El diputado UDI que participó en las negociaciones que derivaron en un acuerdo para iniciar un proceso constituyente, explica que la cabeza del gremialismo, Javier Macaya, jugó un rol clave al afirmar —el mismo día que triunfó el Rechazo— que su colectividad trabajaría por una nueva constitución. Señala que el Presidente Gabriel Boric se juega “parte importante del liderazgo» al evitar que caiga el respaldo de su coalición al pacto. «A través del presidente de su partido —Diego Ibáñez de Convergencia Social— firmaron un acuerdo, adquirieron un compromiso y tienen que cumplirlo. Espero que estén todos los votos. Está la palabra del Presidente empeñada».
Pasaron casi 100 días desde el plebiscito en que se rechazó la propuesta de nueva Constitución, en el plebiscito del 4 de septiembre con 61,9% de los votos, para que los partidos políticos firmaran un pacto en conjunto que necesita el apoyo de 4/7 en la Cámara de Diputados y el Senado para votar una reforma constitucional que dé inicio a un nuevo órgano constituyente.
El diputado UDI Juan Antonio Coloma asegura sobre el acuerdo alcanzado —que está compuesto por 50 personas electas que redactarán la propuesta y 24 expertos designados por el Congreso que elaborarán un anteproyecto no vinculante y podrán incidir en el final del proceso— que «en la práctica tenemos un órgano mixto».
Sobre un pacto electoral de Chile Vamos para las elecciones de los integrantes del órgano asegura que Republicanos está invitado. Sin embargo, recuerda que la colectividad fundada por José Antonio Kast era parte de la franja que prometió rechazar por «una buena y nueva Constitución» y se restaron al día siguiente.
-¿El acuerdo deja satisfecho a su electorado? Dicen que es una posibilidad que parte pueda migrar a Republicanos que tuvo una postura fuerte en contra de abrir un nuevo proceso constituyente.
-Cada día que pasa y la gente se da cuenta de que este es un proceso más corto, más barato, que busca los acuerdos, que es mixto y no hay hoja en blanco, muchos de los que inicialmente lo criticaron a medida que lo van leyendo se dan cuenta de que es bueno para la institucionalidad.
-Hay quienes aseguran que la conversación entre Javier Macaya y el Presidente Gabriel Boric donde exploraron un órgano 100% electo fue una desventaja para Chile Vamos en las negociaciones cuando algunos dirigentes oficialistas ya estaban mostrando señales de abrirse a una mixta…
-En la práctica tenemos un órgano mixto. Cuando decimos que los expertos —designados por el Congreso— generan un anteproyecto sobre el cual van a trabajar los electos, y al final del trabajo de redacción de los electos, los expertos pueden hacer observaciones, y del fruto de esas observaciones se produce una comisión mixta, lo que hay es un proceso mixto que va a obligar tanto a los expertos como a electos a ponerse de acuerdo.
-Algunos consideraron que el líder UDI “corrió con colores propios” al proponer avanzar en fórmulas que no había sondeado con su sector…
-Lo que hizo Javier Macaya fue asumir un liderazgo. Esto requiere muchas veces explorar distintas fórmulas. Durante el transcurso de tres meses las personas hacían propuestas que conversábamos al interior de la coalición y así es como llegamos a un acuerdo.
-¿Qué rol crees que tuvo la conversación de Macaya con el Presidente Gabriel Boric?
-La reunión de Boric y Javier fue importante, pero tan importante como esa hubo otras donde se fue gestando la posibilidad de alcanzar este acuerdo. No cabe duda que Javier Macaya jugó un rol fundamental ya que fue claro el mismo día del triunfo del rechazo acerca de que trabajaríamos por una nueva Constitución. Señaló que íbamos a cumplir la palabra.
El compromiso en la campaña fue de todos los que estábamos en el Rechazo. Hay algunos que cumplimos nuestro compromiso y otros que no. En la franja electoral del Rechazo estaba representada la derecha, la extrema derecha, la centroderecha, sectores de centro. Y algunos al día siguiente quisieron borrar con el codo los compromisos adquiridos.
-¿Los Republicanos?
-Eran parte de la franja donde nos comprometíamos a tener una buena y nueva Constitución. Y al día siguiente se restan. Entiendo que hay veces que quizás la popularidad transitoria lleva a eso, pero en política es esencial cumplir la palabra.
-Guillermo Ramírez dijo que para ser Presidente de la República se debe “tener visión” y que el partido Republicano está siendo «cortoplacista».
-Creo que cuando se retiraron el día uno de las conversaciones cometieron un error. Cuando uno está en política no puede restarse de las conversaciones. Lo que estamos estableciendo son las bases del Chile que viene. Cada partido decidirá si quiere mantenerse en el extremo, o son capaces de ir a buscar el acuerdo. La única forma de convencer a otro es estar en las mesas, no retirándose. Creo que efectivamente es una mirada cortoplacista la de Republicanos.
-¿Por qué la UDI insistió en llevar adelante el proceso cuando no parece ser una prioridad para los ciudadanos?
-Para nosotros la seguridad ciudadana y enfrentar la migración son temas vitales en los cuales el Gobierno se ha hecho el desentendido. Pero lo urgente debe caminar con la mano con lo importante. Lo importante era poder cerrar el ciclo constituyente, darnos una buena y nueva Constitución donde nos sintamos representados, que no cometa los errores de la pasada Convención Constituyente.
-Flavia Torrealva, presidenta de una colectividad de la alianza de gobierno, FRVES, dijo que para que el acuerdo político se mantenga, la derecha debe mostrar voluntad para sacar adelante la reforma tributaria y la de pensiones… ¿Qué opinas de sus palabras?
-Ella firmó el acuerdo. Lo que hay que hacer es un llamado a ser capaz de mantener la palabra empeñada y la firma en un documento. Estamos disponibles para avanzar en ambos temas, pero hay que modificarlos. Esto fue parte de la propuesta que se rechazó y que quizás algunos esperan revivir en proyectos de ley.
Tras ser consultado sobre si creía que Jaime Guzmán habría firmado este acuerdo, José Antonio Kast, excandidato presidencial y fundador del Partido Republicano, respondió que creía que no. Aseguró que Guzmán «fue muy claro en lo que era la persona sobre el Estado. Muy claro en lo que era el principio de la subsidiariedad. Esos temas ya el mismo Chile Vamos ha ido descartando, el principio de subsidiariedad para entrar en un Estado social de derechos».
-¿La UDI sigue defendiendo el principio de subsidiariedad?
-No hay nada peor que hablar a nombre de qué habría hecho una persona que no está viva, que además en este caso fue asesinada. Intentar decir, `yo soy el que lo representa´, no corresponde respecto de alguien que fue fundador de un partido, una colectividad a la que el mismo Kast renunció.
En las doce bases se habla de un Estado social y democrático de derechos, pero la frase sigue. Habla de la responsabilidad fiscal y se garantiza a la sociedad civil de poder participar en el desarrollo de un país.
-¿Qué significa Jaime Guzmán para la generación post coroneles en la UDI?
-Un referente, un líder, alguien que fue asesinado por la extrema izquierda por defender las ideas en las que creemos. Si algo aprendimos de él es que siempre hay que poner a Chile por delante, eso significa llegar a acuerdos, los que si uno no está dispuesto a conversar cuesta mucho poder alcanzar.
-¿Me puedes describir el momento que consideras como más álgido de las negociaciones?
-Generalmente en todas las conversaciones los días previos al acuerdo son los más difíciles. La tensión en la semana previa era una señal que se venía el acuerdo, pero de que había que hacer concesiones. El martes estábamos hablando de lo mixto, y el Presidente Boric dijo que entendían que para la oposición era importante una convención mixta y que era preferible un acuerdo imperfecto que no tener acuerdo. En horas su coalición cambió de parecer. Esas reuniones fueron duras. Les preguntábamos por qué le quitaban el piso a su presidente. Quizás esa conversa dura fue lo que facilitó que flexibilizaran sus posturas para alcanzar un acuerdo el lunes.
-¿Qué piensas de que hay partidos que, aunque firmaron el acuerdo han dado señales de que buscarán hacer cambios a través de indicaciones?
-El Presidente Boric se juega parte importante del liderazgo de su coalición al evitar un intento de desmembrar un acuerdo que nosotros no vamos a permitir. Es él quien a través del presidente de su partido —Diego Ibáñez de Convergencia Social— firmaron un acuerdo, adquirieron un compromiso y tienen que cumplirlo. Espero que estén todos los votos. Está la palabra del Presidente empeñada.
-Desde la izquierda aseguran que bases, más un comité de admisibilidad, más una comisión mixta de expertos y electos para resolver controversias en el final del proceso, es un tutelaje excesivo que no va a permitir que esta convención pueda dar discusiones de fondo. ¿Qué piensas sobre esta visión?
-Permite tener un diálogo de nueva Constitución, pero bajo un sistema que permite darle estabilidad al país y evitar procesos refundacionales. Se van a poder discutir temas como, por ejemplo, la regionalización, sí. ¿Se va a poder refundar Chile? Evidentemente que no, y eso es lo que quisimos resguardar.
-¿Con quién debería estar Chile Vamos en el acuerdo electoral para llevar a elección a los redactores del órgano?
-Tenemos que avanzar a un acuerdo entre todos los que estuvimos en la campaña del Rechazo, ya que estuvimos en la defensa de los mismos principios fundamentales para Chile. En esta campaña hubo una reconfiguración de las fuerzas políticas.
-¿Con Republicanos?
-Republicanos deberá decidir si quiere ser parte de la unidad o del extremo. Esperaría que en el entendido de que nos estamos jugando la Constitución para los próximos 30 o 50 años, no haya personas que quieran ir en la libre, sino que seamos capaces de buscar lo que nos une. Quien pretenda salvarse solo está cometiendo un grave error pensando en los próximos 50 años de Chile.