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El negro destino de Hualpén: intoxicaciones por contaminación de ENAP la transforman en la nueva Puchuncaví PAÍS

El negro destino de Hualpén: intoxicaciones por contaminación de ENAP la transforman en la nueva Puchuncaví

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Francisca Guerrero G.
Por : Francisca Guerrero G. Periodista. Colaboradora de El Mostrador
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Llamaradas dantescas, humo negro y olor a gas acechan a una comunidad que no sabe qué exactamente está respirando y, mucho menos, los efectos sobre su salud. La presión para que la empresa estatal responda a las interrogantes de la comuna de la Región del Biobío crecen desde el Congreso –con una comisión investigadora de la Cámara de Diputadas y Diputados–, así como desde la Superintendencia del Medio Ambiente –con un proceso sancionatorio abierto en su contra–. En el curso de estos eventos, el alcalde de Hualpén se ha reunido con los últimos tres gerentes generales. Con Andrés Roccatagliata poco se avanzó; con Julio Aranis Vargas –quien renunció tras el escándalo del petróleo iraní, en el que seis ejecutivos fueron formalizados–, no pasó nada. Y ahora, con Patricio Farfán, ha habido mejor disposición –sostienen–, aunque sin avances concretos.


Al SAR de Hualpén, provincia de Concepción, llegaron el lunes 24 de octubre cinco niños de la Escuela República del Perú. Náuseas, vómitos y dolor de cabeza obligaron a su traslado al centro asistencial y a la suspensión de clases, en medio de un olor a gas fácilmente distinguible por la comunidad cercana a ENAP Refinería Bío Bío. Más tarde, la Estación JUNJI del Sistema de Información Nacional de Calidad del Aire en la comuna de la Región del Biobío mostraría que ese día, entre las 10:00 y 11:00 horas, los más de 400 menores de edad que asisten a establecimientos próximos a la planta se expusieron a concentraciones de dióxido de azufre (SO2) que se duplicaron respecto a sus niveles habituales.

Se trata de uno de los más recientes «eventos” como denomina la compañía estatal a estas situaciones de emergencia en Hualpén, el cual tuvo la particularidad de no haber sido comunicado por la empresa de manera preventiva a las autoridades locales y a la comunidad. «ENAP en ningún momento dio aviso al Departamento de Medio Ambiente ni al municipio. Ellos se dieron por enterados por la denuncia que se hizo a través del servicio de salud, lo que nos parece gravísimo», señala Matías Rifo, concejal independiente. 

El hecho es apenas la punta del iceberg de los problemas medioambientales de esta zona de sacrificio que atormenta hasta los sueños de la comunidad hualpenina. “Acá si tú preguntas cuál es la pesadilla más recurrente al dormir, la respuesta más común es una explosión en ENAP. Esto es parte de nuestra cultura, porque el recurrente olor a gas también cala en nuestra salud mental. Siempre estamos viendo las llamas de ENAP, pendientes del color del humo que sale, de si suena la alarma”, comenta Rifo, quien además integra la Coordinadora Territorial Wallpen. 

Lo que también resulta habitual entre vecinas y vecinos es denominar a la empresa como un “monstruo”. María Mendoza, dirigenta vecinal, dice que “Hualpén hace muchos años es una zona de sacrificio, debido a una empresa que catalogamos como un monstruo. Sentimos que estamos en una bomba de tiempo. Acá estamos en el patio trasero de la refinería, así que sabemos lo que es vivir toda la vida contaminados”.

Erradicación y vecinos en espera

Esa vida de olor a gas, de preocupaciones por antorchas dantescas y espeso humo negro, en el caso de los vecinos de las dos poblaciones más cercanas a ENAP, Nueva El Triángulo y Villa El Triángulo, además ha implicado formar parte de un proceso de erradicación de sus hogares, debido a la exposición a altos niveles de contaminación que han sufrido desde hace ya tres décadas, cuando inexplicablemente se permitieron construcciones habitacionales a no más de 200 metros de la planta, de la que quedan divididos solo por una carretera. 

Desde que en 2015 vecinas y vecinos comenzaron a firmar el plan de relocalización, que se configuró en una mesa tripartita de la que participan ENAP, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Gobierno Regional del Biobío, y desde que comenzaron los traslados en 2018, el 70% de las 278 familias que adhirieron al plan ya habitan sus nuevas viviendas, lo que deja actualmente a 94 en espera, entre ellas, la señora María. 

“El proceso de relocalización actualmente está en stand by, porque los vecinos nos hemos enfrentado al alza de los precios y la plata que hay para nuevas viviendas, que son 1.400 UF. No alcanza para el valor de las casas en Hualpén y, como dijimos desde un comienzo, no queremos salir de la comuna. Las casas en general están arriba de 50 millones y, además, son viejas, por lo que hay que repararlas enteras. Se supone que se trabajó para algo mejor de lo que teníamos, pero las cosas no se han dado así. Ha sido muy difícil”, recalca la dirigenta, cuya junta de vecinos está cerca de desaparecer. 

Justamente el pasado jueves, una delegación de Hualpén viajó a Santiago para reunirse con el Minvu e intentar dar con soluciones para las familias que se mantienen en vilo, viviendo entre las ruinas de las casas que ya fueron deshabitadas. “Nos reunimos con el ministro Carlos Montes para ver cómo podemos mejorar el subsidio que ellos tienen. ENAP se ha negado sistemáticamente a poder aportar un poco más de recursos para la erradicación”, comentó el alcalde de Hualpén, Miguel Rivera, tras la cita. 

José Gutiérrez, dirigente vecinal que ha estado a la cabeza de las negociaciones para atender la situación de los hogares que aguardan por la relocalización, también participó del encuentro en el Ministerio de Vivienda y valoró que “el ministro Montes puso un plazo para recabar todos los antecedentes, incluyendo conocer el origen de la construcción de estas viviendas en las cercanías de la planta hace más de 30 años (…). Además, se comprometió a buscar una solución con urgencia”. 

Mientras el Minvu y el Gobierno Regional trabajan para ver cómo incrementar los recursos para un traslado, hasta el minuto la empresa no ha mostrado disposición para incrementar aquellos comprometidos inicialmente para este fin, según ha alegado el alcalde Rivera en diferentes instancias. 

“No sabía dónde quedaba Hualpén”

Para abordar este asunto y todo lo relacionado con la zona de sacrificio, el alcalde que asumió funciones en julio del año pasado ya ha sostenido reuniones con tres gerentes generales de ENAP: el 24 de noviembre de 2021, con Andrés Roccatagliata; luego, el 3 de mayo de 2022, con Julio Aranis Vargas; y el 30 de junio de este año, con Patricio Farfán, en ese entonces gerente general subrogante y actualmente gerente general interino. 

A la hora de las evaluaciones, Rivera comenta que con Roccatagliata se “avanzó medianamente”, dado que tenía “una buena disposición”. Sin embargo, con Aranis la situación fue distinta. “No sabía dónde estaba Hualpén. Fue una reunión bastante desagradable, muy corta, de media hora, de la que obviamente no sacamos nada (…). Nosotros sentimos que fue una falta de respeto», recuerda el jefe comunal. 

Cabe señalar que la salida de Aranis de la gerencia general tuvo lugar tras el inicio del juicio por el denominado caso “Crudo iraní”, donde seis ejecutivos de ENAP enfrentan una querella por la intoxicación en 2018 de más de 1.400 personas de Quintero-Puchuncaví, Región de Valparaíso, y Talcahuano, Región del Biobío, por la descarga, drenaje y almacenamiento de petróleo proveniente de Irán.

En tanto, de acuerdo a Rivera, el entendimiento ha sido mejor con Farfán, lo que se ha traducido en un plan de inversión de 1.800 millones de pesos de la empresa en Hualpén, para la reposición de la Segunda Compañía de Bomberos, un gimnasio techado para la Escuela República del Perú y pasarelas en un canal aledaño a un centro de salud, lo cual valoran enormemente desde la municipalidad, junto con precisar que, si bien es un avance, aún quedan muchos temas pendientes con la compañía. 

Pese a la insistencia, la empresa no respondió las preguntas de El Mostrador

“No sabemos lo que estamos respirando”

En aquello ahondó el alcalde Miguel Rivera en el marco de la comisión investigadora de la Cámara de Diputadas y Diputados por “Eventuales irregularidades cometidas por ENAP”. En la sesión del 5 de octubre, partió por señalar que “la patente que se paga es una burla”, consignando que se cancelaron $24.902 en el primer semestre de este año y $27.453 en el segundo, de manera que “el almacenero, el peluquero y la persona que trabaja en la feria libre paga mucho más que ENAP Refinería en Hualpén”. 

La explicación de la empresa, en que señala que han pagado el mínimo por las pérdidas y altas deudas de los últimos años que podrían revertirse en los resultados de 2022, no deja conformes a los hualpeninos, que de todos modos tienen más quejas contra la compañía. 

De acuerdo a lo que indica el alcalde, carecen de información respecto al tratamiento que ENAP da a los humos que genera la refinería de petcoke, un sólido poroso y grisáceo, que según la Fundación Terram “contiene altas cantidades de azufre y metales pesados, como níquel y vanadio, peligrosos para la salud de la población y el medioambiente”.

Tampoco han sido transparentes con la inversión que deben realizar para actualizar sus procesos productivos, según consigna Rivera, quien además alega que no se han facilitado todos los informes sobre emisiones que se les exigen. “No sabemos lo que estamos respirando”, enfatiza el alcalde.

De hecho, en este momento ENAP Refinería Bío Bío se enfrenta a un nuevo proceso sancionatorio en relación con esas materias. Sobre la base de denuncias ciudadanas por grandes llamaradas observadas el 3 de junio de 2021, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) fiscalizó en marzo de este año y distinguió dos faltas a la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Específicamente, se verificó que no se efectuó el reemplazo de una de las antorchas y no se han entregado todos los reportes mensuales de monitoreo de emisiones que están obligados a rendir. Lo primero implicó una formulación de cargos por 588 UTA, y lo segundo, por 277 UTA.

Según explica Fernando Cortés, abogado asesor de la Municipalidad de Hualpén, ENAP formuló descargos pero a cambio la SMA le exigió nuevos antecedentes, que debe entregar dentro de los próximos días y que serán cruciales para la reformulación de cargos y la multa asociada.

Por otra parte, las dudas que ha planteado el alcalde Rivera deben ser respondidas por la empresa en función del oficio que el 11 de octubre envió la Cámara Baja al gerente general interino de ENAP, Patricio Farfán, lo que al cierre de esta edición no había ocurrido. 

La falta de respuestas a la comunidad de Hualpén por parte de la estatal, que consultada para este reportaje se abstuvo de responder, también deja en una nebulosa los efectos que sus emisiones tienen sobre la salud de los habitantes. En esta materia están igualmente en una deuda con la comuna las universidades, que envían practicantes a ENAP, pero no se han animado a hacer investigaciones sobre el daño que esta pueda estar generando. 

Sin embargo, los indicios con los que se cuenta son alarmantes. “Dentro de la comuna de Hualpén tenemos tres centros asistenciales de salud primaria y pasa algo bien particular. En el Consultorio La Florencia, donde se atiende la mayor cantidad de gente que vive aledaña a la refinería, tenemos una cantidad de enfermedades respiratorias tremenda y además la tasa de mortalidad más alta en ese sector es por cáncer, que no es lo mismo que ocurre en los otros dos consultorios”, señala el alcalde Rivera.

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