Los indultos fueron la gota que rebalsó el vaso, pero la situación de la ministra Ríos ya venía cuestionada desde el primer candidato para Fiscal Nacional que fue rechazado por el Senado, el de José Morales. Si bien la Cámara Alta puede rechazar un nombre propuesto por el Mandatario, esta situación no había ocurrido nunca antes, por lo que significó un mazazo para el Presidente Boric, la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte y la misma Ríos. La situación se acrecentó tras el segundo fracaso, el de Marta Herrera. En su reemplazo, asumirá el destacado abogado y profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Chile, Luis Cordero Vega. A la salida de Ríos se suma la del abogado de Convergencia Social y jefe de gabinete del Presidente Boric, Matías Meza-Lopehandía, uno de los hombres más cercanos al Mandatario en el Palacio de La Moneda. De momento, aún no se anuncia el nombre de su sucesor [ACTUALIZADA].
Los turbulentos días de la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos, llegaron a su fin. Esto, porque luego de una semana en donde todos los dardos apuntaron a ella por el tema de los indultos presidenciales, este sábado puso su cargo a disposición del Presidente Gabriel Boric, quien le concedió su salida del cargo en el Palacio de La Moneda.
Tras la noticia, el Mandatario sostuvo que «debido a que hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos y considerando además la necesidad de fortalecer la gestión política del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, he decidido aceptar la renuncia de Marcela Ríos Tobar a dicha cartera».
«Cuando en política suceden situaciones de estas características, debemos asumir las responsabilidades. En su reemplazo he decidido nombrar al destacado abogado don Luis Cordero Vega, quién asumirá sus funciones en los próximos días, ya que se encuentra temporalmente fuera del país», complementó.
Asimismo, apuntó que «como Gobierno tenemos una responsabilidad que es de todos los días, tomar decisiones complejas que en su conjunto van construyendo nuestro país y el lugar donde queremos vivir y la sociedad que queremos formar. Todos quienes tienen una función de alta responsabilidad en mi Gobierno saben que cuando se cometen errores de esta naturaleza hay que asumir las responsabilidades políticas, como se está haciendo en este caso».
Durante la tarde del pasado viernes, el jefe de Estado y la ministra del Interior, Carolina Tohá estuvieron reunidos afinando la salida de Ríos, quien durante la jornada se juntó en el Palacio de La Moneda con el tercer candidato para Fiscal Nacional del Gobierno, el abogado -y cuestionado- Ángel Valencia. A la salida de la instancia, la secretaria de Estado no quiso dar declaraciones.
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Los indultos fueron la gota que rebalsó el vaso, pero la situación de la ministra Ríos ya venía cuestionada desde el primer candidato para Fiscal Nacional que fue rechazado por el Senado, el de José Morales. Si bien la Cámara Alta puede rechazar un nombre propuesto por el Mandatario, esta situación no había ocurrido nunca antes, por lo que significó un mazazo para Boric, la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte y la misma Ríos. La situación se acrecentó tras el segundo fracaso, el de Marta Herrera.
Por eso, y para evitar un tercer fracaso, Boric; con su equipo más cercano, y Ríos, se decantaron por Valencia, a pesar de que en su carrera profesional, asumió la defensa del exjuez del caso Caval, Luis Barría –hoy formalizado por abuso sexual– y asumió también la defensa de un violador de menores. Pero, por otro lado, era el nombre que más acuerdo generaba en los senadores, tanto de oficialismo como de oposición, por lo que un tercer fracaso se veía menos probable. “El país necesita que la tercera sea la vencida” decía Ríos, en aras de que la ratificación de Valencia significara un respaldo a su gestión.
La desprolijidad en el tema de los indultos presidenciales -con un anuncio oficial que contenía errores en los nombres- la puso en la cornisa, con críticas de parlamentarios y acusaciones constitucionales anunciadas por la oposición. Ni siquiera la gestión entre Ejecutivo y oposición, para ofrecer a Valencia como Fiscal Nacional como «moneda de cambio» para el retiro de estos líbelos acusatorios fue suficiente para aligerar la carga de críticas en contra de Ríos. En esta materia, también se vio debilitada porque antes de que el Presidente Boric nombrara a Valencia, Ríos apuntó su favoritismo a Juan Agustín Meléndez, el actual Fiscal Nacional subrogante. Pero esta semana no tuvo piso político para defender su opción. Tampoco tuvo este peso cuando el Presidente Boric telefoneó a la Corte Suprema para pedir un nuevo concurso para elaborar una quina desde cero.
Retomando las criticas de la oposición, éstas ya venían desde antes y que tenían un cierto grado de resentimiento, debido a las palabras de Ríos el 1 julio pasado, cuando dijo que “el clima en el Senado ha estado muy marcado por las decisiones de la Convención” y aseguró que “en algunos casos el comportamiento hacia los ministros (de Gobierno) ha sido extremadamente descortés”. También les molestaba que no era abogada sino politóloga, y que la tradición en dicho ministerio era que la cabeza de éste sea abogado.
A la salida de Marcela Ríos se suma la del abogado de Convergencia Social y jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric, Matías Meza-Lopehandía, uno de los hombres más cercanos al Mandatario en el Palacio de La Moneda. De momento, aún no se anuncia el nombre de su sucesor.
A través de un comunicado, el Gobierno sostuvo que «del mismo modo, S.E. el Presidente de la República ha aceptado la renuncia de Matías Meza-Lopehandía en el cargo de Jefe de Gabinete».
El abogado de la Universidad Católica y experto en DD.HH. y movimientos indígenas asumió el cargo en marzo del 2022, junto con la llegada del Gobierno, y alcanzó a desempeñar sus funciones por cerca de 10 meses.
Su nombre comenzó a tomar protagonismo por los indultos concedidos por el Mandatario y, según la Tercera, existe una versión de que el error en la nómina de los indultados habría sido su responsabilidad, pues tuvo un rol activo en el proceso y abogó por la realización de los mismos.
Tras la confirmación de la renuncia de la ahora exministra Ríos, el Presidente Gabriel Boric confirmó que el que la reemplazará será el destacado abogado Luis Cordero Vega, quien es marido de la actual embajadora de Chile en Alemania, Magdalena Atria.
Cordero Vega es licenciado en Ciencias Jurídicas de la Universidad de la República, magister en Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios (Universidad de Chile) y doctor en Derecho de la Universidad de Lleida, España.
A esto se suma que es profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Chile y un destacado investigador sénior del Centro de Regulación y Competencia de la Facultad de Derecho de la antes mencionada casa de estudios. Según un comunicado emitido desde Presidencia, Cordero «se desempeñaba como socio de la oficina de abogados Ferrada Nehme, donde dirigía el área de Derecho Público y Gobierno».
Cordero Vega fue coordinador de la Reforma a la Institucionalidad Ambiental, ley 20.417 que creó el Ministerio de Medio Ambiente y los servicios de evaluación ambiental, como el SEA y la Superintendencia de Medio Ambiente.
En 2011, fue miembro de la Comisión Desormeaux, grupo encargado de la reforma a la supervisión financiera del Ministerio de Hacienda. Asimismo, se suma su participación como presidente del grupo de expertos para la reforma institucional en mercado de valores.