La posible aprobación del TPP-11 en el Senado ha desnudado nuevas diferencias programáticas e ideológicas entre las dos coaliciones de Gobierno: Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Desde este último sector se han manifestado en contra de la suscripción de Chile a este tratado internacional, y le han solicitado al Presidente Gabriel Boric que haga uso de sus facultades y retire el proyecto del Congreso, donde eventualmente avanzará a su segundo trámite constitucional. Al respecto, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, admitió que esta discusión vuelve a hacer notar la convivencia de «dos almas» al interior del oficialismo, y descartó que el Ejecutivo tome palco dejando la decisión en manos del Senado, entendiendo que el TPP-11 será discutido en los próximos comités políticos en el Palacio de La Moneda.
El oficialismo se encuentra dividido, una vez más. Esta vez a causa de la hipotética suscripción de Chile al denominado TPP11 o Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, debido a la posibilidad cierta de que sea visto por la sala del Senado en su segundo trámite constitucional. Si bien el propio Gobierno ha reconocido que la suscripción a este tratado no fue inicialmente parte de su agenda, su eventual avance en el Congreso desnuda evidentes diferencias programáticas entre ambas coaliciones de Gobierno.
Mientras en el Socialismo Democrático se han manifestado a favor de dicha iniciativa, desde Apruebo Dignidad han manifestado su disconformidad y preocupación por la aplicación de este tratado, tal como lo hizo el propio Presidente Gabriel Boric, en su etapa como diputado. En ese sentido, la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) ha evidenciado su compromiso con que este tema sea tratado responsablemente en los próximos comités políticos en el Palacio de La Moneda, previo a su discusión en el Senado.
Así lo hace notar la presidenta de FRVS, Flavia Torrealba, que además de entregar sus argumentos en contra del TPP11, asegura que al calor de esta discusión reflotan las dos almas que sostienen políticamente el Gobierno del Presidente Boric. Ahora bien, y considerando que Apruebo Dignidad no tiene los votos suficientes para anular la suscripción a este tratado, desde dicha coalición van a buscar convencer al Mandatario de retirar este proyecto para congelar su discusión en el Congreso, asumiendo que es una facultad que solo tiene el Presidente de la República.
¿Cuál es el trasfondo de esta discusión? ¿Es una muestra de las diferencias tangibles entre ambas coaliciones de Gobierno?
En estos temas creo que se manifiestan las dos almas de las dos coaliciones que están sosteniendo políticamente al Gobierno. Efectivamente nosotros como Apruebo Dignidad, y en particular algunos partidos que hemos sido más nítidos en colocar nuestra posición, tenemos el derecho a mantener vigente la agenda y manifestar nuestra opinión en relación a temas que para nosotros son muy centrales, desde el punto de vista doctrinario. Pero es cierto también que el Gobierno tiene la facultad a tomar o no tomar esas visiones, y en ese sentido creo que tal como es nuestra obligación manifestar nuestra postura, el Gobierno también tiene la obligación de llevar adelante una agenda realista, porque efectivamente no tenemos los votos en el Congreso Nacional.
¿Cuál es su propuesta en relación a la suscripción a este tratado? ¿Qué estrategia emplearían para convencer al oficialismo y que este proyecto finalmente se retire del Congreso?
No pierdo la esperanza de que el Presidente haga uso de sus facultades, retire el TPP-11 del Senado, y actualice los términos en que el país va a enfrentar las relaciones internacionales y los tratados y convenios con otras naciones. Creo que ese era un proyecto que respondía a una realidad, donde ahora existe un orden mundial que ha aparecido a propósito de la pandemia y a propósito de la guerra y la fragilidad del sistema integrado- cuando hay que minimizar los costos en las comunidades-. Por lo tanto, creo que es un tratado anticuado que es necesario revisar, donde el país efectivamente tiene la posibilidad de encabezar una nueva mirada de las relaciones internacionales, protegiendo derechos de las comunidades y en el marco de todas las regulaciones medioambientales.
Nuestra propuesta es retirar el proyecto, corregirlo y replantearlo. Ahora, así como el Presidente puede retirar el proyecto, también lo puede reponer, entendiendo que en Chile la prerrogativa de las relaciones está exclusivamente en manos del Presidente de la República. Por eso que el artículo n°132 del Reglamento del Senado le permite al Mandatario retirar en cualquier momento de su tramitación, un proyecto que involucre relaciones comerciales o internacionales, o los intereses de la nación.
Llama la atención que este tema entrara en discusión ahora, entendiendo que no fue parte de la agenda del Gobierno en su aterrizaje a La Moneda ¿Crees que existieron conversaciones laterales con otros sectores políticos para priorizar su tramitación? ¿Pudieron haber existido presiones al respecto?
Yo no conozco conversaciones o negociaciones laterales con partidos que estén fuera de los pactos de Gobierno. No tengo esa información, por tanto estaría especulando sobre cuales fueron las motivaciones del Gobierno para reiniciar esta conversación, donde probablemente exista la necesidad de atraer inversión, y esta pudo ser la herramienta que encontraron a mano, porque claramente esta es una agenda impuesta por el ministro de Hacienda. Seguramente, ven el TPP11 una herramienta para dar ciertas garantías a los inversionistas extranjeros y así atraer capitales, porque no se entiende desde el punto de vista de la política interna, donde se está buscando más bien entregar ciertas señales a los inversionistas, pero que son bastante ocasionales. Porque lo que les interesa a los inversionistas es involucrarse con países con posibilidades de desarrollo, y no con una conflictividad política interna permanente, y con movimientos sociales tan intensamente oponiéndose a este tipo de tratados.
¿Admites un ambiente interno un tanto conflictuado en el oficialismo, después de la derrota del Apruebo en el plebiscito de salida y del cambio de gabinete? ¿El TPP-11 es un nuevo elemento de disputa entre las dos coaliciones que sostienen políticamente al Gobierno?
Yo no veo al ambiente oficialista tan conflictuado. Veo si que hay dos coaliciones que están empujando ciertas agendas, y que éstas se van ajustando en la medida que los temas se van discutiendo. No creo que exista un riesgo de quiebre, de hecho, cuando se revisan las votaciones de los diputados y diputadas de las dos coaliciones de Gobierno en este proyecto, se observa que gran parte de los parlamentarios del mundo progresista votaron en contra del TPP11. Ahora bien, es cierto que la realidad de los senadores es distinta a la de los diputados, pero no me parece que sea la primera vez ni la última en que las direcciones de los partidos y sus congresistas estén en una posición distinta.
¿Se ha conversado sobre este tratado en los comités políticos? ¿O es que el Gobierno ha decidido tomar palco a la espera de que la discusión se zanje en el Congreso?
Este tema se tocó en el gabinete político pasado, y es algo que vamos a seguir discutiendo en los próximos encuentros. La posición contraria al TPP11 es suscrita por todo Apruebo Dignidad. Al menos nosotros asumimos el derecho de manifestar de nuestra posición, y le reconocemos el derecho al Gobierno, de conocida la opinión, actuar de acuerdo a la realidad que se imponga en términos de fueras políticas representadas en el Congreso Nacional.