El presidente de Comunes, uno de los partidos de Apruebo Dignidad, asegura que, aunque cada coalición puede tener opiniones y respuestas distintas ante la contingencia, “lo importante es que al final del día apoyemos la labor del Presidente, y que las críticas ante la desprolijidad no sirvan para golpear gratuitamente”. Para Velarde es clave que el Gobierno se tome la agenda de seguridad con propiedad, ya que sería una oportunidad para retomar la ofensiva después de la última semana. «Se deben tomar los proyectos que alcanzaron alto consenso en la mesa de seguridad y deben presentarse antes de que el Congreso tenga recesión legislativa de febrero. La derecha no puede actuar con oportunismo en esta ocasión».
-Se dice que el cambio de gabinete está organizado para marzo, pero algunos recomiendan adelantarlo para superar el episodio de los indultos, y que así el efecto electoral después de marzo se note con menos fuerza. ¿Qué opina?
-El cambio de gabinete es una facultad del Presidente, lo que me parece mucho más central es que haya una total coordinación del oficialismo con el Gobierno, desplegar una agenda de seguridad social y ciudadana. Veo en la agenda de seguridad una oportunidad para el Gobierno de retomar la ofensiva después de la última semana. Se deben tomar los proyectos que alcanzaron alto consenso en la mesa de seguridad y deben presentarse antes de que el Congreso tenga recesión legislativa de febrero. La derecha no puede actuar con oportunismo en esta ocasión.
-¿Cree que no es necesario esperar a que la derecha se vuelva a sentar en la mesa de seguridad?
-Ya hemos esperado suficiente tiempo que la derecha muestre disponibilidad para volver a sentarse a conversar. No podemos esperar a que Chile Vamos deje de bailar al ritmo de la música de Republicanos. El Gobierno debe actuar en base a las preocupaciones ciudadanas, no en base a lo que la derecha quiere.
En este tema existen altos consensos con Chile Vamos. Hay que empezar a trabajar ya. No podemos esperar al receso legislativo de febrero y presentar los proyectos en marzo. Se debe dar una señal clara ante una violencia que está alcanzando niveles inusitados.
-En la elección pasada de convencionales se vio que no benefició a la derecha ir en una sola lista, según académicos les pesó representar al Gobierno. ¿Es más importante el respaldo al Presidente o que se logre una mayoría de izquierda en el órgano constituyente?
-No basta construir mayorías entre las izquierdas. Lo importante es que las transformaciones que impulsamos puedan avanzar, y para ello también necesitamos al centro, a los progresismos y a los actores sociales. La confianza de la ciudadanía es clave, y un hecho primordial es una lista única que dé cuenta de la voluntad de diálogo y articulación del oficialismo, que debe venir con definiciones programáticas que pongan en el centro un Estado social de derecho. El apoyo al Presidente de los actores oficialistas no se demuestra con palabras, sino con hechos concretos. Nos ha llamado, primero a conformarnos en una alianza de gobierno, y segundo a que vayamos en una sola lista.
-¿Cómo se entrelaza ir en una sola lista a la elección de convencionales con construir confianza ciudadana?
-Cuando hay urgencias tan importantes como la seguridad y el costo de la vida, la ciudadanía exige vernos trabajar juntos, construyendo mayorías para conseguir el respaldo para convertir en leyes esos proyectos. En momentos de descomposición política no sirven las fuerzas políticas fragmentadas. Para ello la unidad de la alianza de gobierno es importante en todos los planos, ya sea en el trabajo del Ejecutivo, como en conseguir una nueva Constitución que avance hacia el Estado social de derecho.
-¿Qué cambia hoy respecto de las elecciones pasadas en que las coaliciones Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático fueron separadas? Tanto para la de constituyentes como la presidencial.
-Ahora respaldamos a un Gobierno. Este es el gobierno del Presidente Boric, pero también lo es de esta alianza constituida por Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad. Estamos haciendo un trabajo por conseguir unidad, que no se llega a tener de la noche a la mañana. Tener lista única es una de las vallas que debemos superar para poder reafirmar el que somos una alianza de gobierno. Al ir en dos listas perdemos lo que venimos haciendo por meses.
-Pareciera que hoy ha subido la tensión entre las dos coaliciones de Gobierno…
-Quiero desdramatizar la tensión. La política tiene deliberación democrática y para ello necesita momentos de tensión. La hemos tenido antes y solo ha entregado buenos resultados. Lo que no aporta son declaraciones que solo generan ruido como las del exsenador Guido Girardi.
-Pareciera que con las desprolijidades reconocidas en el proceso y anuncio de indultos, se perdió el foco en la reforma tributaria y de pensiones.
-Es lo que el Gobierno puso como prioridad, y es deber de los partidos empujar y ayudar al Gobierno a que esa agenda se despliegue en el Congreso y concite apoyo ciudadano. Es evidente que ante la contingencia cada coalición puede tener opiniones y respuestas distintas, pero aquí lo importante es que al final del día apoyemos la labor del Presidente, y que las críticas ante las desprolijidades no sirvan para golpear gratuitamente, sino que para contribuir a que el día de mañana tengamos un mejor desempeño. Al reconocer la desprolijidad en el caso de indultos se asumieron las responsabilidades, pero incluso el nuevo Ministro de Justicia reafirmó que indultar estuvo bien.
-¿Qué le parece que el tema de los indultos se mantenga en las noticias gracias a declaraciones de dirigentes oficialistas?
-Cuando Republicanos quiere provocar un daño institucional a la democracia volviéndola inútil, desafectada y que no concite apoyo ciudadano, es muy peligroso aparecer en ese coro. Por ejemplo, con el apoyo de Chile Vamos a las acusaciones constitucionales. Los actores del oficialismo que generan polémica nos hacen perder el foco en la deliberación política.
-No me respondió que opina un cambio de gabinete.
-Son rumores, no hay ninguna propuesta de cambio de gabinete. Las amenazas de la derecha y las acusaciones constitucionales no van a distraernos de las reformas previsional y tributaria. Tenemos que apostar por una agenda de urgencias sociales y sobre todo en torno a la seguridad. Ese es nuestro norte, no la pelea chica.