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Negociaciones escalan en tensión y proceso constituyente sigue chocando contra la pared PAÍS Foto: Carolina Reyes Montero, Agencia Uno.

Negociaciones escalan en tensión y proceso constituyente sigue chocando contra la pared

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María Arriagada
Por : María Arriagada Periodista de El Mostrador
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Este miércoles se reúnen de nuevo, a las 14:00 horas, los negociadores para buscar nuevas fórmulas y lograr un acuerdo que les permita hacer funcionar un nuevo órgano constituyente. Este martes, por segundo día consecutivo, se encontraron en la sede del Legislativo en Santiago, y el punto que mantuvo suspendida la capacidad de firmar un acuerdo es la cantidad de representantes electos y de expertos designados por el Congreso y que conformará el órgano redactor. Desde la alianza de Gobierno intentan mantener la mayor cantidad de personas elegidas, y fue el diputado Diego Ibáñez (CS) quien tomó el rol de empujar todo lo posible esta idea, dado que fue el propio Presidente Gabriel Boric quien la propuso el viernes pasado. Otro de los puntos en que no hay acuerdo sería la paridad del órgano. La oposición se resiste a la idea.


Tras las frenéticas reuniones que comenzaron a las 10 de la mañana en la sede del Congreso en Santiago y siguieron hasta pasadas las 23:00 horas –que contaron con la visita de Cristián Warnken, presidente del partido en formación Amarillos por Chile, cerca de las 19:00 horas–, y el llamado del Presidente Gabriel Boric a los partidos políticos para llegar a un acuerdo esta semana, no se logró pactar un entendimiento en torno al órgano constituyente, a casi tres meses del inicio de los encuentros entre oficialismo y oposición.  

Casi a la medianoche, comenzaron a retirarse los presidentes de partidos oficialistas, justo después de que lo hicieran los representantes de Amarillos y Demócratas. El primero en dejar el tercer piso del ex Congreso fue el diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, quien tuvo que abrirse paso entre los periodistas que se apostaban en la entrada buscando una declaración suya, ya que algunos negociadores de Chile Vamos que estuvieron presentes en las conversaciones lo apuntaban como uno de los causantes de que no se hubiera logrado sellar un acuerdo.  

La extensa cita no cambió el guion. De nuevo no arribaron a puerto. Sin embargo, la tensión tras más de trece horas de tratativas era mayor que la de citas previas. Durante la jornada se había llegado a una coincidencia entre los ejes: avanzar a un órgano mixto, lo que quiere decir que el órgano constituyente esté integrado por expertos designados por el Congreso y por personas electas. 

El nudo estuvo en el porcentaje que conformaría dicha instancia. El oficialismo –que ya había sondeado el lunes con la derecha una conformación 70-30– había empezado su apuesta con un 80% de personas electas y 20% de expertos y terminado la jornada con un 75-32. Mientras la oposición, que el viernes pasado presentó una conformación de fuerzas 50-50, se alineaba tras el porcentaje 70-36.  

“Vinimos iguales para la foto de hoy”, se decían en la mañana del martes los senadores Francisco Chahuán (RN) y Álvaro Elizalde (PS). “Estamos en un punto de inflexión esta semana», aseguraban. Sin embargo, desde temprano se escuchaban comentarios como “si no es hoy, será mañana, si no será pasado, pero esperamos que sea durante esta semana». 

Quien fijó el rumbo de las conversaciones fue el diputado PPD y expresidente de la Cámara Baja, Raúl Soto, cuando dijo –en conversación con Radio Duna, pasadas las 7 de la mañana– que “todo indica que caminamos hacia un órgano mixto donde una proporción mayoritaria de personas electas va a estar acompañada por una proporción menor de expertos para en conjunto proceder a la redacción de la nueva Constitución”. 

Respecto al porcentaje del órgano, explicó que aún no estaba “zanjado porque justamente en la definición que esperamos hacer el día de hoy vamos a ver con qué posiciones en términos numéricos llega cada uno de los partidos”, pero indicó un rango: 70% electos y 30% expertos u 80-20. Además, puntualizó que todavía estaba en discusión la fórmula de elección o designación de esos expertos. Al llegar al ex Congreso, dijo que se necesitaba que “la proporción de personas electas sea considerablemente mayor a la de expertos y expertas”. 

De acuerdo a lo que describían desde Chile Vamos, en un momento de la jornada estuvieron dispuestos a abrirse a la posibilidad de avanzar en la propuesta que la izquierda había sondeado el día uno: 70 electos y 30 expertos. Sin embargo, se enteraron por la prensa de la propuesta del diputado de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, que proponía una distribución de 70-36. Según explicaban cercanos a los negociadores de la oposición, no podían aparecer aceptando algo peor a lo ofrecido por la DC. “Esas propuestas te fijan un piso”, planteaban.

Agregaron que las señales eran clave, dado que más adelante los timoneles de partido debían negociar con las bancadas en el momento en que se vote el acuerdo al que lleguen.

El oficialismo, que había empezado el día con un 80-20, terminó proponiendo un 75-32. Les acomodaba –precisaban– porque la proporción de electos versus expertos era mayor en este mecanismo que en el propuesto por el diputado DC.

La propuesta de Chahuán que enredó las conversaciones 

Desde Chile Vamos, según informaron los negociadores, le pidieron a Álvaro Elizalde (PS), presidente del Senado, que a las 13:30 horas se retomaran las reuniones hasta “total despacho” –se encontraban en receso–. Pedían que ningún bloque se fuera hasta lograr acuerdo. Esto no se confirmó ni se descartó desde la izquierda, quienes a la vuelta del receso aseguraron que estaban los ánimos para “avanzar lo más posible”.  

Algunos que estuvieron esta jornada en las tratativas señalaron que hubo un episodio que tensionó las conversaciones. De acuerdo a un integrante de la alianza de Gobierno, en una de las mesas conformadas durante el día, en este caso entre el senador Francisco Chahuán (RN) y los diputados Jorge Insunza (PPD) y Diego Ibáñez (CS), el senador Chahuán habría propuesto de manera informal la posibilidad de hacer un plebiscito de entrada para consultar a la ciudadanía por el mecanismo para elaborar una nueva Constitución. 

Desde el oficialismo detallan que se conversó esta idea hasta llegar a la decisión de apoyarla, “porque permitía velar por un órgano 100% electo”, explicaban en reserva. Sin embargo –según las mismas fuentes–, Chahuán habría apartado de la mesa la alternativa por no tener apoyo en su sector, situación que crispó los nervios en la izquierda.  

Cuando Chahuán fue consultado por esta alternativa, al fin de la serie de negociaciones, afirmó que “no hay piso en los partidos de Chile Vamos, tampoco en Demócratas ni en Amarillos, para que hubiese un plebiscito de entrada (…). No hay que buscar argumentos para no haber llegado a acuerdos el día de hoy”, sostuvo.

La mano dura de Diego Ibáñez

“Ofuscado”, era la palabra con que la oposición describía al diputado y cabeza de Convergencia Social –la colectividad de la que es parte el Presidente Boric–, Diego Ibáñez, cuando bajó las escaleras del sector del Senado en el ex Congreso, donde estaban reunidos.  

En un principio evitó dar respuestas a la prensa, pero tras la insistencia, mientras lo seguían por Morandé, explicó que el resultado negativo de las negociaciones se trataba de una “falta de voluntad de la derecha de poder abrirse a mayores escaños democráticos”.  

Aseguró que se había empujado un órgano 100% electo, pero que “la derecha nos ha hecho una proposición de mixta y nosotros estamos evaluándolo con nuestros partidos, con nuestros compañeros y compañeras. Creemos e insistimos en que aquí tiene que haber la mayor capacidad de escaños elegidos democráticamente”.

Y es que distintos dirigentes de la derecha lo señalaban como uno de los que puso topes en las conversaciones, ya que describían que el diputado planteó que, para avanzar en una fórmula mixta, debía consultarlo con sus bases y que por eso no estaba disponible para despachar un acuerdo este martes. 

El senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, señaló al salir que lamentaba que “una postura que tenía amplio consenso en la mesa, que era llegar a un acuerdo mixto, por una diferencia bastante marginal y fundado en la inflexibilidad particularmente del partido del Presidente de la República, no se haya concretado”.  

En tanto, el diputado y jefe de la bancada Evópoli, Francisco Undurraga, describía que “a la pregunta sobre si había factibilidad de las fuerzas que representan al actual Gobierno de llegar a un acuerdo hoy, el diputado Diego Ibáñez dijo que `ninguna posibilidad´». 

Lo anterior, porque su colectividad (CS) fue una de las más intransigentes en torno a un órgano 100% elegido durante lunes y martes. La primera señal fue una publicación desde el Twitter de Convergencia Social, en donde se compartía una fotografía con María José Hoffmann, Javier Macaya, Francisco Chahuán, Diego Schalper e Iván Moreira, con la frase “la democracia se construye con elección, no con designación”, y la descripción de la publicación decía: “¡No dejemos que queden en manos de los mismos de siempre!”. Mensaje que fue mal recibido en la derecha.  

Consultado Ibáñez, aseguró que “hay justamente, como señala el tuit, quienes quieren designar a dedo a los que redacten la nueva Constitución”. 

La segunda señal fue otro tuit en la página web de Convergencia Social este martes a las 15 horas y que decía “¡Redactores y expertos de la nueva Constitución deben ser elegidos por votación popular! Cuidemos nuestra democracia y el principio de elegir el camino que Chile necesita”.  

Mientras que, en la mañana del martes, el senador y presidente de Revolución Democrática dijo que “ni la derecha ni nosotros tenemos la posibilidad de habilitar un nuevo proceso constituyente aprobado por 4/7 en el Congreso, por tanto, un acuerdo implica ponernos en un escenario híbrido entre lo que ellos plantean y lo que nosotros planteamos”, el diputado Ibáñez recalcó que lucharían “incansablemente por que no sean designados y sean electos”. 

El discurso de la cabeza de Convergencia Social iba en línea con lo que planteó el Presidente Gabriel Boric a su alianza de Gobierno el viernes pasado como línea roja: un órgano 100% electo. A esto se sumaron los dichos del Mandatario el sábado, cuando señaló que para su sector era “importante que este proceso tenga legitimidad ciudadana y eso requiere que los constituyentes sean electos”.

Además, este martes Boric enfatizó que era importante que los partidos políticos llegaran “esta semana” a un acuerdo respecto al proceso constituyente, para tener “una nueva Carta Fundamental que otorgue estabilidad y un nuevo pacto social a nuestro país, y que sea legítimo ante los ojos de la ciudadanía”. 

Ibáñez no fue el único. Salieron a criticar el camino de las conversaciones tendientes a un órgano mixto diputados del oficialismo como el socialista Juan Santana, la militante de Comunes Claudia Mix, y la comunista Carmen Hertz.

Marco Velarde, el presidente de Comunes, dijo en entrevista con La Tercera que, si se decantaba este mecanismo, se debía validar vía consejo general del partido si concurrían o no a la firma del acuerdo. Sin embargo, contextualizó que creía que, como Apruebo Dignidad (Frente Amplio, Partido Comunista y Federación Regionalista Verde Social), debían llegar a acuerdo, pues existía “la obligación de tener una nueva Constitución”.  

Paridad: otro de los enredos 

“Tras el desarme de los nudos fundamentales vienen los detalles”, puntualizaba uno de los negociadores del oficialismo en los pasillos del ex Congreso. Se refería a que, si se logra acuerdo en torno a la composición del órgano y el rol que tendrán los expertos, quedan otros temas que también se deben cortar. 

Uno de ellos –aseguran fuentes de ambos lados– ya está relativamente cerrado: escaños indígenas en la conformación del órgano constituyente. Se ha propuesto que sean en proporción a la cantidad de personas pertenecientes a pueblos originarios que voten en las elecciones de representantes.  

Uno en que se ve más desacuerdo es el de la paridad. Desde el oficialismo se ha planteado consagrar este principio tanto en la conformación de listas –que sean, por ejemplo, con igual cantidad de mujeres que de hombres, y ordenados de forma intercalada–, y que además se aplique en la conformación del órgano. Parte de la oposición no está de acuerdo con el segundo punto.   

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