Tras la salida de la ministra de Justicia y el jefe de gabinete del Mandatario, llegaron en la mañana del lunes los presidentes del oficialismo a Palacio. Su objetivo era hacer una evaluación de una semana que describieron como difícil para el Gobierno. La gestión del Ejecutivo en tema indultos causó reparos en la reunión habitual de los lunes entre las cabezas de la alianza oficialista con los ministros del comité político. Y se fueron con una nueva estrategia para recuperar la agenda: lograr impulsar la mesa por la seguridad.
A las 11.30 horas comenzaba el comité ampliado —los ministros del comité político con los presidentes de los partidos de la alianza de Gobierno—. Los dirigentes del Socialismo Democrático iban con reclamos sobre la gestión de La Moneda en tema indultos.
La tensión se acrecentó cuando, pasadas las 10.15 horas, la ministra Vocera, Camila Vallejo (PC), deslizó que el Presidente no tenía el total de los antecedentes al indultar.
La pregunta de la prensa fue: “¿Entendemos que si el Presidente hubiera tenido estos antecedentes no hubiera aprobado los indultos?”. Y la Secretaria de Estado respondió que “efectivamente si el Presidente hubiera tenido todos los elementos a la vista, la situación hubiera sido distinta”.
Horas después de la declaración, la vocera aseguró que “a lo que me refiero es que, si las cosas hubieran ocurrido de una manera distinta, la situación también hubiese sido distinta, hoy no tendríamos una ministra de Justicia y un jefe de gabinete renunciados”.
Sin embargo, según los presidentes de la alianza de Gobierno, la declaración daba pie a nuevos cuestionamientos de parte de la derecha por los 13 indultos que otorgó el Presidente el viernes 30 de diciembre. Abrieron un flanco en La Moneda y tuvieron como consecuencia la salida de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, y del jefe de gabinete del Mandatario, Matías Meza-Lopehandía, por lo que Boric tildó como «desprolijidades» en la ejecución de los indultos.
“Estos indultos están tremendamente viciados. ¿Cómo pudo ejercer una atribución personal el Presidente, si no tenía los antecedentes? ¿Qué habría hecho diferente? Es muy grave lo que ha dicho la ministra Vallejo”, señaló el diputado de Renovación Nacional, Diego Schalper.
Durante la reunión en La Moneda, asistentes aseguran que desde el Socialismo Democrático –Partido Socialista, Partido por la Democracia, Partido Liberal y Partido Radical– se expresó que la explicación de la titular de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo, había sido «débil».
Un presidente de Apruebo Dignidad explica, en reserva, que hoy el Ejecutivo debe asumir que los indultos fueron una decisión, que hubo errores y el Gobierno lo reconoció, pero que se debe dar por superado el tema.
Además, quienes estuvieron presentes apuntan que dirigentes del Socialismo Democrático pusieron sobre la mesa lo problemática que fue la desprolijidad con la que se anunciaron los indultos –en un comienzo se entregó a los medios una lista de diez indultados, para una hora más tarde rectificar y difundir una de trece–.
Desde la centroizquierda se planteó en La Moneda que el momento para presentar los indultos ya era complejo, por ser en medio del avance de un acuerdo por la seguridad transversal, impulsado por la ministra del Interior, instancia de la que salió la mayor parte de Chile Vamos tras el anuncio de indultos. Entonces expresaron que el proceso debía ser del todo minucioso.
Sin embargo, un presidente del Socialismo Democrático admite que salieron de la reunión más conformes y que la respuesta del Gobierno fue suficiente con la salida de su jefe de gabinete. “El Presidente se mutiló el brazo», asegura.
“Ha sido una evaluación que no ha sido fácil para el Gobierno», dijo el senador Juan Ignacio Latorre, también presidente de Revolución Democrática (RD), al salir del comité político ampliado.
“Una crisis que aún no logra cerrarse», es como describía Marco Moreno, académico de la U. Central y PhD en Ciencia Política en la Universiteit Leiden de Holanda, el escenario en el que amanecía este lunes el Presidente de la República Gabriel Boric, a un poco más de dos meses de cumplir un año de mandato. “Marcela Ríos y Matías Meza-Lopehandía son los fusibles de una crisis en curso”, agregó.
“Es un momento bastante difícil para nosotros como Gobierno”, aseguró el lunes la ministra vocera de Gobierno.
“Tenemos el desafío de retomar agenda. Están todas las medidas económicas y sociales, de alguna manera todo el ruido comunicacional hace que se tape algo que es muy relevante para la ciudadanía, que son estas medidas», planteó, por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre.
Las palabras iban en línea con lo conversado en el Salón Democracia, entre los patios de los Naranjos y de los Cañones. Según quienes estuvieron presentes se midió cómo el Gobierno podía retomar la agenda mediática. A partir de esta pregunta, se planteó la interpretación de que, pese a los errores no forzados de La Moneda, la agenda política seguía avanzando. Esto –explicaban–, porque se van a ingresar medidas de apoyo económico que anunció el Presidente durante su gira en Valdivia, y en enero se votaría la reforma de pensiones en el Congreso.
Así, se pidió insistir en los mensajes que muestren la gestión de Gobierno a través de, por ejemplo, dar visibilidad a los ministerios.
Como una de las urgencias inmediatas se planteó lograr que la oposición vuelva a sentarse a la mesa transversal por seguridad que impulsó la ministra Tohá.
“No es solo una agenda legislativa ni tampoco solo una agenda del Ejecutivo. Aquí lo que tiene que haber es un trabajo mancomunado de gestión, presupuesto y leyes de suma urgencia. De modo que espero que Chile Vamos retome este diálogo y no quiera tener una ganancia corta sobre un tema que es el más prioritario del país», aseguró Natalia Piergentili, presidenta del PPD.