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Apruebo Dignidad versus Socialismo Democrático: la disputa sin cuartel por el relato del Gobierno   PAÍS Fots: Vallejo: FOTO: Sebastián Beltrán Gaete y Leonardo Rubilar Chandía, Agencia Uno.

Apruebo Dignidad versus Socialismo Democrático: la disputa sin cuartel por el relato del Gobierno  

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Para nadie del oficialismo es desconocido que se ha puesto en juego el relato principal de La Moneda. Desde el Socialismo Democrático aseguran que los errores políticos se pueden resolver equilibrando los cargos gubernamentales. Ahora, sin una narrativa clara, las fuerzas que componen el Gobierno entran en disputa para ver cuál es la coalición que da el pie forzado: Apruebo Dignidad o el Socialismo Democrático. “El rol de los partidos políticos es precisamente avanzar hacia posiciones hegemónicas, y Socialismo Democrático avanzará en la medida que retroceda Apruebo Dignidad”, asegura Flavia Torrealba (FRVS). Ahora, la controversia se puede palpar ante las elecciones de consejeros constitucionales para el proceso constituyente. Constatar hasta qué punto hay agua para presentar una o dos listas oficialistas y ver, en caso de que no sea una, si la narrativa del Ejecutivo logra permear las dos izquierdas que se formen.


“Ha sido un momento difícil”, decía el jueves la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), en Radio Pudahuel, sobre los efectos que tuvieron los indultos que el Presidente de la República, Gabriel Boric, anunció a fines del 2022.

Y es que las últimas semanas han significado un torbellino para La Moneda. El Mandatario se enfrentó a una difícil elección de Fiscal Nacional, donde el Senado rechazó dos de sus nominaciones, dejando al Ministerio Público durante más de 100 días sin cabeza –salvo por el nombramiento de un Fiscal Nacional subrogante–, en medio de un alza de la preocupación en la ciudadanía por el tema seguridad.   

“Desprolijidades” en la “ejecución de mi decisión de conceder indultos”, fue como el Presidente justificó también la salida de su entonces ministra de Justicia, Marcela Ríos –del mismo partido que Boric, Convergencia Social–, y de su jefe de gabinete y amigo, Matías Meza-Lopehandía (CS), el sábado 7 de enero.   

La salida de Meza-Lopehandía fue uno de los síntomas de algo que hace rato genera ruido dentro del Gobierno: una pérdida de narrativa. Hace un par de semanas que partidos oficialistas han asumido este diagnóstico y el Socialismo Democrático ha puesto sobre la mesa que esta serie de errores políticos se resuelve equilibrando los cargos en el Ejecutivo. Ministerios, subsecretarías y seremis serían los espacios que, de aquí a marzo, pueden sufrir cambios.   

Otro signo que marcó la ausencia del relato común, fue el de los dichos del exsenador Guido Girardi (PPD), que no pasaron inadvertidos en el oficialismo. Girardi propuso que las fuerzas oficialistas presentaran dos listas separadas para las elecciones de los consejeros constitucionales, puesto que la que lidere Apruebo Dignidad sería la “lista del indulto”. De ese modo, la lista que presentase el Socialismo Democrático podría abarcar los votos que se intenten desmarcar del Gobierno, vale decir, de la ex Concertación y, así, distanciarse de una izquierda más extrema.

Las aguas no tardaron en agitarse dentro del oficialismo y salieron a criticar las palabras del exsenador. La ministra Tohá, en conversación con La Tercera, señaló que lo dicho por su compañero de partido “requiere mucha explicación de por qué se hizo y para qué”. Desde el PC no pidieron explicaciones, sino que el presidente de dicha colectividad, Guillermo Teillier, retrucó con el mismo juego de metáforas: “Uno podría decir que la lista del PPD será la lista de SQM. Pero si entramos en esa descalificación, no vamos a llegar a ninguna parte, ni con una sola lista ni con dos listas”, sostuvo.

“El rol de los partidos políticos es precisamente avanzar hacia posiciones hegemónicas, y Socialismo Democrático avanzará en la medida que retroceda Apruebo Dignidad”, señala, por su parte, Flavia Torrealba, la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), partido que conforma una de las coaliciones de Gobierno, Apruebo Dignidad. “El tema es qué va a hacer Apruebo Dignidad para resistir ese empuje”, plantea.   

Dentro del oficialismo existen dos almas que en momentos difíciles –por no decir crisis– se remueven y buscan sus espacios dentro de las diferentes carteras. Si bien desde la superficie existe un relato de fidelidad al Gobierno, ambos sectores asumen que hace falta un trabajo más cohesionado.  

La ofensiva del Socialismo Democrático 

“Lo más relevante hoy día es generar un golpe de timón (…). Debido a su experiencia en la gestión de Gobierno, el Socialismo Democrático evidentemente toma mayor relevancia”, dijo el diputado Raúl Soto del PPD. “(El Presidente Boric) tiene que reorganizar su gabinete, tiene que consolidar políticamente la alianza de Gobierno en una sola, y darle el perfil que corresponde de acuerdo a las necesidades que tiene el país”, expresó, a su vez, el senador Gastón Saavedra (PS).   

Estas son solo algunas de las frases que parlamentarios del Socialismo Democrático instalaron en los últimos días. Y es que incluso antes del episodio indultos, en esta coalición preocupaba lo que designan como una falta de influencia del Socialismo Democrático en la toma de decisiones en Palacio. Por esto es que, el 29 de diciembre del año pasado, sus dirigentes llegaron hasta La Moneda para mantener una reunión con el entonces jefe de gabinete de Presidente Gabriel Boric, Meza-Lopehandía, donde pidieron mayor presencia en las subsecretarías.  

En un gabinete conformado por 24 ministros, hay 9 de Apruebo Dignidad y 10 del Socialismo Democrático –contando al ministro Mario Marcel, que es cercano al PS–, además de 5 independientes que tienen afinidades con una u otra coalición. Por ejemplo, el nuevo ministro de Justicia, Luis Cordero, a quien se relaciona con la ex Nueva Mayoría. Sin embargo, del total de 39 subsecretarías, hay 5 que se podrían llamar de la ex Concertación. 

“Muchas veces en el Socialismo Democrático somos notificados de ciertas decisiones en que no hemos participado”, aseguró Paulina Vodanovic el domingo 15 de enero en El Mercurio. Un alto dirigente de esta misma coalición explica que, más allá de los cargos en el Gobierno, está el análisis de que debería existir en cada cartera del gabinete un mayor balance entre ambas coaliciones. Esto –agrega–, para conseguir equilibrios y evitar los sesgos que pudieran generarse en espacios que no cuenten con puntos de vista distintos.  

Revela que los desbalances y los últimos eventos han ido deteriorando las relaciones y que existe una “sensación de que no avanzamos lo suficiente, es cada vez más difícil para el Socialismo Democrático llevarse con Apruebo Dignidad”.   

En tal sentido, describe que Apruebo Dignidad entrega la audacia en el diseño de las políticas públicas, sin embargo, cuenta que existe la impresión de que muchos subsecretarios de este bloque carecen de experiencia para la ejecución de estas. “Se nota la juventud y poca experiencia laboral en las subsecretarías”, asegura. Concluye con que “sería un error entregarle el Gobierno al Socialismo Democrático, pero también sería un error no integrarlo con más fuerza”.  

En el grupo, que alberga a una gran cantidad de personeros de la ex Nueva Mayoría, son enfáticos en afirmar que no existe una pretensión desde su lado de llegar al Segundo Piso –el equipo de asesores del Jefe de Estado–. Plantean, por otro lado, que por la forma en que Boric toma decisiones –dicen que desde las dudas y no las certezas–, este quiere escuchar diversas voces. Así sugieren que, dado que el Segundo Piso representa “el modo de gobernar del Presidente”, sería importante que haya un grupo en este espacio que se fije en “miradas distintas”.  

Un dirigente de Apruebo Dignidad juzga el interés del Socialismo Democrático por subsecretarías y seremis como una búsqueda por reforzar vínculos ciudadanos previo a las elecciones de convencionales y, más adelante, las municipales y regionales, en 2024.   

Aunque la pretensión del Socialismo Democrático ha sido acogida por parte de los integrantes de la alianza de Gobierno –o así lo expresaron en los días que siguieron a la reunión de dirigentes de la centroizquierda con el exjefe de gabinete del Presidente–, hay quienes no ven con confianza estos movimientos.  

“Lamento que se esté realizando cada tanto una suerte de presiones o discursos públicos llamando a cambios de gabinetes, o de la necesidad de tener más cargos de un sector u otro en el Gobierno. Soy un convencido de que es una atribución del Presidente la de conformar el gabinete que a él le parezca más adecuado”, aseveró el diputado y presidente de Acción Humanista, Tomás Hirsch.  

La defensa de la narrativa de Apruebo Dignidad 

El diputado Raúl Soto (PPD), en entrevista con El Mostrador, aseguró que –a su juicio– ha habido errores en la gestión del Gobierno, y que se debe “enmendar el rumbo”. “Y desde allí generar una nueva sintonía con el sentido común de las grandes mayorías de nuestro país y no solamente en sintonía con el sentido ideológico de una minoría”, describió.  

En plena Fiesta de los Abrazos del Partido Comunista (el domingo 15 de enero), reapareció el presidente de la colectividad, Guillermo Teillier, quien –luego de recuperarse de su paso de 10 días por la UTI del Hospital Clínico de la Universidad de Chile– hizo un reconocimiento de los errores cometidos por parte del Ejecutivo, aunque “dejando en claro nuestra lealtad con el Gobierno”, aclaró.   

Desde el partido más cercano al Presidente Boric, Convergencia Social, la diputada Gael Yeomans asumió que la alianza es diversa y que el Gobierno reconoce el aporte del Socialismo Democrático. Sin embargo, la parlamentaria admitió una “falta de unidad y cohesión”, respecto de la cual espera que se pueda “avanzar terminando enero, para proyectar desde marzo una acción política que defienda las reformas más sustantivas”.   

Ambas coaliciones parecen entender una misma cosa: el Gobierno no presenta un relato claro. Así, algunos plantean que un tercer cónclave ayudaría para fijar objetivos de la alianza gubernamental. Además, en Apruebo Dignidad hay quienes postulan que, antes de un cambio de gabinete –que entre pasillos se dice que podría darse en marzo–, se debe tener objetivos claros y, de esta forma, elegir a personas con perfiles que se adecuen a ellos.  

“Se debe considerar especialmente que no tenemos mayoría en las cámaras de representantes, y que debe haber un criterio de flexibilidad para posibilitar que este Gobierno tenga éxito en sus objetivos”, puntualiza Flavia Torrealba (FRVS), consultada por cómo Apruebo Dignidad puede recuperar el relato del Gobierno.  

Marco Velarde, presidente de Comunes –también de Apruebo Dignidad–, asegura que la coalición no ha perdido el relato, ya que está bien representada en el gabinete. Pero coincide con Torrealba cuando dice que “nuestra agenda necesita avanzar con mayor unidad en un escenario como el Congreso”. 

Los efectos de la salida del jefe de gabinete y el protagonismo de Tohá en el Gobierno

“El Presidente se mutiló el brazo”, sostuvo uno de los dirigentes del Socialismo Democrático el 9 de enero, dos días después que Boric aceptara la renuncia de su jefe de gabinete, Matías Meza-Lopehandía.  

“Es una pérdida para Apruebo Dignidad”, admiten desde la coalición sobre el exjefe de gabinete, quien forma parte de las amistades del Mandatario. Se conocieron durante su paso por la U. de Chile y siguieron en contacto cuando Meza-Lopehandía trabajaba en la Biblioteca del Congreso y mientras Boric era diputado.    

Desde Apruebo Dignidad existe el diagnóstico en cuanto a que, independientemente de que la responsabilidad fuera o no del exjefe de gabinete del Primer Mandatario, alguien debía asumir los costos para “desbloquear conflictos y blindar al Presidente”. Sin embargo, admiten que no deja de ser una situación compleja, debido a que “se compromete mucho trabajo”, toda vez que ambos ya habían construido confianza.   

Hubo dos reuniones previas al anuncio de la salida de la ahora exministra de Justicia y del otrora jefe de gabinete –con la presencia del Presidente–. En ambas estuvieron la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), y la titular de la Secretaría General de Gobierno (Segegob), Camila Vallejo (PC), entre otras personas. Fuentes de La Moneda aseguran que las palabras de Tohá fueron clave para la decisión que se tomó.   

Los últimos episodios que tensionan las dos almas del oficialismo  

Además del duro reproche con que llegaron los dirigentes del Socialismo Democrático a La Moneda, dos días después que el Presidente admitiera que hubo “desprolijidades” en la ejecución de su decisión de conceder indultos, se vivió un momento de tensión en el comité político ampliado del pasado lunes 16 de enero –donde asisten los ministros del consejo político y los timoneles de partidos oficialistas–. Allí, según presentes, uno de los dirigentes de la “izquierda democrática” lanzó duras críticas contra el trabajo de la Secretaría de Comunicaciones (Secom), comandada por la titular de la Segegob, la ministra Vallejo.   

Las observaciones, compartidas por otras cabezas de partido, apuntaban a cómo se enfrentó el tema de los indultos, ya que se considera que las medidas económicas anunciadas por el Presidente el 5 de enero no lograron el nivel de conocimiento que se esperaba.  

Dentro de La Moneda hay quienes resienten el rol que pudo tener la ministra Tohá en la salida de dos integrantes de Convergencia Social –Ríos y Meza-Lopehandía–, sin embargo, hasta ese momento las tensiones se habían enmarcado dentro de las paredes de La Moneda.   

Las diferencias al interior del oficialismo se hicieron palpables cuando el senador Guido Girardi (PPD) se refirió a que la alianza de Gobierno debía dividirse en dos listas para la elección de consejeros constitucionales. Fue allí cuando afirmó que, en caso de que se presentara una lista única oficialista, esa sería “la lista de los indultos”, dichos que desataron una serie de reacciones de molestia al interior de Apruebo Dignidad. 

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