«La delincuencia es de verdad, los problemas de la policía son de verdad, y nosotros no estamos jugando, a no ser que el Presidente crea que Chile es KidZania, donde se juega a ser ministros y a conducir el país», dice en esta entrevista el senador Iván Flores, quien critica con vehemencia al Mandatario y su llamado al Senado a aprobar la candidatura de Ángel Valencia, su polémica tercera carta a Fiscal Nacional. Para el parlamentario, el proceso de esta nominación fue sorpresivo y causó molestia en el oficialismo, el cual se habría fraguado –según supone– por un acuerdo con la derecha dura, debilitando la figura de las ministras Ríos y Uriarte, y dejando al Gobierno en una situación muy compleja.
Este lunes 9 de septiembre, hasta el Senado arribará el candidato a Fiscal Nacional, Ángel Valencia, para comparecer frente a la Cámara Alta, en medio de un ambiente enrarecido, con un Gobierno sin margen de error, que intentará sumar los apoyos necesarios para evitar una tercera derrota consecutiva, después de los fracasos en las candidaturas de José Morales y Marta Herrera. Pero el nombre de Valencia como la carta del Ejecutivo para liderar el Ministerio Público causó sorpresa y desazón en una parte de los senadores y senadoras oficialistas, a causa de sus nexos con el mundo político y su polémico historial de clientes, que incluye imputados y condenados por delitos sexuales contra la mujer. Pero, incluso, en un sector de la derecha han existido reparos al proceso de su nominación, lo que acrecienta el ánimo de incertidumbre en torno a la elección del abogado.
En ese contexto, han surgido voces críticas respecto a la forma en que finalmente se nominó a Valencia por sobre el Fiscal Nacional (s), Juan Agustín Meléndez, quien era hasta este miércoles la carta favorita en el Senado, dejando de esta manera sin piso a las ministras de Justicia, Marcela Ríos, y de Segpres, Ana Lya Uriarte. Uno de los parlamentarios que ha sido crítico con este nombramiento, es el senador Iván Flores (DC), quien aseguró que el anuncio del Gobierno no se recibió con aplausos en la Cámara Alta, y advirtió que sería «grave y penoso» que todo esto se justificara por una eventual negociación del Ejecutivo con parlamentarios de Chile Vamos, para evitar las acusaciones constitucionales contra los ministros Ríos y Jackson.
Pero el parlamentario por la Región de Los Ríos fue más allá y criticó con dureza al Presidente Gabriel Boric, quien se preguntó «¿a qué están jugando?», en referencia a los senadores y senadoras que han amenazado públicamente con rechazar a su candidato. Al respecto, Flores aseguró que «el Senado no juega y yo espero que el Gobierno no siga jugando tampoco», advirtiendo que «esto no es KidZania, donde se juega a ser ministros o a conducir el país». En ese sentido, cuestionó la labor del segundo piso de La Moneda, ya que –a su juicio– «pareciera que no hay quienes aconsejan al Mandatario respecto de lo que puede y no debe decir un Presidente de la República».
-¿Tiene decidido su voto para la sesión plenaria de este lunes? Considerando las críticas a sus nexos políticos –tanto con la derecha como con políticos oficialistas– y su cuestionado historial de clientes, ¿cree que Ángel Valencia es el candidato adecuado para encabezar la Fiscalía Nacional?
-Yo quiero ser consecuente con lo que pienso, con lo que digo y con lo que hago. Lo hice con el señor Morales, sobre quien no tenía mayores expectativas, producto de lo que había aparecido en la prensa y lo que había leído, y su exposición no me convenció para nada, y voté en contra. Con la señora Herrera, conocía su historial laboral y su exposición, que fue clara y contundente, me convenció y voté a favor. Con el señor Valencia, pese a que tengo algunas aprensiones, por lo que ha estado saliendo en la prensa, por sus vínculos políticos y por lo que a mi manera de ver pueden ser conflictos de intereses, sin embargo, voy a ir a escuchar sin prejuicios, y en base a lo que exponga y a su plan de trabajo, voy a votar, exactamente como lo hice en los dos casos anteriores.
-¿Qué opina respecto del proceso de nominación de Valencia? ¿Es un nombre que causó sorpresa y escozor en senadores y senadoras del oficialismo? ¿Cree que que las ministras Marcela Ríos y Ana Lya Uriarte quedaron sin piso, tras la decisión del Presidente Boric?
-Aquí no hay ninguna suposición, estos son hechos objetivos. En esta oportunidad, las ministras (Ríos y Uriarte) hicieron su trabajo y conversaron, si no con todos, con una mayoría de senadores y senadoras, porque justamente se trataba de recoger la opinión y de poder conversar. Y yo entiendo que, efectivamente, estábamos hablando de cerca de cuarenta votos por Meléndez, lejos por encima de los 2/3. No así Valencia, que concitaba alrededor de veintitantos votos. Todo indicaba que Meléndez era el candidato, y así lo asumíamos desde distintos sectores políticos, por lo que esta determinación fue sumamente sorpresiva para el oficialismo. No lo estoy interpretando, lo vi, conversé con colegas senadores oficialistas de distintos partidos, y estaban todos no solamente sorprendidos, sino que además molestos, por este viraje que hace el Gobierno.
-¿Considera que esta nominación fue una jugada arriesgada para el Gobierno? ¿Cuánto de su capital político y su credibilidad está en juego en la votación de este lunes? ¿Podría esta eventual negociación de La Moneda con Chile Vamos poner en jaque el respaldo de su base de apoyo en Apruebo Dignidad?
-Por cierto que es una jugada riesgosa, pero me imagino que, en un análisis de mediana inteligencia, podrían haber sacado todas las cuentas a favor y en contra de esa decisión. Tal como, supongo, que aquí existió un acuerdo con la derecha dura, por cuanto personeros de la UDI ya han anunciado que planean bajarse de las acusaciones constitucionales, yo me imagino entonces que el Gobierno buscará ahora otras maneras de negociación con uno u otro sector. Pero lo cierto es que solo sé que los senadores tenemos independencia por ser un poder distinto, y aunque existan algunos nexos políticos, nada nos obliga, y el lunes vamos a tomar una decisión.
-¿Cuáles son sus reparos a la forma en que el Presidente Boric ha enfrentado la elección de Fiscal Nacional? ¿Cómo observa también el modo en que el Mandatario ha defendido su decisión de indultar a 12 condenados por violencia durante el estallido social, y a un exfrentista?
-Al final de cuentas, a mí no me importa el nombre del candidato a Fiscal Nacional. Lo que me importa es que el órgano persecutor genere efectivamente el freno y la cortapisa a esta delincuencia desatada. Pero cuando tenemos a un Presidente de la República, que no solamente comete errores de forma, sino que además errores de fondo, como por ejemplo indultar a lo que el dijo era un joven combatiente urbano, que producto del malestar social estuvo envuelto en el estallido y que a su juicio fue preso injustamente, pero que resultó ser un delincuente con 27 causas y 6 condenas.
O en el caso del señor Mateluna, donde probablemente el Gobierno se enfrente al Tribunal Constitucional, porque este señor ya había sido indultado antes, y resulta ser que cuando interpreta el fallo de la Corte Suprema, la Corte Suprema sale a aclararle al Mandatario cuál es su rol como administrador del Estado, y luego la Fiscalía, de una manera contundente, le demuestra que el señor Mateluna había sido sorprendido en flagrancia con armamentos de guerra y con un cuasidelito de homicidio, entre otros fallos a su haber. Entonces aquí no estamos hablando de blancas palomas, y si el Presidente tiene compromisos personales, que indulte y asuma su responsabilidad, pero que no salga a dar explicaciones, que lo que hacen es ensuciar a los otros poderes del Estado.
-«¿A qué están jugando?», se preguntaba el Presidente Boric, haciendo alusión a los parlamentarios y parlamentarias que han estado explicitando sus reparos a la nominación de Ángel Valencia. ¿Considera desafortunadas las palabras del Mandatario? ¿Podría repercutir en una hasta ahora compleja relación entre ambos poderes del Estado?
-Precisamente, el Presidente dijo este jueves en la mañana, a propósito de las dudas a su candidato, que en el Senado estábamos jugando. Entonces yo le recuerdo al Mandatario que no estamos jugando, que la delincuencia es de verdad, los problemas de la policía son de verdad, y nosotros no estamos jugando, a no ser que él crea que Chile es KidZania, donde se juega a ser ministros y a conducir el país. Pero la verdad es que no somos KidZania, estamos muy lejos de eso.