Vallejo, Pizarro Baltras apoyaba las campañas políticas de miembros de su sector político, como la de la senadora Paulina Núñez y la del exintendente Marco Antonio Díaz. Eso sí, pese a su militancia, se mostraba como un acérrimo adherente de José Antonio Kast.
La diputada Emilia Shneider (Comunes) realizó un llamado a través de Twitter: «¿El reaparecido Sebastián Piñera dirá algo? O los diputados de derecha que hacían gárgaras con el test de drogas como Juan Antonio Coloma. Vínculo entre narcotráfico y política es inaceptable. Es enriquecerse con el dolor de tantas familias. ¿Van a guardar silencio?»
