La emergente alianza entre senadores DC y los parlamentarios independientes Fabiola Campillai y Karim Bianchi, se ha interpretado en el Senado como una estrategia ideada por la senadora Provoste para vetar a los exfalangistas Ximena Rincón y Matías Walker de comisiones clave en la Cámara Alta. Con esto, los fundadores del partido en formación «Demócratas», estarían forzados a pactar con la derecha para evitar quedar en el limbo en el Congreso Nacional, una jugada que podría perjudicar su intención de conformar un nuevo referente de centro.
Un nuevo comité, con un nombre aún por definir y un trámite administrativo pendiente, es el resultado del pacto que se hizo público hace unos días, gestado por la senadora Yasna Provoste (DC), y que implica el nacimiento de una bancada mixta con la participación de los senadores independientes Fabiola Campillai y Karim Bianchi.
Para unos, se trataría en principio de una estrategia falangista para sortear el escenario de crisis que atraviesa su partido, propiciando nuevas alianzas para mantenerse como comité.
Mientras que, para otros, la lógica de «reordenamiento» en las comisiones que integrarían los senadores democratacristianos a partir de marzo de 2023, más la crisis interna que vive la colectividad y la fuga de militantes, hacen emerger la hipótesis, tanto en la Cámara de Diputadas y Diputados como en el Senado, de un posible plan –ideado por la senadora Provoste y su entorno– para «castigar» a los senadores ex DC, Matías Walker y Ximena Rincón, quienes podrían perder sus respectivos cupos en comisiones clave en la Cámara Alta, viéndose obligados a negociar con la derecha, lo que podría repercutir negativamente en su partido en formación («Demócratas»), el que se plantea como un proyecto posicionado en el centro político.
Al respecto, desde el naciente comité mixto aseguraron que el factor gatillante de esta reestructuración fue la renuncia a la Democracia Cristiana, en octubre pasado, de la senadora Rincón y el senador Walker, quienes se habrían acercado en primera instancia a Fabiola Campillai y Karim Bianchi para ofrecer una posible asociación, recibiendo una respuesta negativa. Posterior a ello, los senadores Campillai y Bianchi decidieron acceder a una propuesta de Provoste que pudo haber incluido la posible cesión de cupos en comisiones, en desmedro de los fundadores de «Demócratas».
Según se advierte en la Cámara Alta, este nuevo pacto podría provocar que el senador Walker pierda su cupo en la Comisión de Trabajo (en 2023), y lo propio con la senadora Rincón en la Comisión de Hacienda (contemplado para 2024 y 2025). Precisamente, la parlamentaria se refirió a este tipo de especulaciones, advirtiendo que no sabía que el acuerdo acerca de las comisiones y sus integrantes, pactado a comienzos de este año, fuese algo que estuviera ahora puesto en cuestión. Desde la falange, por el contrario, asumen que su renuncia al partido les obliga a reordenar el comité y buscar nuevas alianzas.
En tal sentido, la senadora por la Región del Maule dijo que «el acuerdo se tomó con nombres y apellidos en las comisiones. No sabía que alguien lo estuviera cuestionando. De hecho, lo negocié yo como jefa de bancada y di la pelea para que la senadora Provoste tuviera las presidencias e integrase lo que quería, y lo mismo el senador Huenchumilla. Por lo que no entiendo esa lógica», afirmó.
Respondiendo al planteamiento de la senadora Rincón, uno de los impulsores de este nuevo comité planteó que «se debe tener en cuenta que el senador Walker, por ejemplo, es el presidente de la Comisión de Constitución, que ha accedido a eso en virtud de pertenecer a la DC, y eso nosotros lo hemos respetado. De tal manera que no es nada personal, es una decisión política, el senador Walker sigue presidiendo esa instancia, pero en marzo vamos a tener que replantear los acuerdos que se firmaron entre todos los senadores y ver qué va a pasar».
En tanto, sobre el emergente acercamiento de los senadores Bianchi y Campillai a un sector de la DC que se autoproclama con un perfil de «centroizquierda», el parlamentario independiente por la Región de Magallanes reconoció que se trata de una decisión basada en la conveniencia mutua, al tiempo que admitió que solo hay un trámite administrativo pendiente, para darle un nuevo nombre al naciente comité, con el objetivo de no perder espacio político en la negociación. «Debido a que yo no tengo comisiones porque me excluyeron de todo al llegar independiente, de quedarme como comité, solo debía recibir a Walker y Rincón o, lo contrario, hacer una alianza para que ellos no pierdan número y yo pueda tener comisiones decentes. Pero no me une nada ideológico, es conveniencia mutua», reconoció Bianchi.
Dicho esto, la estrategia impulsada por Yasna Provoste tendría, ciertamente, un doble efecto. Por un lado, crear un vínculo con figuras políticas emergentes, sin domicilio político, como Campillai y Bianchi, sumando nombres para integrar las diferentes comisiones que conforman la Corporación. Por el otro, y aunque desde el entorno de Provoste no lo reconozcan abiertamente, se advierte un plan de revancha que deja en el limbo a Walker y Rincón, con quienes hasta hace muy poco, y hasta su renuncia, competía por la conducción de una aletargada Democracia Cristiana.