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Tras los fracasos en los nombramientos de José Morales y Marta Herrera, el Gobierno del Presidente Boric propuso al abogado Ángel Valencia para ser ratificado por el Senado como Fiscal Nacional. Valencia tiene una larga carrera profesional, una buena de ella desarrollada en el ejercicio libre de la profesión y en donde, además, destacan cátedras en distintas universidades. A través de sus actividades, ha tejido una red de relaciones ecuménicas a todo el largo y ancho del espectro político. Valencia, por ejemplo, fue abogado de la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, cuando en la década del 2000 se vio envuelta en el escándalo de corrupción conocido como Publicam; es conocido en la plaza como el abogado de Miguel Piñera, hermano del ex Presidente Sebastián Piñera; es literalmente compadre del presidente del Senado, el PS Álvaro Elizalde, y fue hace unos años asesor externo de los senadores de Renovación Nacional, en cuyo contrato el exsenador Alberto Espina actuó en representación de la bancada. También ha actuado como representante de condenados por delitos sexuales contra la mujer.
El Gobierno del Presidente Gabriel Boric comenzó el año seleccionando a su tercer candidato para Fiscal Nacional, tras los fracasos de José Morales primero y Marta Herrera después, luego de que ambos nombres fueran rechazados por el Senado. En esta ocasión, el nombre elegido fue el del abogado Ángel Valencia, el candidato del piñerismo y de una buena parte del Socialismo Democrático.
A través de un comunicado, el Gobierno indicó que «el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos informa que S.E., el Presidente Gabriel Boric Font, ha decidido nominar al señor Ángel Valencia Vásquez, para el cargo de Fiscal Nacional».
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Valencia estaba inicialmente en la primera quina que elaboró la Corte Suprema, la que data del lunes 7 de noviembre. De hecho, fue uno de los que más votos obtuvo en aquella ocasión, junto con Morales, quien fue finalmente elegido por el Mandatario y rechazado por el Senado. Valencia siguió, pero los diversos hechos polémicos que ha protagonizado, como la defensa del exjuez del caso Caval, Luis Barría –hoy formalizado por abuso sexual– y otro caso en donde asumió también la defensa de un violador de menores, todas en el ámbito privado, hicieron que en la segunda ocasión su nombre no fuera elegido (fue elegida Marta Herrera). Tales hechos generaron reacciones en el Senado, como la del senador PS Juan Luis Castro, quien dijo que «hay delitos que constituyen una línea roja que no debiéramos traspasar».
Valencia, por otro lado, también tiene mucho respaldo en el Senado y, en particular, en la Comisión de Constitución de la Cámara Alta. En dicha instancia, sus miembros tendrán que elaborar un informe –no vinculante– en donde recomiendan a la Sala ratificarlo o rechazarlo. Cabe destacar que los cinco integrantes de dicha comisión –Alfonso De Urresti (PS), Pedro Araya (IND), Matías Walker (Demócrata), Rodrigo Galilea (RN) y Luz Ebensperger (UDI)– han manifestado su apoyo a Valencia, por lo que se presume que de esta instancia saldrá con informe favorable a la Sala.
En esta ocasión, y al filo del vencimiento del plazo, el Mandatario eligió a Valencia como carta para Fiscal Nacional, buscando que este sí sea el nombre que resulte ratificado por el Senado para el Ministerio Público, que ya lleva tres meses sin cabeza tras la salida del cuestionado Jorge Abbott.
Para que la nominación de Valencia prospere, debe ser respaldada en Sala con un quórum de 2/3 del Senado, lo que corresponde a 33 votos. De alcanzar dicho quórum, será el nuevo Fiscal Nacional.
A través de sus actividades profesionales, Valencia ha tejido una red de relaciones ecuménicas a todo el largo y ancho del espectro político. En este campo, Valencia fue abogado (firmó patrocinio y poder) de la ministra del Interior, Carolina Tohá, cuando esta en la década del 2000 se vio envuelta en el escándalo de corrupción conocido como caso Publicam. El nominado por el Presidente Boric es conocido como el abogado de Miguel Piñera, hermano del ex Presidente Sebastián Piñera; es literalmente compadre del presidente del Senado, el PS Álvaro Elizalde, y fue hace unos años asesor externo de los senadores de Renovación Nacional, en cuyo contrato el exsenador Alberto Espina actuó en representación de la bancada.
Fue la carta más sorpresiva de la primera quina elaborada por la Corte Suprema. Obtuvo 17 votos en dicha instancia, lo que le permitió estar en la quina hasta el día de hoy.
Valencia es abogado penalista de la Universidad de Chile. Posee un Máster en Litigio Oral de la California Western School of Law. Durante los años 2000-2002 ejerció en la Unidad Coordinadora de la Reforma Procesal Penal en el Ministerio de Justicia como subcoordinador, tras lo cual llegó al Ministerio Público como abogado asesor en la Fiscalía Regional de Aysén y posteriormente como fiscal adjunto en Valparaíso y Santiago.
Ha sido parte de la defensa de casos como el de Rafel Garay y del ex general director (r) de Carabineros Bruno Villalobos, quien fuera acusado por malversación de fondos al interior de la institución. Hoy ejerce como abogado litigante en Amenábar & Valencia Abogados. Además, es profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián.
